Llega el momento cuando tiene que plantearse la posibilidad de jubilarse de la empresa que fundó su abuelo hace tantos años, para comenzar a buscar a la persona que seguirá dirigiendo los destinos del negocio de la familia.
Aunque su sueño sea seguir la tradición y dejarlo en manos de un hijo u otro familiar, es preciso considerar las implicaciones comerciales de la decisión que tome. Tiene que poner en un lado de la balanza sus sentimientos y emociones y en el otro la realidad. Analizar con espíritu crítico la capacidad y conocimientos de quien se presenta como sucesor.
Una decisión objetiva
Antes de poner fin a tantos años de trabajo y dedicación, debe estar seguro de que el candidato posea todas las habilidades y atributos necesarios para seguir conduciendo el negocio de varias generaciones por el camino del éxito. Debe tener la formación necesaria para convertirse en el próximo líder de una empresa que es el patrimonio de toda una familia.
Las probabilidades de tener éxito en la continuidad son más elevadas cuando ha trabajo en otras compañías o en el negocio familiar ocupando cargos gerenciales.
Es importante que se pregunte si otro empleado de confianza, aunque no sea pariente consanguíneo, está más capacitado para relevarlo en la dirección de la empresa y, en ese caso, si dicha decisión puede desatar conflictos.
Presente a todos los clientes, proveedores y otros contactos al nuevo líder
Todo queda en familia
Tarde o temprano, muchas empresas familiares incorporan a los hijos en el negocio. En muchos casos, éstos se inician desde pequeños en las tareas empresariales, colaborando en algunas actividades.
A fin de poner las consideraciones de carácter personal de un lado al momento de considerar el futuro comercial del negocio familiar, asegúrese de reunirse con sus hijos y otros familiares en las instalaciones de la empresa y no en la casa.
Puede que algunos de los participantes estén interesados en tomar las riendas, particularmente quienes ya trabajan allí, mientras que otros podrían tener aspiraciones distintas.
En todo caso, debe haber una comunicación abierta y madura para que tome la decisión más acertada, acorde con los intereses del negocio.
Transición armoniosa
A veces, el traspaso generacional puede ser un proceso difícil, dado que la complejidad del mismo puede hacer peligrar la continuidad de la empresa.
Es en esos momentos cuando afloran intereses personales en conflicto y resentimientos entre los mismos integrantes de la familia.
Para evitar posibles enfrentamientos es preciso garantizar el logro de los objetivos del negocio, por un lado, y, por el otro, las aspiraciones y armonía de las relaciones familiares.
En este sentido, el posible sucesor debe desear –de todo corazón– continuar manejando la compañía y, desde luego, conocer a fondo la cultura corporativa del negocio. Esto con miras a comenzar a trabajar en equipo, velando por el patrimonio de la familia.
El candidato idóneo
-La persona que designe para continuar al frente del negocio debe mantener la misma ética profesional con la que se fundó y reforzar cada día la confianza y armonía entre los parientes que lo integran y los empleados externos al núcleo familiar.
Debe mostrar capacidad de liderazgo y las competencias para dirigirlo exitosamente, así como un compromiso inquebrantable con los intereses corporativos y familiares. Es fundamental que sepa trazar planes comerciales estratégicos como parte de la visión empresarial a futuro, aunque sean diferentes a los que usted ideó cuando en su época asumió el control.
-Hay que reconocer que las habilidades que lo ayudaron a dar continuidad al negocio no tienen que ser necesariamente las mismas que se requieren para que siga avanzando.
-Quien quede al mando debe introducir nuevas ideas y tecnologías para mantenerlo a la par de las empresas del mismo ramo que mueven el mercado, y tener un conocimiento sólido de las ventajas competitivas del negocio. Para ello, tiene que rodearse de personas que aporten los conocimientos y los métodos necesarios para el continuar el desarrollo de la empresa que acaba de recibir.
Servio Viloria
Especial para El Universal
servioviloria@hotmail.com
Aunque su sueño sea seguir la tradición y dejarlo en manos de un hijo u otro familiar, es preciso considerar las implicaciones comerciales de la decisión que tome. Tiene que poner en un lado de la balanza sus sentimientos y emociones y en el otro la realidad. Analizar con espíritu crítico la capacidad y conocimientos de quien se presenta como sucesor.
Una decisión objetiva
Antes de poner fin a tantos años de trabajo y dedicación, debe estar seguro de que el candidato posea todas las habilidades y atributos necesarios para seguir conduciendo el negocio de varias generaciones por el camino del éxito. Debe tener la formación necesaria para convertirse en el próximo líder de una empresa que es el patrimonio de toda una familia.
Las probabilidades de tener éxito en la continuidad son más elevadas cuando ha trabajo en otras compañías o en el negocio familiar ocupando cargos gerenciales.
Es importante que se pregunte si otro empleado de confianza, aunque no sea pariente consanguíneo, está más capacitado para relevarlo en la dirección de la empresa y, en ese caso, si dicha decisión puede desatar conflictos.
Presente a todos los clientes, proveedores y otros contactos al nuevo líder
Todo queda en familia
Tarde o temprano, muchas empresas familiares incorporan a los hijos en el negocio. En muchos casos, éstos se inician desde pequeños en las tareas empresariales, colaborando en algunas actividades.
A fin de poner las consideraciones de carácter personal de un lado al momento de considerar el futuro comercial del negocio familiar, asegúrese de reunirse con sus hijos y otros familiares en las instalaciones de la empresa y no en la casa.
Puede que algunos de los participantes estén interesados en tomar las riendas, particularmente quienes ya trabajan allí, mientras que otros podrían tener aspiraciones distintas.
En todo caso, debe haber una comunicación abierta y madura para que tome la decisión más acertada, acorde con los intereses del negocio.
Transición armoniosa
A veces, el traspaso generacional puede ser un proceso difícil, dado que la complejidad del mismo puede hacer peligrar la continuidad de la empresa.
Es en esos momentos cuando afloran intereses personales en conflicto y resentimientos entre los mismos integrantes de la familia.
Para evitar posibles enfrentamientos es preciso garantizar el logro de los objetivos del negocio, por un lado, y, por el otro, las aspiraciones y armonía de las relaciones familiares.
En este sentido, el posible sucesor debe desear –de todo corazón– continuar manejando la compañía y, desde luego, conocer a fondo la cultura corporativa del negocio. Esto con miras a comenzar a trabajar en equipo, velando por el patrimonio de la familia.
El candidato idóneo
-La persona que designe para continuar al frente del negocio debe mantener la misma ética profesional con la que se fundó y reforzar cada día la confianza y armonía entre los parientes que lo integran y los empleados externos al núcleo familiar.
Debe mostrar capacidad de liderazgo y las competencias para dirigirlo exitosamente, así como un compromiso inquebrantable con los intereses corporativos y familiares. Es fundamental que sepa trazar planes comerciales estratégicos como parte de la visión empresarial a futuro, aunque sean diferentes a los que usted ideó cuando en su época asumió el control.
-Hay que reconocer que las habilidades que lo ayudaron a dar continuidad al negocio no tienen que ser necesariamente las mismas que se requieren para que siga avanzando.
-Quien quede al mando debe introducir nuevas ideas y tecnologías para mantenerlo a la par de las empresas del mismo ramo que mueven el mercado, y tener un conocimiento sólido de las ventajas competitivas del negocio. Para ello, tiene que rodearse de personas que aporten los conocimientos y los métodos necesarios para el continuar el desarrollo de la empresa que acaba de recibir.
Servio Viloria
Especial para El Universal
servioviloria@hotmail.com
