Publicado en Levante
Pepi Bohigues
Las excavaciones arqueológicas en las torres del segundo albacar del Castillo de Cullera (datado en el siglo XII) han sacado a la luz importantes descubrimientoscomo cerámica y restos de animales que se usaron para consumo doméstico y que, a falta de unos estudios más exhaustivos, se datarían entre el siglo I y II a. C., según explica el arqueólogo municipal, Quique Gandía. "Los restos corresponden a época romana antigua, época imperial o republicana. Es material de arrastre que proviene de arriba de la montaña", pero al descender "topó con la torre y se quedó allí", explica.
Poblado romano
Este descubrimiento hace pensar a los expertos que "podría haber existido un asentamiento romano por arriba de la Torre del Racó, en una zona en que la montaña forma una pequeña llanura" que se trataría de un asentamiento de población civil y no militar, porque la cerámica corresponde a utensilios de cocina.
Ahora se está pendiente de que los restos se analicen más detalladamente. Los hallazgos romanos hasta ahora en Cullera eran de época más moderna, entre el siglo IV y VI a.C., y correspondían a un cementerio de la parte superior de la calle 25 de Abril (muy cercana a las torres excavadas), una fábrica de salazones y una taberna situadas en la calle Agustí Olivert.
Además, en la Torre del Racó se han hallado restos de época íbera, pero Gandía dice que estos hallazgos "son más residuales" y podrían provenir de l'Alt del Fort, situado en la cima de la montaña y donde ya hace años se hallaron restos íberos.