Para asegurar la protección y el fácil transporte de las pertenencias durante la mudanza es preciso saber empacarlas. No se puede aplicar la vieja técnica de ir metiendo en cajas lo primero que vaya encontrando, todo en un mismo contenedor; la tarea puede ser más simple y organizada.
Si se guardan de forma ordenada puede que lleguen en perfecto estado a la nueva casa, pero no necesariamente habremos aprovechado al máximo el espacio de almacenamiento.
Por otra parte, hay que llenar las cajas con el peso adecuado, de modo que podamos levantarlas y cargarlas fácilmente.
Organizar las cajas
Al seleccionar las que tengan el tamaño adecuado al contenido evitaremos que se dañen o se rompan. Las grandes no son mejores que las más pequeñas o las medianas para maximizar el espacio.
Con las cajas más pequeñas nos vemos obligados a conservar más espacio; además pueden soportar un peso mayor. Lo idóneo es empacar los artículos pesados en las pequeñas y los más livianos en las más grandes.
También se pueden guardar primero los objetos más pesados y luego los más ligeros.
Si son artículos delicados, conviene cubrir el fondo de la caja con bolitas de papel periódico, tela o bolsas de bolitas de anime.
A fin de evitar que las cajas se abran o se rompan, se recomienda reforzarlas con cinta para embalar, tanto en la parte superior como en la inferior.
Ropa
Dependiendo de cuántas personas conformen la familia, transportar la ropa puede representar un volumen importante durante la mudanza.
Lo habitual es meterla en maletas de viaje, pero como no tendrá suficientes para guardarla toda, será necesario empacar el resto en cajas o bolsas de plástico bastante grandes.
La mejor manera de aprovechar el espacio tanto en maletas como en cajas es enrollando cada pieza. En vez de doblarlas de la manera clásica, haga rollitos y colóquelos uno al lado del otro, lo más apretados posible.
Cubra la base y repita el procedimiento, formando capas hasta llenar casi todo el espacio. Así cabrá más ropa y no necesitará tantas cajas.
Las prendas de vestir como chaquetas, abrigos y suéteres gruesos no se enrollan fácilmente. Extiéndalas sobre los rollitos de ropa antes de cerrar la maleta o caja.
Artículos frágiles
La ropa no sufrirá daño alguno aun cuando vaya metida toda junta y apretada en una caja. Sin embargo, no sucederá lo mismo con la vajilla, la cristalería y otros objetos que se quiebran fácilmente.
Ante todo, hay que envolver cada pieza con papel plástico de burbujas y sellarla con cinta para embalar, para evitar que choquen entre sí y se hagan pedazos durante la mudanza.
Platos, tazas, copas y vasos.
Tienen que ser empacados por separado y con mucho cuidado. Los platos no pueden colocarse unos encima de otros dentro de la caja. Métalos verticalmente, igual que como se ponen en la rejilla del lavaplatos para que se escurran. Así serán más resistentes a cualquier golpe.
Haga un colchón de papel periódico en cada caja y guarde las copas, las tazas o los vasos, previamente envueltos -de pie- tal como se disponen en la mesa.
Coloque una lámina de anime o cartón encima y vuelva a cubrir con papel kraft para embalar, cartón corrugado o simplemente periódico arrugado. Repita la operación con los objetos hasta llenar las cajas y cubra otra vez con papel.
Identifique las cajas con la palabra "FRÁGIL" en varias de sus caras, para que sean manejadas cuidadosamente.
Indique cuál es el lado superior para mantenerlas siempre boca arriba.
Espejos
Como medida de precaución, conviene reforzar la parte frontal de cada espejo con tirro, formando una "X" de extremo a extremo. En caso de que se llegue a partir uno, la cinta adhesiva mantendrá los pedazos juntos.
Los espejos pequeños deben estar envueltos en plástico burbuja y empacarse en cajas también pequeñas. Para los grandes, es preciso que los protejas después de envolverlos con láminas de cartón corrugado o anime cortadas a la medida y posteriormente sellarlos con cinta adhesiva por todos los bordes.
Marque cada empaque con la palabra "VIDRIO" para evitar que alguien los deje caer. Se recomienda transportarlos de canto.
Libros
En el caso de los artículos más pesados como los libros, utilice cajas pequeñas de modo que no pesen mucho al cargarlas y puedan transportarse o moverse con facilidad. Si bien lo más fácil es empacarlos acostados unos sobre otros, de esta forma ocupará mucho espacio.
Es mucho más práctico embalar juntos los libros que sean del mismo tamaño. Colóquelos parados uno tras otro, en varias hileras. Si sobra espacio arriba, puede guardar otros libros, pero esta vez acostados.
Tomar en cuenta
- Tenga a mano un marcador grueso para colocar el nombre de la habitación a la que pertenece el contenido en cada una de las cajas de cartón. Al llegar a la nueva casa, no coloque las cajas en medio de la sala; lleve cada una al espacio al que corresponden.
- Marque las bolsas con sus pertenencias para que no las confunda con basura.
- Embale una o dos cajas con lo que va a usar los primeros días: sábanas, toallas y pijamas. No olvide cepillos de diente, crema dental, alcohol, analgésicos.
Servio Viloria
Especial para El Universal
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