Morente. Eurovillas VI
Residencial Nuevo Principad0
Los máximos responsables municipales siguen apostando por iniciativas turísticas diferenciadoras y novedosas que potencien la marca Los Alcázares (lo de “marca”, está de moda) dentro de su catálogo Re-typical, que oferta paseos sin bancos. Se ha consolidado definitivamente un proyecto iniciado hace ocho años, endiñándoselo de tapadillo a incautos compradores de viviendas en un residencial abierto: comedores, antes paseo, Río Nalón. Actualmente es punto de convergencia de guiris, liderando la degradación urbana en el Mar Menor: Murcian Beirut en Los Narejos. Semejante despropósito ha sido posible expoliando el mobiliario público de un paseo, cambiando el uso y función, troceándolo y poniéndolo a disposición de unos pocos. Los demás, ciudadanos en general, deben circular por un pasillo de cuatro metros de ancho, sin salirse. Simultáneamente, en el mismo periodo de tiempo, otro espacio urbano viene compartiendo el uso peatonal (paseo marítimo) con el de carril bici sin señalizar. Relax, ejercicio, transporte, caminantes, ciclistas. Todo a la vez, todos juntos, sin control. Este es el segundo gran proyecto alcazareño para promoción turística.
Hace unos años, puede servir de ejemplo 2005, esa joya del Mar Menor, ese paseo que se extiende por la ribera alcazareña (Las Conchas, Carrión, Manzanares,…) estaba reservado para uso peatonal, hasta el extremo de que anualmente se renovaban unos carteles, exhibidos en las farolas, con este mensaje: BICIS NO. También se arreglaban las baldosas rotas. Pero, desde hace un par de años, aquello dejó de hacerse y ahora ya no quedan carteles (ni agentes de la autoridad) que adviertan a los ciclistas de que ese espacio les está prohibido. Tampoco se les llama la atención, ni se les sanciona. Simplemente se les deja circular, despacio o a gran velocidad, a cualquier hora del día o la noche, con mayor o menor presencia peatonal, con cualquier tipo de máquina (paseo, carreras, montaña), serpenteando entre los paseantes, anunciando su presencia con timbre o a voces, poniendo en riesgo de accidente a los mas vulnerables, es decir, a quienes tienen que hacer frente a un posible encontronazo con su cuerpo gentil, ancianos y niños incluidos. Está claro que en este municipio no existe un plan de prevención de riesgos personales. Luego pasa lo que pasa y vienen las “madres mías”.
El pasado día 1 de mayo, como puede corroborar el Concejal de Deportes y Agricultura, el paseo marítimo era un encanto, la envidia de cualquier municipio costero, en cuando a visitantes. Parecía un día de julio, excepto porque las playas no estaban preparadas para el inicio de la temporada. Mucha gente en el paseo y una inaceptable presencia de bicicletas, muchas bicicletas, en algunos casos circulando en grupo, familias enteras, conductores equipados con casco y mochila, a mucha velocidad. No hay quien entienda por qué no se protege a las personas, cuyos mayores y niños buscan el paseo marítimo por seguridad, alejándose del peligro de las calles. Si esto ha sido el primer día de mayo ¿cómo será un fin de semana de agosto? En Los Alcázares hay una excelente red de ciclo vías (carril bici). Hacer la vista gorda en el paseo marítimo, permitirlo todo, compartir/cambiar el uso, no es una iniciativa turística, sino una tremenda irresponsabilidad pública. Los ciclistas están educados, solo hace falta recordárselo de vez en cuando. Por ejemplo: poner los carteles, anunciar sanciones y prevenir/denunciar.
Noticia de última hora. Continúan a buen ritmo las obras de engalanamiento y ornato de la Rotonda del Chino, en la Avenida de la Libertad , incluyendo el azulete entre los colorines. Al propio tiempo, a escasos doscientos metros, los destrozos de las aceras de la Calle Río Arangüín, con riesgo de accidentes personales, permanecen en espera de unas cuantas baldosas, algunos calderos de mortero, un poquito de buen criterio y una pizca de vergüenza torera. La mitad de las farolas siguen apagadas.