Kon, el felino volador, es el antiguo dios costeño adorado como creador del mundo por importantes reinos como Paracas y Nazca que lo representaban en finos tejidos y bellos huacos policromados.
Era un dios eminentemente volador, no tenía huesos, era rápido y ligero, y podía acortar distancias a su antojo. En sus imágenes más conocidas se le puede ver volando, con máscaras felínicas, pies replegados y portando un báculo, alimentos y cabezas trofeo.
Cuenta un mito que Kon, en los tiempos más remotos, pobló la tierra de seres humanos y los colmó de abundante agua y frutos; pero sus criaturas olvidaron pronto las ofrendas que le debían al padre creador. Kon los castigó quitándoles las lluvias y transformando las fértiles tierras en los inmensos desiertos costeños. Kon sólo dejó algunos ríos para que con mucho esfuerzo y trabajo los humanos puedan subsistir.
El dios Kon fue el creador de esa primera generación de hombres que poblaron la tierra pero un día fue vencido por el dios Pachacamac quien los convirtió en monos, zorros, lagartos para luego crear una nueva generación de seres humanos.
Arturo Gómez Alarcón
Licenciado en Educación por la UNMSM.
Profesor de Historia desde 1998