Publicado en La Opinión de Murcia
Mar Gómez
El cerro del Molinete no deja de sorprender, ni siquiera a los arqueólogos que conocen al mílimetro cada uno de sus rincones. El último hallazgo ha sido un fragmento de la muralla que previsiblemente construyó el general Escipión cuando tomó la ciudad en el siglo II antes de Cristo. Ni siquiera se sospechaba que estaba allí, pero un hecho inesperado, la caída de parte del lienzo del Deán provocada por las abundantes lluvias de enero, la dejó al descubierto.
«La documentación existente decía que aquí había restos de viviendas indígenas del siglo II antes de Cristo, de época púnica. Al caer parte de la muralla del Dean descubrimos esta construcción, que previsiblemente hizo Escipión. Él entró a la ciudad por la zona norte del Molinete y lo primero que hizo fue reforzar las defensas. Este lienzo tiene una estructura parecida a la de la Muralla Púnica», explica María José Madrid, directora de las excavaciones arqueológicas del cerro.
Esta muralla se está consolidando y rehabilitando para formar parte del parque arqueológico del Molinete, que está llamado a convertirse en uno de los más importantes de Europa tanto por su extensión de más de veinte mil metros cuadrados, como por su situación en pleno centro histórico de la ciudad.
La muralla de Escipión se integra dentro del parque que se está construyendo en la zona, al igual que los dos molinos que se están rehabilitando y los restos arqueológicos de viviendas púnicas, de un templo itálico de los siglos II a I a. C. y al templo de Atargate, divinidad siria de la salud, que data del siglo III antes de Cristo.
El templo de Atargate se ha identificado gracias a una inscripción que hay en el suelo y en la que se puede leer de forma parcial: «Atargate. Salute et eo melius».
Estos restos se están recuperando y tratando para que los visitantes del parque arqueológico puedan disfrutarlos. «La idea es que haya elementos explicativos que permitan a los visitantes conocer lo que están viendo sin necesidad de guías. Las murallas se van a consolidar para que no sea necesario cubrirlas y que de esta forma los visitantes puedan contemplarlas directamente», explica María José Madrid.
El hallazgo del lienzo de Escipión no ha sido el único, ya que los arqueólogos también han localizado un baluarte de la Muralla del Deán que ha obligado a modificar por completo los accesos al parque. «Antes la cota de entrada iba a ser más baja y hemos tenido que subirla para poder recuperar este baluarte, que se protegerá con una estructura de cristal que permitirá al público contemplarlo desde arriba», explica el concejal de Urbanismo, Joaquín Segado.
Junto a este baluarte se construirá una plataforma que recreará a las de artillería del siglo XVII y que contará con dos cañones de la época.
La construcción del parque marcha a buen ritmo, aunque los hallazgos han obligado a modificar el proyecto en varias ocasiones. La fecha de
finalización de las obras no se ha fijado, «ya que lo primero es garantizar que se va a hacer bien», añade Segado.
El parque contará con tres entradas por las calles San Fernando, Honda y Maestro Francés.
En principio se está preparando para que se pueda cerrar por las noches, aunque el Ayuntamiento todavía no ha tomado una decisión definitiva.
El parque contará con un bar y con un área de juegos infantiles. «La idea es que sea un espacio que los ciudadanos disfruten. No que vengan a visitarlo un día y después no vuelvan», señala Segado.
De momento habrá que esperar a que los trabajos finalicen.