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¿Te sientes reconocido en el trabajo?

La falta de estímulos laborales genera insatisfacción, y se convierte en un factor de renuncia; un mal ambiente en la oficina repercute en la productividad, la salud y las relaciones personales.

Más de 36% de los desempleados en México abandonaron su anterior ocupación por insatisfacción laboral. En las organizaciones es común encontrar trabajadores en esa condición, con productividad y salud "mermadas", pero que soportan la situación por la escasa oferta de empleo, expresa Peniche Amante.

La encuesta del INEGI arroja que el 41.6% de los trabajadores en el país no cuentan con prestaciones; 28.8% pertenece al sector informal de la economía; 8.31% está subocupado, y 11.13% se encuentra en condiciones críticas de ocupación. A su vez, hay casi 15 millones de empleados sin contrato escrito.

Estos números son la "puerta de entrada" para que muchos profesionales aceleren su movilidad laboral por la falta de un esquema de recompensa "atractivo", las amplias jornadas y hasta el tiempo destinado a su traslado, ejemplifica Rodrigo Peniche.

"El empleado empieza por cuestionarse, ¿vale la pena lo que hago en ir y venir a un trabajo si no tengo un contrato, o ni siquiera una prestación de salud? Esos factores se suman y la gente que no tiene un compromiso familiar o económico fuerte termina por cambiar de trabajo a la primer oferta", señala la también psicóloga por la UNAM, Martha Franco. 

La precariedad en el mercado laboral, según Peniche Amante, no sólo genera baja productividad, también representa un costo mayor para las empresas en cuanto a cuotas a la seguridad social, por los accidentes y las enfermedades que sufren los empleados a causa de su estado emocional y el tiempo que demande su recuperación.

Este escenario es común en un país como México, donde la saturación en diversas profesiones y perfiles laborales hace pensar a los empleadores y a muchos jefes de "la vieja escuela" que se trabaja sólo para recibir un salario, mientras que a las empresas u organismos públicos con sistemas de administración tradicional no les importa la satisfacción de sus empleados, subraya el académico de la Facultad de Psicología.

¿Cuáles son los detonantes de la insatisfacción en el mexicano?

Rodrigo Peniche explica que el grado de malestar abarca varios grados. Pueden ser desde tener instalaciones que, literalmente, enferman al empleado con poca iluminación, ventilación y hacinamiento, hasta factores psicosociales como la percepción de compensación de esfuerzo y el tipo de responsabilidades que se tienen. Es decir, qué oportunidades reales de crecimiento existen en la organización.

"Si la persona siente que está ‘atascado', por la falta de variación en sus actividades, y el reto que le dan no embona con su idea de desarrollo profesional y personal, se siente rehén y ese ánimo se contagia entre compañeros", subraya Martha Franco.

Si alguien cae en esa situación de poca o nula motivación puede llegar a presentar problemas de salud como catarros, trastornos estomacales y dolores de cabeza frecuentes, destaca el representante de la Facultad de Psicología de la UNAM. Además, ocurre en mayor medida el ausentismo, se tienen más roces con los compañeros, se presentan ataques de irritabilidad, maltrato a los usuarios y demoras en las entregas.

"Lo que te impulsa como empleado son las compensaciones emocionales. Faltan atenciones, puede haber bonos, que quieran ‘emocionarte' con un extra a fin de año; pero si tienes un jefe que no te reconoce o se interpone para realizar tu trabajo, eso te hace sentir atrapado, con ánimo de renunciar e irte a otra organización a la primera oportunidad", indica David Estrada, relacionista público.

Peniche Amante, especialista en psicología organizacional considera que existe una estrecha relación entre no estar satisfecho y el desempeño, sobre todo en individuos mayores de 30 años, "más en las mujeres y quienes tienen poco control y menor variación en las tareas que realizan". Por ello, la persona debe preocuparse por identificar cómo proponer que sus actividades laborales se enriquezcan y no caer en la rutina.

"El propio colaborador debe ocuparse de su salud, de sus horas de sueño, de comer bien y no descuidar las relaciones con sus compañeros, porque en un ambiente laboral es fácil caer en rivalidad y conflictos", reconoce Peniche Amante.

Algunas recomendaciones a las empresas incluyen la implementación de planes que incluyan la rotación de puestos, procurar la convivencia, evitar permanecer en las instalaciones 12 horas continuas para que los empleados no violenten su vida familiar o proyectos. "Si se invierte en recursos humanos, tendrán trabajadores más felices y leales", puntualiza.

Publicado por http://www.cnnexpansion.com

Consejos para compaginar estudios y trabajo

¿Tienes pensado trabajar el próximo curso mientras continúas con tus estudios? Si es así, deja a un lado los posibles agobios. A continuación, te ofrecemos una pequeña lista de sugerencias para que logres compaginar con éxito estudios y trabajo.

1. Organiza tu tiempo.
Para encontrar un equilibrio entre el trabajo y los estudios elabora un calendario en el que fijes las fechas más importantes, ya sean exámenes, reuniones de trabajo… Así podrás ordenar todas tus actividades y saber qué tienes que hacer cada día. Eso sí, no seas muy riguroso pues tu agenda puede estar sujeta a posibles cambios.

2. El bloc de notas, tu mejor aliado. Tendrás tantas cosas en la cabeza que lo mejor será que las anotes por si en algún momento te falla la memoria. En clase, lo mejor es ir cogiendo todos los apuntes posibles o incluso grabar las clases para poder transcribirlas posteriormente en casa con calma. Para el trabajo, te vendrá bien tener un cuaderno donde fijes todos los comentarios o tareas que pueden ir encargándote.

3. Fija tus prioridades. Aunque tengas que hacer muchas cosas, no todas serán igual de importantes. Antes de empezar la semana, repasa todo lo que tienes por delante y organízate en función de la relevancia de la tarea o los plazos de entrega. No te preocupes si al principio no puedes cumplir con todos tus objetivos, poco a poco irás organizándote mejor.

4. Pide ayuda a tus familiares y amigos.
Además del trabajo y la universidad, cuando llegues a casa tienes que colaborar con las tareas del hogar. Pasar todo el día fuera hará que llegues demasiado cansado como para trabajar en casa. Habla con tus familiares o compañeros de piso para llegar a un acuerdo sobre cómo repartir las tareas entre semana.

5. Motivación.
Estar ocupado todo el día conlleva agotamiento físico pero también mental, además de llevar un ritmo de vida frenético que puede acabar con síntomas como estrés. Ten en cuenta que tu salud es lo primero y sobre todo recuerda por qué estás haciendo este esfuerzo y cuáles serán sus beneficios.

Publicado por http://noticias.iberestudios.com

El estrés afecta a todos

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La lista de las profesiones en las cuales el tipo de trabajo, la responsabilidad, o el ritmo laboral conllevan un nivel de estrés adicional al del resto de los trabajadores es muy larga; pero cualquier trabajador puede sufrir en un momento determinado de estrés ocupacional.
Sin embargo, los especialistas han determinado que los médicos y las enfermeras, especialmente los que trabajan en emergencias y en terapia intensiva, junto con periodistas, bomberos, policías, mineros, altos ejecutivos, pilotos de aviones, y controladores aéreos son los profesionales con mayor índice de estrés. En general establecen que cualquier profesión que implique ser responsable de la vida de un grupo de personas produce un mayor nivel de estrés.
Mientras que un estudio de la asociación británica Health & Safety Executive determina que las profesiones que generan un mayor nivel de ansiedad se ubican, principalmente, en las áreas de tecnología, salud, finanzas, educación, operación y comunicación.
Se considera que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, y a la eficacia de las empresas y organismos para los cuales trabajan.
Cualquier trabajador puede llegar a sufrir de este síndrome ocupacional
Para el psicólogo Jorge Ramírez Lozano, egresado de la Universidad Central de Venezuela y quien trabaja en una empresa privada, entre los factores que contribuyen al estrés en el área laboral destacan la mala conducta gerencial.
También la amenaza de despidos masivos, el cambio de jefe, una comunicación deficiente, los cambios constantes en los procesos de trabajo, la falta de control en las cargas de trabajo, la falta de claridad respecto a las expectativas del puesto, la falta de reconocimiento al trabajo desempeñado, la falta de apoyo del jefe, forma de implementar los cambio en la empresa, y una mala relación interpersonal con sus compañeros.
Indica el especialista que el estrés pude producirse en situaciones laborales muy diversas.
Pero, "a menudo se agrava cuando el empleado siente que no recibe suficiente apoyo de sus supervisores y colegas, y cuando  tiene un control limitado sobre su trabajo o la forma en que puede hacer frente a las exigencias y presiones laborales".
Información valiosa
Agrega el psicólogo Ramírez que la mejor manera de hacerle frente al estrés laboral es saber en qué consiste, reconocerlo cuando nos esté afectando e identificar qué es lo que produce ese estrés, para entonces proceder a un tratamiento que lo elimine o, al menos, mitigue sus efectos.
Explica que aunque no existe un perfil del trabajador estresado en vista de que nadie está a salvo de este síndrome, se ha comprobado que en todas las profesiones existen dos tipos de personas que tienen más probabilidades de estresarse: los inseguros y los muy competitivos, y que ambos prototipos ponen a prueba la capacidad de una persona para afrontar su trabajo cualquiera que sea el área en la cual se desempeña.
Advierte que el estrés se ha convertido en una patología que acompaña a gran parte de los profesionales que pueden llegar a disminuir su rendimiento y la motivación, y puede ser el origen de accidentes de trabajo.

Edén Valera
EL UNIVERSAL

Las reglas de oro al buscar empleo

La competencia laboral es feroz. En México, anualmente, se incorporan al mercado 400,000 jóvenes, de los cuales entre 30,000 y 40,000 no encuentran trabajo, de acuerdo con estimaciones de la Confederación Patrona de la República Mexicana (Coparmex).

El número de currículos que reciben las bolsas de trabajo es la mejor prueba de que las reglas han cambiado. Adiós a la incertidumbre, bienvenida la disciplina para identificar las ventajas que ‘venderás' al reclutador.

Un portal como OCCMundial.com recibe entre 70,000 y 80,000 CV al mes. El 16% de las vacantes publicadas en el sitio (1.2 millones de ofertas) se pagan entre 10,000 a 15,000 pesos y sólo el 5% se cotizan mayor a 30,000 pesos. "Para llegar al mejor empleo el primer paso es diferenciarte", dice Ricardo Rodarte, director de operaciones de OCC.com.mx.

Pero sobresalir no es una acción que se logre de la noche a la mañana. Un estudio de la Asociación Career Director International arroja que sólo 2 de cada 10 empleados tiene una idea de cómo elaborar su propia ‘marca' profesional. "Mucha gente no se detiene a hacer un alto en el camino y una planeación seria de su carrera", comenta Rodarte.

Entender cuál es tu identidad profesional permite conocer tus preferenciales laborales; así se pueden `pulir' las competencias necesarias para estar en una organización, dicen Andrés Hatum y Rodolfo Rivarola en el libro La Carrera Profesional.

Si estás monitoreando el mercado para colocarte en un nuevo trabajo, junto con la búsqueda desarrolla estos pasos:

1. Anota lo que quieres. Un empleo empieza por una visión real de tus anhelos y necesidades. Si hay un 1.2 millones de currículos cada año (por ejemplo, en el portal de OCC) no te puedes dar el lujo de aplicar a los trabajos sin saber a qué quieres dedicarte con exactitud. A lo mejor, eres de los que le interesan trabajos de medio tiempo, aunque ello implique sacrificar compensación. "Lo que vale la persona, el tiempo lo define con resultados", pero el punto de partida es saber hacia dónde, eso se logra con auto conocimiento, dice Rodarte.

Tu plan maestro, aquel donde estén tus objetivos laborales y personales, así como tus ventajas competitivas, debe revisarse una vez al año, si lo haces "saldrás de la estadística de tanto reto que tiene el país respecto a contratar", señala el director de operaciones.

2. Haz ensayos previos. Evita llegar en blanco a las entrevistas, puedes pedir a algún conocido que te filme mientras prácticas lo que dirás al reclutador; cómo hablarás de tus talentos y de qué manera respondes preguntas complejas.

Si no sabes todavía tus ventajas la sugerencia es invertir, define un presupuesto para acudir a una empresa especializada en desarrollar autoevaluaciones. Otro ejercicio práctico, es tomar un tiempo para redactar una lista de lo que personalmente "te jala, aquello que haces en forma natural". Cual sea la herramienta elegida, anota los puestos que te van mejor, no esperes a que la organización rechace tu contratación al detectar que tus intereses chocan con la cultura y motivación de la empresa, sin que tú tengas idea del por qué.

3. Investiga. Una vez que elijas dónde te gustaría ser contratado, sondea cuáles son las tres o cuatro competencias que- sin ellas- la empresa no contrata al candidato. Estas no son referidas a conocimiento, sino habilidades delimitadas a nivel personal, por ejemplo, capacidad de recuperarse (vital para los vendedores). Cuando armes tu estrategia de personal branding (marca personal) puntualiza cómo promoverás esas competencias.

4. Gana experiencia. Este punto va, en particular, para los estudiantes. Tratar de participar en cualquier actividad que te vincule con el campo laboral para romper con el círculo de no traer experiencia. Las compañías buscan gente que haya demostrado sus competencias, así que en el currículo y en la entrevista destacada qué fue lo que te dejó participar en un trainee, por citar un caso. También habla de cómo influiste en el periodo que estuviste en determinada actividad.

Públicado por http://www.cnnexpansion.com

Vigilar nuestra reputación digital es clave para optar a una entrevista de trabajo

Sin duda alguna, la formación especializada se ha posicionado como una posible solución al paro juvenil y al paro de larga duración en personas de mediana edad. Laura Montero, directora académica de inesdi y consultora de Marketing Estratégico, aconseja realizar cursos especializados que permitan destacar al candidato y da algunos tips para encontrar empleo.

La formación especializada ha resultado ser, en muchas ocasiones, una solución al problema de encontrar trabajo entre los jóvenes recién licenciados. 

En un entorno tan competitivo, donde la oferta de candidatos cualificados supera a la demanda de ofertas, cualquier elemento que permita destacar es importante. Y ahí es donde la formación especializada en centros de reconocido prestigio tiene un gran peso. 

Por otro lado, las empresas que buscan candidatos con estos perfiles, lo hacen en las bolsas de empleo de escuelas o institutos especializados. Laura Montero comenta: “En nuestro caso podemos decir que contamos con una tasa de empleabilidad aproximada del 82%, lo que significa que de cada diez alumnos, ocho trabajan a la finalización del curso”.

Hay que destacar también el grave problema de las personas de mediana edad que se encuentran ahora en paro y con dificultades para encontrar un nuevo puesto de trabajo. Montero señala que las personas que cuentan ya con una experiencia profesional ofrecen un valor agregado al formarse, ya que enriquecen sus conocimientos ya adquiridos con nuevas habilidades. 

En el caso de la economía digital esto es mucho más evidente. Por ejemplo un profesional del marketing tradicional que se forma en marketing digital, contará con un valor añadido respecto a otros candidatos que no hayan avanzado en este campo o que, por su falta de experiencia no puedan aportar una visión tan global y tan sólida. 

“Igualmente lo encontramos mucho en el caso de los periodistas que reconvierten sus carreras hacia el Community Management o Content Management, convirtiéndose así en profesionales altamente demandados”, añade Montero.

¿Cómo empiezo a buscar trabajo?

Hay que pensar que buscar trabajo es un trabajo en sí y así hay que plantearlo. Hay que planificar y establecer una rutina de dedicación diaria. Es importante no ponerse metas a corto plazo que nos lleven a la frustración; es una carrera de fondo y más en estos días. 

Montero explica que aunque suene duro, hay que pensar que somos un producto y estamos en venta, así que tenemos que cuidar nuestra presencia. Y, hoy en día, es nuestra identidad digital la que va a marcar la diferencia.

Tener perfectamente cuidado nuestro perfil en Linkedin, Twitter, Google+, etc… y vigilar nuestra reputación digital es clave para optar a una entrevista de trabajo. Según un informe publicado recientemente por Infoempleo, el 80% de las empresas “espía” a sus candidatos en Internet. Parece claro que es éste un punto en el que se debe incidir de manera prioritaria.

¿Y si no tengo dinero para pagarme un curso de formación especializada?

Inesdi ofrece alternativas para que el mayor número de profesionales puedan acceder a los diferentes cursos de su oferta académica. Laura Montero explica: “Estudiamos individualmente cada caso para adaptarnos a su situación personal. 

Además de contar con becas para desempleados, disponemos de flexibles posibilidades de financiación. Por otro lado, y gracias a la tasa de empleabilidad, muchos de ellos encuentran trabajo antes de finalizar el curso, lo que les ayuda a financiarlo. Hay que verlo como una inversión, cuyo retorno es prácticamente inmediato”.



Supera la insatisfacción laboral

Si pudieras enlistar las emociones que te produce ir a la oficina ¿cuáles serían? ¿Crees que utilizas tus talentos plenamente? ¿Te sientes apreciado? Quizá la sensación sea contrataría y sientas que estás rebasado por tus funciones y no existe un reconocimiento hacia ello.

Un requisito ‘infaltable' del empleado actual es ser multitask y contar con diversas habilidades, aunque eso no garantice recibir la percepción salarial o emocional adecuada. Así lo reflejan datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Los estadounidenses trabajan ocho semanas más de lo que laboraban en 1969, pero reciben aproximadamente el mismo salario (ajustado a la inflación).

El caso de México no es muy diferente. En los últimos 12 años los salarios tuvieron un crecimiento de apenas 0.5%, según estimaciones de Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sin importar el cargo que ocupes, tal vez seas un empleado estresado que busca de dónde sacar más tiempo para cumplir con sus tareas, pero insatisfecho con lo que vive y le representa su trabajo.

La insatisfacción laboral se ha vuelto una referencia laboral del siglo XXI. "La camiseta que utilizan la mayoría de los trabajadores es la AAMP, abreviatura de Agotado, Agobiado y Mal Pagado", menciona Louis Barajas, autor del libro homónimo. Los salarios no crecerán a destajo, así que la pregunta es ¿qué te vincula a tu empleo, por qué estar en determinada compañía?

Francisco Fernández Ferreras, Socio de Consultoría  Estratégica y Responsable de la práctica de Organización y Personas en la firma Everis, señala que un reto para las empresas es dirigir por valores. La gente, hoy, actúa porque se siente vinculado con la empresa por algo más allá que el dinero.

Tom Peters, considerado un gurú del management, hablaba desde la década de los 80 sobre un factor común en las empresas descritas como "excelentes". De acuerdo con Peters, éstas son aquellas que logran transmitir sus valores a los empleados.

Por otro lado, Fernández Ferreras explica que hay tres tipos de aspectos que son importantes para el trabajador: los valores emocionales, los pragmáticos y los éticos.

En el primer caso, dice, aparece lo que hace la organización para incentivar la creatividad y el optimismo en el empleado. En el segundo, entra la forma cómo se labora en ese lugar, es decir ¿hay eficiencia, orden, organización? Finalmente, dentro de la ética figuran aquellas actividades donde el colaborador vislumbra "generosidad" dentro de su lugar de trabajo.

En esa forma de dirigir, "el jefe debe ser un facilitador", expresa Ferreras, experto en temas de productividad y eficiencia organizativa. Las estructuras rígidas no ayudan a generar lealtad, ni un personal contento. La tendencia es dar "libertad responsable" al trabajador, y no que se siente como el empleado que sólo cumple ciertas órdenes sin tener una idea clara de hacia dónde se dirige con su labor.

La desvinculación del trabajador con su lugar de trabajo llega al grado de que actualmente sólo el 15% de las tareas de recursos humanos se ven como estratégicas. Se habla de "áreas de recursos inhumanos", plantea el Socio de Everis.

Respecto a nuevas tendencias en Recursos Humanos (RH) y el impacto de éstas en las empresas, Francisco Fernández explica que esa área debe convertirse en un aliado, "debe ser la que mueva las cosas", atraer y gestionar el talento adecuado no sólo al puesto, sino también a los valores de esa organización.

El departamento de RH debe alinear las estrategias corporativas con las personas. La regla de oro es ubicar el desarrollo de las personas como una ventaja competitiva en la empresa. "¿Cómo conseguir que una organización sea superior a otra? Eso sólo se logra a través de su gente", indica Fernández Ferreras, y añade que para llegar a ese punto se requiere transformaciones internas.

Para muchas organizaciones, el problema radica en que esta forma de vincularse con el empleado es totalmente nueva. "Son jefes, directores o encargados de Recursos Humanos que les ha ido bien profesionalmente de otra manera, su escala de valores apunta hacía: ‘Yo he llegado a dónde estoy porque he dejado la vida aquí'. ¿Cómo cambias eso? Hay un choque generacional", señalo el especialista.

Los profesionales más jóvenes, en cambio, preguntan, "¿a qué hora se sale?" por lo que implementar una nueva visión dentro de la compañía puede ser difícil, pero es necesaria.

Los recién egresados observan que su mamá y/o papá ‘han dejado la piel' en un trabajo y dicen: "yo no voy a pasar por eso". De ahí que el empleado, sobre todo el que tiene sus necesidades básicas cubiertas, necesita encontrar sentido a lo que hace, no se conforma sólo con dinero, pues siempre habrá alguien que le pague más. Necesita más inclusión y reconocimiento.

Un elemento importante, dice Fernández Ferreras, es trabajar en un espíritu emprendedor, que los empleados sientan la compañía como suya. Lo que se hace, actualmente, es ir sólo tras acciones, pero qué pasa si el trabajador ni siquiera sabe a dónde ir. Las personas deben ver "algo tras su actuar", algo que los empuje y los motive, puntualiza el Socio de Everis.

Públicado por http://www.cnnexpansion.com

¿Deseas ser un gran líder? Inicia por liderarte a tí mismo

Si leemos las ofertas de trabajo en cualquier portal de empleo de Internet nos encontramos que la inmensa mayoría se refiere a puestos de Comerciales o Vendedores para casi cualquier sector de actividad profesional. Y eso es porque Vender es un acto intrínseco a casi todo lo que hacemos en la vida, tanto en una esfera personal como profesional.

Sin embargo, en ocasiones el acto de vender se distorsiona y entonces es cuando surge el amateur, ese que intenta forzar al cliente a que adquiera un producto que no necesita y con el cierre de esa venta lo que consigue a medio plazo es perder al cliente en cuestión y -por un efecto multiplicador- a las personas de su entorno. Afortunadamente, hoy en día, la mayoría de los vendedores no somos así, aunque aún haya algunos que crean esta mala imagen que nos perjudica a todos los que entendemos la Venta como una actividad Profesional.

Profesionalidad y Actitud

En esta vida, se quiera o no, vamos a tener que vender, independientemente de cuál sea nuestro producto o servicio; nuestra profesión o negocio. Vender es el proceso de mayor importancia en cualquier actividad empresarial.

Por eso en este artículo, vamos a hablar de Vender de una manera Profesional; de la responsabilidad ante nuestros clientes intentando satisfacer sus necesidades; de ser honestos y confiar en nuestros productos o servicios y más allá aún y sobre todo: confiar en nosotros mismos y en lo que hacemos. 

Porque además de tener que hacer frente al estereotipo del vendedor obsesionado exclusivamente con su incentivo o prima, en la coyuntura actual nos encontramos con que irremediablemente se vende menos -o al menos cuesta más- y ante esta situación es muy fácil perder la Actitud. Y la Actitud es fundamental a la hora de vender y la que determina, en gran medida, el éxito de una venta.

Además, en estos tiempos de crisis, el Vendedor Profesional tiene que saber hacer frente a muchos más rechazos: a objetivos corporativos marcados por su Organización a los que es difícil llegar; a unos complementos salariales que puede que no alcance; a esa negativa que algunos compradores tienen por el que vende lo que ellos no pueden adquirir.

Y por si todo lo anterior no fuera suficiente, los Vendedores se encuentran en muchas ocasiones solos en el desempeño diario de su actividad, sin el amparo de un equipo en su día a día e incluso en competición directa con sus propios colegas.

Ante este panorama y para superarlo, se vislumbra una vía que destaca positivamente sobre las demás: El auto-liderazgo.

Rasgos a desarrollar como mi propio líder

Si algo distingue nuestra profesión de las de otros miembros de la Empresa es que el Vendedor es su propio líder. Para desarrollarnos como tal debemos reforzar los siguientes rasgos:

Activo: fíjate unos objetivos -tuyos- y lucha para alcanzarlos.

Proactivo y Visionario: anticípate a los problemas y detecta nuevas oportunidades antes que los demás.

Honesto y Coherente: sólo transmitirás confianza a tus clientes si confías en ti y en tus productos/servicios.

Empático: ocúpate en ponerte en lugar del cliente; cómo piensa, cómo siente. Sólo así podrás conocer sus necesidades e incluso “aflorar” otras nuevas: las de tu oferta.

Comprometido y Responsable: contigo, con tu empresa, con tus productos y con tus clientes.

Entusiasta: mantén siempre la Actitud y transmítela a los demás.

Y por encima de todo Inteligente, tanto emocional como socialmente. Comprender al cliente no es darle la razón sistemáticamente; es saber interpretar sus razones y unirlas a nuestra oferta.

¿Cómo empezar?:


¿Qué hago mañana mismo? ¿Qué hacer para ser mi propio líder y conseguir esa auto-motivación? Pues, como todo en esta vida, se empieza dando pequeños pasos.

Auto-controla tu trabajo. Más allá de los objetivos que te marque la empresa.

Márcate tú otros objetivos semanales, más pequeños y no únicamente basados en las cifras de ventas; los que consideres que te pueden ayudar a ejecutar mejor tu tarea, a profundizar en tu estrategia de venta, a rentabilizar tu tiempo, etc.

Lleva un pequeño diario en el que apuntes las cosas que crees que has hecho bien en el día (ese comentario que hiciste al cliente que provocó un cambio en su actitud hacia una más abierta, ese momento de complicidad y risas con otro cliente…) y las que has hecho mal (ese argumento que no funciona; esa pregunta que no te aportó nada positivo, el comentario inadecuado reflejado en la cara de otro cliente…)

Reúnete contigo mismo al menos una vez a la semana y repasa esas notas con la idea de incorporar lo bueno a otras situaciones y no volver a incurrir en lo malo; analiza por qué te equivocaste y lo que deberías haber hecho en su lugar. Sé autocrítico y aprende a conocerte.

Auto-recompénsate. Hazte regalos: el aperitivo especial de ese bar que conoces pero que te parece demasiado caro o ese plato que tanto te gusta, esos 15 minutos de relax en tu rincón favorito, etc. 

La idea es que sean cosas que te gusten, que claro está, puedas permitírtelas, tanto por economía como por tiempo, y que normalmente no hagas. Te las vas ganando como recompensa a medida que vas cumpliendo los pequeños objetivos semanales que tú mismo te marcas. Mímate!

¿Cómo preogresar?

Teniendo fe en nosotros mismos; conociéndonos, dirigiendo nuestra propia vida, explorando el yo interno y desafiando nuestros límites para así desarrollar al máximo nuestro potencial.

Descubriendo y aumentando nuestras fortalezas, pero al mismo tiempo, reconociendo nuestras áreas de mejora e intentando superarlas.

Responsabilizándonos de nuestros actos, tanto de los triunfos como de los errores o fracasos. El miedo al fracaso paraliza e impide el proceso natural de aprendizaje. Transformémoslo en una herramienta para crecer, pasando a la acción y dirigiendo nuestro propio camino.

Siendo conscientes de que estadísticamente está demostrado que no vamos a conseguir una efectividad del 100% en nuestros intentos de venta: siempre va a haber un porcentaje de “noes” en nuestras acciones. Pero hay que tener en cuenta que cuanto antes alcancemos el porcentaje de “nuestros noes” antes alcanzaremos esos “síes” que son éxitos para nosotros. Los síes se abonan con los noes.

En definitiva, auto-liderarnos pasa por respetarnos, por auto-descubrirnos y conocernos, por no dar la espalda a nuestras emociones sino aprender de ellas para ser responsables y honestos con nuestro yo interno. Todos podemos auto-gobernarnos, utilizar nuestros puntos fuertes y potenciarlos, aprender de nuestros errores y superarlos. 

Es cuestión de ser nuestros propios líderes, de querernos. Sólo así querremos nuestro trabajo, sólo así lo transmitiremos a nuestros clientes, sólo así venderemos, crearemos valor y nos sentiremos orgullosos de lo que hacemos y de cómo lo hacemos.

¿Cómo reafirmar?

Lo Vendedores creamos valor y satisfacemos necesidades; no hay nada malo en obtener una rentabilidad con ello, nos beneficiamos todos. A la Sociedad y a nosotros mismos.

Nosotros somos responsables de lo que hacemos y de cómo lo hacemos. No busquemos fuera lo que está dentro.

Nos equivocamos y aprendemos, no siempre triunfamos. Pero siempre tenemos que sacar partido a nuestra actividad: cuando se vende porque se firma el contrato; y cuando no podemos cerrar la venta aprovechemos la ocasión para entrenar y aprender.

No dejemos de lado nuestras emociones. Pero no seamos prisioneros de ellas; nos acompañan pero no nos dominan. Nos enseñan a conocernos. Y conocer es el primer paso para controlar. Para auto-liderar.

Son sólo pequeñas ideas para tu día a día… porque mañana en el Mundo de la Venta, estarás de nuevo tú solo ante ti mismo, tus productos y algunos potenciales clientes. Sólo Tú. Y tendrás que enfrentarte a muchos “Noes” y puede que consigas también algunos “Síes” que te alegrarán el día. Y si no, será pasado mañana. Lo importante es que conserves siempre la ACTITUD porque: lo que hacemos no da sentido a nuestro ser. Es lo que somos lo que da sentido a lo que hacemos.

Públicado por http://sebasmorellijaimez.blogspot.com

Vestirse para la entrevista

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El atuendo para la entrevista puede convertirse en un dolor de cabeza para quienes dudan demasiado acerca de qué usar para ese momento.
La etiqueta es importante en todo evento que se relacione con el mundo laboral y las relaciones públicas. Para algunas reuniones y encuentros se toma en cuenta el horario; si son matutinos o vespertinos. No obstante, para las reuniones de trabajo, especialmente con entrevistadores y reclutadores, se debe mantener lo clásico. Los caballeros de camisa, corbata y saco o por lo menos un pullover.  Las damas pueden ir de pantalón, con un corte clásico, no a la cadera, camisa manga larga o blusa discreta y puede llevar o no chaqueta.
Los colores predilectos son el azul marino, marrón, verde oscuro, negro, gris. Los estampados deben ser moderados, no en tonos "chillones" y no para cuerpo entero, en el caso de las damas.
Aunque no existen normas que puedan valer para todos los casos, una forma de obtener datos acerca de cómo se maneja el tema en la empresa donde será entrevistado es hacer una visita. Claro está, en la medida de lo posible. Si no, pues Internet se ha convertido en el gran aliado de los buscadores activos de empleo en los tiempos modernos.
Un dilema que se puede resolver usando un traje clásico y una chaqueta
En el caso de las empresas que utilizan uniforme, no hay formas de obtener pistas sobre el atuendo idóneo para la entrevista.
Entonces puede vestirse de manera clásica pero no demasiado elegante.
Cuando se trata de una empresa transnacional, lo recomendable es un vestuario clásico, de camisa y pantalón, corbata para los caballeros y quizás un pañuelo al cuello para las damas. Siempre se debe mantener un tono discreto, recuerde que la primera impresión puede condicionar la dinámica de la entrevista. Cuando de trata de comercios o empresas pequeñas, donde hay suficiente libertad para vestirse informal, existe la posibilidad de ir sport, con jeans clásicos o negros, camisa manga larga de algodón, mocasín.
Las damas pueden ir en pantalón o falda sencilla, sin demasiados complementos, pero discreta.
Retomando el término "clásico", ¿a qué hace referencia realmente? Un traje en colores fríos como la gama de grises, azules oscuros y colores tierra para los hombres. Las damas un vestido de manga tres cuartos o manga corta con chaqueta también de corte clásico. Sobre la corbata, también se debe preferir una que sea lisa o con pequeños detalles discretos.
El calzado de los caballeros negros o en combinación con el traje; los más utilizados son los zapatos mocasín o los de trenzas. Las damas deben evitar los tacones demasiado altos y sandalias abiertas, dando preferencia a un tacón medio. Preferiblemente de color oscuro. Los complementos de la vestimenta deben reducirse al mínimo, no ser estridentes o demasiado llamativos. Se recomienda evitar demasiados anillos en las manos, pulseras o cadenas, zarcillos pequeños, quizás de perlas clásicas. Los cinturones de las damas deben ser discretos.
Con respecto a la cabellera, los hombres no tienen problemas, pues generalmente lo llevan corto. Las damas deben lucir arregladas, con la cabellera bajo control, limpia, así como las uñas arregladas y maquillaje discreto.



Marilin Pino A.
EL UNIVERSAL

Cualidades Esenciales de un emprendedor: Las Relaciones

En épocas navideñas, no puedes evitar la nostalgia y la alegría que esos momentos traen. Cálidas imágenes de la familia reunida disfrutando del tiempo juntos, niños con grandes sonrisas jugando con juguetes nuevos, la parrilla a fuego abierto, y las maravillosas decoraciones y la comida están por todas partes.

No es que estas cosas sean malas, pero si eres como la mayoría de las personas, sabes que la realidad de las fiestas rara vez hacen honor a la nostalgia y la alegría de las fiestas que se muestra en las películas, la televisión y la cultura popular.

Estas son muy estresantes para la mayoría. Las compras, las multitudes, los viajes; los costos… todas estas cosas se suman a una fiesta que suele ser mucho menos ideal que las imágenes perfectas conjuradas en nuestras cabezas.

Cada año, parece también hay un sin fin de personas que nos quieren hacer recordar la razón de estas fiestas; familia, amigos, y dar. Siempre es un buen recordatorio y el contrapunto de la loca carrera por el último gadget o juguete que, a la larga, terminará en la basura o como pisapapeles.

Pero incluso esto no siempre está a la altura de lo ideal. Después de todo, la mayoría de las personas tienen “amigos” y familiares que preferirían no ver durante esas fiestas, y probablemente lo contrario también; amigos y familiares que nos gustaría ver, pero que no pueden aparecer por numerosas razones.

Cualquiera que haya tenido que sentarse y sufrir una conversación con un tío loco durante una cena navideña sabe que las relaciones son importantes, estas pueden dar vida y pueden drenarla. Peor aún, esos que tienen horribles relaciones familiares y han sufrido peleas y discusiones en los días de fiesta saben cómo las malas relaciones pueden arruinar hasta el mejor de los momentos y convertir las fiestas de un momento de nostalgias a uno de terribles pesadillas.

En los negocios, pasa lo mismo.

En la vida, no podemos elegir a nuestra familia. Para bien o para mal, estamos atados a ellos, y tratamos de hacer lo mejor que podemos. Pero en los negocios, tenemos por suerte la opción de elegir con quién estaremos relacionados; y elegir buenos socios, en los negocios, es una de las decisiones más importantes que un emprendedor tendrá que tomar.

Más que nada, un socio en los negocios es como una esposa en un matrimonio. Tú quieres elegir a alguien que te guste, que te haga mejor, y que entre en la relación deseando a dar más de lo que él o ella toma (tú también debes tener esa misma mentalidad).

Si has sido parte de un buen matrimonio, ya sabes lo que un matrimonio saludable puede hacer en una casa. Florece. Los niños son felices y bien adaptados, la casa está en orden, se crean grandes recuerdos, y la vida parece completa.

Por el contrario, si has sido parte de un mal matrimonio, ya sabes lo que un mal matrimonio puede hacerle a un hogar. Esta se cae a pedazos. Los niños sufren y actúan de manera negativa, la casa se cae a pedazos mientras los socios de por vida discuten sobre quién es responsable de qué, horribles recuerdos que te gustaría olvidar tan pronto como sea posible se forman y la vida parece incompleta.

En un negocio, una buena relación ayuda a que una compañía prospere al igual que un buen matrimonio ayuda a una casa a florecer. Y una mala relación hace que una empresa sufra, al igual que un mal matrimonio hace que una casa a sufra. En un mal matrimonio, los niños sufren. En una mala relación de negocios, los empleados sufren. En ambos, se hace imposible construir éxito a futuro hasta que la relación sea arreglada o cortada. Peor aún, si tuvieras éxito en los negocios y una relación se vuelve mala, al igual que en el matrimonio, la pensión alimenticia puede ser costosa.

Si estás planeando ser un emprendedor, debes aprender la cualidad esencial de escoger buenas relaciones para tu negocio. Al igual que los buenos matrimonios, esto significa ser un buen socio y encontrar un buen socio. Esto significa pasar mucho tiempo auto-reflexionando y mucho tiempo conociendo a las personas que llamarás amigos en los negocios. Al igual que con el matrimonio, no hay necesidad de precipitarse.

Al final del día, no puedes tener un buen negocio si tienes malos socios. Y lo contrario, no puedes construir un gran negocio, sin buenos socios. Como mi Padre Rico siempre decía: “Los negocios y las inversiones son deportes de equipo.” Y yendo más lejos, yo diría que una de tus inversiones más importantes son tus relaciones, tanto en la vida como en los negocios. Tómate el tiempo para hacerlo bien.

Públicador por http://jcvalda.wordpress.com

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Los líderes son innovadores, positivos ¿y felices?

Desde la guardería hemos sido duramente entrenados para memorizar, para ser ordenados, para no cometer faltas de ortografía o resolver funciones matemáticas… Enseñanzas que más tarde se complementaron con una especialización técnica profesional.

Pero se  olvidaron de enseñarnos aspectos básicos sobre nuestra motivación y emociones, de cómo aprendemos de nuestra realidad en función del filtro de nuestro cerebro, de nuestras atribuciones, de nuestra capacidad de cambiar, de crear y adaptarnos a nuestro entorno cambiándolo.

“Es tan importante saber que no sabemos.”

La psicología (especialmente la denominada psicología positiva) en los últimos años nos está dando pistas sobre cómo estos aspectos tan relevantes para nuestro éxito profesional, como la creatividad y la innovación, extrañamente se relacionan con nuestro éxito personal y nuestra felicidad.

El reto de nuestro siglo es reinventarse


Poco a poco la experiencia y el conocimiento que habían sido tradicionalmente considerados las claves del éxito profesional han sido relegados a un segundo plano por otro tipo de características personales que se consideran más relevantes.

Mclleland, el padre de las competencias, nos ayudó a entender que lo que distingue a los mejores no son sus conocimientos, sino sus competencias. Daniel Goleman nos mostró quela inteligencia que contaba para el éxito no era la inteligencia general sino la inteligencia emocional y que las emociones tienen un enorme impacto en nuestro éxito social.

Pero están siendo otros grandes psicólogos cómo Seligman y Csikszentmihalyi, Sheldon o King, desde corrientes como la Psicología Positiva,  los que nos muestran cómo nos enfrentamos a nuestra realidad más compleja y sobre nuestra capacidad de adaptación al entorno: la resiliencia.  Este tipo de cualidades lo que permiten es no tanto “ser un buen profesional”, sino cómo “poder seguir siendo un buen profesional”, probablemente la cualidad más valiosa de la era de la innovación.

La psicología en los últimos años está centrándose en este tipo de cuestiones que tiene que ver más con favorecer el desarrollo de las capacidades humanas, para que la vida sea más creativa, productiva y tenga más sentido.

Las claves del éxito profesional en la era del cambio continuo están relacionadas con la innovación de nuestro entorno, con nuestra capacidad de adaptación personal para llevar nuevas ideas al terreno de la realidad: la principal característica del liderazgo.

La psicología positiva

El estudio de la motivación y la emociones, de cómo aprendemos de nuestra realidad, está dando pasos agigantados en la última década.  Entre los múltiples conceptos que hay detrás de estos paradigmas es interesante destacar dos conceptos muy relacionados entre sí: la resiliencia y el optimismo (pensamiento positivo).

La resiliencia  es la capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades y los cambios en la vida, superarlos y ser transformado por ellos. La resiliencia tiene que ver con aspectos como expectativas, sensación de control (locuscontrol interno), autoestima, autoeficacia y autonomía, e incluso otros aspectos como el sentido de la vida.

Es decir, depende de cómo nuestro cerebro nos atribuye un papel u otro en el desarrollo de los acontecimientos vitales que nos suceden, utilizando de forma positiva las emociones, como un sistema de guía, una brújula de aproximación, a la búsqueda de nuevas soluciones. Este concepto está estrechamente relacionado con el denominado pensamiento positivo u optimista.

Las personas que poseen este pensamiento positivo son más creativos, les resulta más fácil encontrar soluciones (sopesan aspectos positivos y negativos) y ellocus de control interno y  la confianza en uno mismo además les protege en mayor grado contra los problemas, pues los orienta más a la acción.
Ser positivo es útil

Las emociones positivas, tal y como señala Fredrickson, aumentan el repertorio de pensamiento, aportan más creatividad, neutralizan los efectos  de las emociones negativas y, por tanto, potencian la capacidad de acción para enfrentarse a la innovación.

Un profesional, un directivo con pensamiento “positivo” es más probable que sea un líder transformador. No son directivos cuyo cerebro les proporciona unas gafas para ver la vida en rosa, sino que miran hacia al futuro pensando en que pueden hacer lo que se propongan, y eso les hace al menos intentarlo. Es un primer paso que salta la barrera del inmovilismo al que condena el pesimismo del “nada tiene remedio”: las ideas y la acción son la clave de la innovación.

Pero son optimistas inteligentes, conscientes de la realidad y saben que, a veces, moverse implica riesgos: los nuevos optimistas no viven de ilusiones; evalúan su situación, prevén las consecuencias de sus actos y no esperan a que el azar les ayude.

El optimista realista ve la realidad tal cual es, no se pone vendas en los ojos por el miedo. Esto le permite trabajar para que sus circunstancias cambien a mejor, le es más fácil avanzar al ritmo de su sociedad, pues analiza los problemas sin tener la mirada en el pasado, es más probable que mire al futuro y crea en el éxito, sin ser irrealista. Son personas cuyos cerebros les hace ver la realidad de otra forma. Son mecanismos cerebrales que en buena parte se podrían desarrollar.

Este tipo de pensamiento potencia la felicidad, tal como está enfocando más recientemente la psicología, centrada cada vez más en el desarrollo de las capacidades humanas y el crecimiento personal, que depende en buena parte de este pensamiento positivo y del flowen  palabras de Csikszentmihalyi.

Creatividad, innovación, felicidad, crecimiento personal y optimismo son conceptos relacionados. Progresar profesionalmente, nuestra capacidad para crear, innovar, puede ser curiosamente una de las claves para ser más felices como personas… Extrañas cosas que quizás nunca nos hayamos planteado, que quizás nunca nos enseñaron.

Públicador por http://supervivenciadirectiva.com 

Planificación y Asertividad

Empleo, Empleos, Trabajo; Trabajos
Cualquiera que sea la actividad requiere un plan. Si no existe ese "mapa" de instrucciones a seguir lo más probable es que lo que tengamos en mente se vaya por la coladera. Para realizar un proyecto, una tarea, se requiere tiempo, materiales, herramientas, ingenio y, de pronto, colaboración de los demás. Aplica para un proyecto de colegio, una tesis de pregrado o postgrado, un plan de trabajo. Todo en la vida necesita de planificación.

En el ámbito laboral un proyecto puede ser obtener un aumento de sueldo. Y para lograrlo hay que estructurar un plan, organizarse, siempre en función de la meta. ¿Qué hacer? Identificar las habilidades que tiene y las que necesita para obtener una promoción. Si necesita un curso adicional, tomarlo a la brevedad para así llevar el certificado al departamento de Recursos Humanos y que el mismo sea añadido a su expediente. Por otro lado, demostrar que tiene deseos de aprender, crecer, dentro de la organización y de aportar ideas a la misma.

Puede indagar cuáles son las vacantes disponibles, en cuáles departamentos del organigrama están rotando el personal, si están abiertas las postulaciones internas.

Con un poco de ingenio y sutileza obtendrá los datos que requiere para aplicar al puesto que quiere. Si está desempleado, Internet es la principal fuente de información de los puestos que ofrecen las empresas que le interesan.

Averigüe el perfil del empleado que cada empresa busca a través del site en la red. ¿Cumple con el perfil? Entre en la página web y cuelgue su CV. En caso de no contar con esta opción, diríjase a la empresa e infórmese sobre cómo dejar su CV para ser tomado en cuenta.

Buena comunicación
Es vital saber comunicarse, hacerlo de manera asertiva. Es decir, hablar de forma clara, precisa, con un lenguaje apropiado y manteniendo las normas de cortesía.

También, saber escuchar al interlocutor. Esto se puede lograr dominando los nervios al hablar en público. Si cree que no lo logrará o es una persona tímida y se intimida con solo pensar en una entrevista, practique en casa frente al espejo. Practique varias veces al día, unos minutos y en pocos días obtendrá confianza en sí mismos, fluidez al hablar y autocontrol.

Es preciso no perder el control de la situación. Hablar de forma pausada, articulando cada palabra, respetando las pausas y escuchando con atención al otro.

Año sabático
Es una decisión que no se toma a la ligera, puesto que implica no devengar un salario durante ese tiempo. Sin embargo, si esta modalidad es posible en la organización donde trabaja, puede sacarle provecho. Durante ese tiempo puede aprovechar para hacer un curso de inglés o alemán fuera del país, para lo cual deberá hacer los arreglos - renovación de visa, pasaporte, inscripción- con anticipación. También puede hacer un diplomado en el área de preferencia para lograr aumentar sus conocimientos y mejorar su CV.

Es una opción que implica un gran sacrificio pero que vale la pena explorar.

mpino@eluniversal.com
Marilin Pino A.
EL UNIVERSAL

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Relación entre visión personal y liderazgo

La Visión Personal es una de las características distintivas del Liderazgo y de toda persona comprometida con su crecimiento personal y profesional, es decir de todos aquellos que encaran su vida desde el autoliderazgo.

El consenso sobre la importancia que implica el concepto de Visión, puede verificarse en el hecho de que la mayoría de los libros que se han publicado en los últimos años sobre temas tan diversos como estrategia, gestión empresaria, liderazgo o trabajo en equipo, de una forma u otra hacen referencia a este tema.

La Visión Personal implica imaginar el destino que queremos construir, crear la imagen de la vida que ambicionamos vivir, proyectar la manera que deseamos ser y lo que nos gustaría hacer. Esta Visión, constituida por los valores, intereses y aspiraciones de cada uno de nosotros, le otorga finalidad y significado a nuestra vida y establece la direccionalidad hacia la cual orientamos nuestros objetivos a corto y mediano plazo. 

Nos indica el camino a seguir y nos aporta inspiración, entusiasmo y compromiso. Nos impulsa hacia adelante y nos brinda la fuerza que nos posibilita encarar los desafíos y superar las dificultades. También nos aporta un lente especial a través del cual observamos el mundo.

Una de las características centrales de la Visión Personal está relacionada con la emocionalidad que la misma genera. Cuando realmente conectamos con nuestros deseos más profundos, cuando nos animamos a darle forma a nuestros sueños, cuando tenemos el coraje de emprender el camino e ir por ellos, se prende la chispa que enciende el fuego sagrado de los visionarios. 

De ahí surge la confianza en nosotros mismos, la fe de llegar al objetivo deseado, la energía para avanzar más allá de los inconvenientes, la perseverancia para insistir y persistir hasta encontrar por dónde.

La capacidad de crear y comprometerse con su Visión Personal es una de las características distintivas de todo líder, emprendedor o creador; de aquellas personas que no se conforman con que las cosas les pasen, sino que hacen que sucedan. Imaginan, crean, generan nuevas realidades y en el camino se reinventan a ellos mismos. Construyen la vida que quieren vivir. 

Dudan y temen como todo ser humano, pero enfrentan sus propias limitaciones y aceptan los desafíos que les propone la búsqueda de sus sueños. Estas características y esta emocionalidad no son patrimonio de seres superiores, sino de individuos comprometidos con el logro de sus objetivos.

Podemos afirmar que es una particularidad distintiva del liderazgo, comprometerse en hacer realidad su Visión y en transmitir esta convicción y mística a la gente que los acompaña. Hay miles de ejemplos cotidianos que corroboran esto que afirmamos, pero si tuviéramos que buscar un ejemplo histórico de cómo la fuerza de una Visión genera una energía individual y colectiva que puede producir transformaciones y lograr grandes objetivos, necesariamente tendríamos que hacer referencia al líder pacifista Martin Luther King.

En su lucha por la igualdad racial en EE.UU., su principal arma fue transmitirle a su gente su Visión y su convicción de que sería realidad si todos se comprometían a lograrla. En un discurso memorable comenzó diciendo “Tengo un sueño” y a lo largo de su alocución fue transmitiendo las características de ese sueño, construyendo en la mente y en el corazón de sus seguidores la imagen de ese futuro anhelado. 

Decía: “Tengo el sueño de que un día mis cuatro hijos vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por su valor como persona”. La fuerza de esta Visión sobrevivió al líder (que fue asesinado un tiempo después) y se constituyó en un importante impulsor del proceso de lucha por la igualdad racial que vivió ese país.

Podríamos preguntarnos ¿De dónde surge el poder de la Visión? ¿Porque despierta pasión y entusiasmo? La Visión representa aquello que deseamos profundamente, lo que le otorga un verdadero sentido y propósito a nuestra vida. Nos impulsa a asumir los desafíos y a enfrentar los contratiempos. Nos convierte en invencibles aun en la derrota.

La posibilidad de hacer realidad nuestros mayores anhelos es lo que, en definitiva, justifica nuestra existencia. Estar conectados con nuestra Visión nos permite desplegar las fuerzas que anidan en nuestro corazón.

Para que efectivamente cumpla este rol de centralidad en nuestras vidas, es importante considerar cuáles son las características a tener en cuenta en la construcción de nuestra Visión Personal.

Cuanto más clara y precisa sea la imagen del futuro deseado, mayor poder tendrá. Cuanto más “real” sea la representación que tengamos en nuestra mente de cómo nos veremos cuando logremos nuestro objetivo, más fuerza de atracción e impulso producirá en nuestro interior. 

Estas representaciones actúan como una programación interna que desencadena los mecanismos, estímulos y sensaciones necesarias para actuar en forma efectiva en función del objetivo establecido.

Walt Disney decía “Si lo puedes soñar, lo puedes hacer”. Es que, si reflexionamos, nos daremos cuenta que todo sucede dos veces. Primero acontece en nuestra mente y luego lo llevamos a la acción y lo hacemos realidad. 

A tal punto esto funciona así, que muchos entrenadores han incorporado como parte del adiestramiento de deportistas y atletas, esta técnica de crear una poderosa imagen mental donde se visualizan logrando una excelente perfomance, ganando el partido o la competencia.

El Dr. Denis Waitley, quien trabajó en el entrenamiento de los astronautas en la NASA y luego utilizó este programa con atletas olímpicos, sostiene que: “Cuando visualizas, materializas. Éste es un dato curioso sobre la mente. Entrenábamos a los atletas olímpicos para que realizaran su actuación sólo mentalmente y luego los conectábamos a un sofisticado equipo de biofeedback. 

Era extraordinario porque se activaban los mismos músculos y en la misma secuencia cuando realizaban la carrera mentalmente y cuando la hacían en la pista. ¿Cómo es posible? Porque la mente no puede distinguir si lo estás haciendo realmente o si es sólo una práctica. Si has estado ahí mentalmente, estarás allí con tu cuerpo”.

Para que la Visión efectivamente actúe como una fuerza movilizadora hacia el destino deseado, debe consistir en algo relevante y valioso para la persona. Obviamente que el juicio de valor es algo particular que cada uno realiza para sí mismo. Lo que es valioso para uno, puede no significar nada para otro. 

Alguien puede verse recorriendo el mundo y conociendo distintas culturas, otro realizando tareas sociales o al frente de una institución y algún otro viviendo en la montaña y escribiendo una novela. Robert Fritz afirma que: “No importa lo que la Visión es, sino lo que la Visión logra”, y para que la Visión adquiera este efecto estimulante y brinde concentración y energía para la acción, debe representar algo profundamente sentido y valorado por la persona. 

Algo que a su vez resulte desafiante y motivador. Puede ser que la Visión vaya cambiando o transformándose con el devenir del individuo, pero lo importante es que posea la mayor relevancia para cada etapa de su vida.

Establecer una Visión es un hecho de esperanza y coraje. Toda nueva realidad tiene su gestación en una Visión, en alguien que imagina un futuro deseado para poder empezar a construirlo. La convocatoria a crear estos nuevos mundos es el hecho fundacional del liderazgo. 

Si por temor, falta de autoestima o miedo al fracaso le disminuimos relevancia e intensidad a nuestra Visión y sólo nos proponemos un objetivo de menor cuantía, éste se transforma en una obligación más, en algo que tenemos que hacer por necesidad. 

Ahí queda desdibujada nuestra Visión y ya no ejerce su rol de proyectarnos e impulsarnos al futuro. Miguel Ángel afirmaba que “El peor peligro no es que nuestra meta sea muy alta y no la alcancemos, sino que sea muy baja y la logremos”. Es preferible tropezar, caer y volver a levantarnos pero saber que estamos en nuestro camino, que llegar sin contratiempos y muy prolijamente a un destino que no es el nuestro.



Cómo salvar las trampas de una entrevista de trabajo

Cuatro de cada cinco candidatos no supera con éxito la entrevista de trabajo. Saber venderse en tiempo récord no es fácil. Los expertos aseguran que prepararse para responder a las preguntas más comprometidas puede ser la clave para salir airoso.

Un seleccionador puede hacer preguntas del tipo: ¿Por qué dejó su anterior puesto de trabajo?, ¿Cuánto espera cobrar?, ¿Por qué ha decidido trabajar con nosotros? El candidato debe cuidar al detalle cada una de las respuestas, ya que un fallo puede cerrarle las puestas del puesto al que aspira.

Randstad y Michael Page proponen una serie de consejos sobre cómo hacer frente a las cuestiones difíciles:

- ¿Qué conoce de nuestra empresa?: Es la típica pregunta de apertura de una entrevista laboral y también es la mejor oportunidad para demostrar el interés en la compañía y el puesto.

- ¿Qué puede aportar a nuestra organización?: Es recomendable que el demandante enumere las habilidades que puede aportar al puesto en función de su experiencia y formación. Destacar la capacidad de adaptación, la motivación y las ganas de mejorar.

- ¿Por qué quiere dejar su actual puesto?: Hay que ser breve, discreto y evitar las críticas negativas a su actual o anterior empresa. La contestación se debe centrar en el deseo de mejorar y evolucionar profesionalmente.

- ¿Cuál es su mejor cualidad?: Conviene resaltar los puntos fuertes del candidato. Las cualidades mejor valoradas son la flexibilidad, la motivación y el compromiso.

- ¿Cuál es su mayor defecto?: El aspirante debe ser astuto y describir un defecto que a la vez sea una aptitud positiva. Por ejemplo, «ser demasiado perfeccionista» o «involucrarse demasiado en el trabajo».

- ¿Cuál es el momento más difícil al que se ha enfrentado en su actual puesto?: Lo más recomendable es demostrar con situaciones concretas aquellos retos que el profesional ha tenido que afrontar.

- ¿Qué haría si estuviera en desacuerdo con su jefe?: Esta cuestión pretende averiguar el grado de conflictividad del candidato, así que la mejor opción es mencionar la capacidad de asumir las diferencias.

En ocasiones, el entrevistador no permite responder de forma diplomática, sino que insiste en la pregunta para conocer lo que realmente piensa el candidato. Ana Zayas, executive manager de Page Personnel, recomienda «ser sincero, pero tener preparada la argumentación para defender ese punto conflictivo».

Además de prepararse cómo responder a las preguntas comprometidas, el solicitante debe ir adaptándose al rol adopta su entrevistador. Los más comunes son:

- Agresivo: Realiza preguntas intimidatorias para evaluar la resistencia a la frustración.

- Operativo: Está interesado en los conocimientos técnicos del aspirante y si se ajustan a la plaza vacante.

- Psicológico: Quiere averiguar la personalidad del candidato, su capacidad para integrarse en un equipo de trabajo y resolver problemas.

- Amigo: Genera un clima de confianza para que surja un sentimiento de empatía y que fluya mejor la comunicación. Por ejemplo, realizar bromas puede ayudar a que el aspirante se relaje.

Aunque durante esta prueba el reclutador puede ir adoptando diferentes roles, según Almudena García, consultora senior de Randstad: «El perfil del empleador depende de su propia personalidad. Es inevitable que sus valores y opiniones influyan en la percepción acerca de los demandantes». Para evitar que esa situación provoque el efecto no deseado, recomienda tratar de empatizar con el entrevistador y adecuar el discurso a lo que busca.

Independientemente del nivel de preparación de un candidato para una entrevista, las empresas solicitan cada vez un mayor nivel de formación y buscan habilidades muy específicas.

A pesar de que las empresas reclaman un alto nivel en idiomas a sus trabajadores, según la encuesta El inglés en la vida laboral, elaborada por Vaughan Systems a estudiantes, profesionales en activo y desempleados, el 47% de los españoles asegura haber perdido una oportunidad de trabajo por no dominar otras lenguas. Richard Vaughan, presidente y fundador de la firma, asegura que «a quien no tiene fluido un nivel de idiomas se le cerrarán la mitad de las puertas profesionales».

Por otro lado, Hays ha elaborado un estudio sobre las cualidades más valoradas por las compañías a la hora de contratar personal:

- Idiomas: Son imprescindibles para conseguir la mayoría de los puestos. Muchos reclutadores dan por sentado que el demandante sabe inglés, así que es preferible dominar un segundo idioma.

- Capacidad de adaptación:
Esta cualidad es básica es algunos puestos ejecutivos. Los empresarios estiman la alta tolerancia a adoptar cambios y adaptarse a ellos.

- Lealtad.

- Polivalencia.

- Habilidad financiera y presupuestaria.

- Proactividad: Los trabajadores que toman iniciativas en proyectos creativos y se implican.

- Capacidad de negociación.

- Habilidades interpersonales: Son muy necesarias para generar un clima positivo y una comunicación fluida. Esta cualidad también se refleja en la relación con los clientes y proveedores.

- Capacidad de innovación: En algunos sectores está especialmente valorada. Por ejemplo, en las áreas industriales y farmacéuticas.

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