Publicado en Granada Hoy
Entrevista realizada por Elena Llompart
El reconocido arqueólogo catalán de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, que ha participado en las excavaciones de Atapuerca, dirigirá en septiembre los trabajos en Fuente Nueva 3 y Barranco León
-Tras tres décadas de polémicas y desencuentros entre científicos y políticos, por fin vuelven las excavaciones a Orce. ¿Es consciente de la expectación que se generará durante estos dos años de campaña?
-Esperemos que así sea. Nuestra intención es que el trabajo científico que hagamos tenga también la repercusión social. Que en Orce y Guadix, en todo el Altiplano granadino, podamos realizar un trabajo científico sistemático y bien llevado y que tenga su correlato y divulgación en el entorno social. Y que la sociedad de esa región pueda hacer suyo el proyecto y pueda crecer con él.
-En vista de las ganas y expectativas que tiene, ¿cómo se siente?
-Por supuesto que tengo ganas, si no, no me habría metido en esto. Si el Instituto catalán de Paleontología Humana y Evolución Social considerara que Orce no es un conjunto de yacimientos importantes y destacados a nivel mundial, no lo haríamos. Si estamos allí es para trabajar, para que nuestra aportación sirva para la investigación a nivel europeo y social y en la región del Altiplano. Y sobre todo, ojalá que estemos allí tantos años como sea posible. Tenemos por delante un proyecto de dos años pero de verdad que esperamos poder renovarlo.
-¿Cuáles son los valores singulares de Orce desde el punto de vista arqueológico?
-Se trata de un conjunto de yacimientos que hoy en día son únicos en Europa. Allí es donde tenemos los dos yacimientos más antiguos del oeste de Europa, como Fuente Nueva 3 y Barranco León: conjuntos ricos, bien conservados y que nos permiten estudiar la primera ocupación humana de nuestro continente.
-Y ¿desde el punto de vista geológico?
-Por lo que se refiere a la geología, la Cuenca de Guadix-Baza (ya no sólo Orce) es un entorno único en Europa, un entorno lacustre, muy bien sedimentado, muy bien conservado, con numerosos registros y yacimientos que nos permiten no sólo conocer esta humanidad más primitiva, sino trazar toda su evolución a lo largo de más de un millón de años.
-¿Tan bien conservados como los yacimientos de Atapuerca, donde usted ha trabajado?
-Sí, la diferencia es que los de Atapuerca están conservados en cuevas, que son entornos más cerrados y tienden a preservarse mejor porque no hay ríos ni lagos y, sobre todo, porque son entornos acotados, unos metros cuadrados restringidos. En cambio, un entorno al aire libre puede tener centenares de metros cuadrados, a veces miles, pero también resultan más difíciles de encontrar.
-¿Qué similitudes hay entre Orce y Atapuerca?
-En conjunto también tenemos en Atapuerca yacimientos de un millón trescientos mil años, como es la sima del elefante. Nos permite también conocer esta humanidad primitiva. Y la comparación nos permite ver, por un lado, cómo los humanos se adaptaron a una zona pluvial como es la de Atapuerca y, por otro, cómo se adaptaron a una gran cuenca, lacustre y con sus periodos de aridez y sequía, como es el caso de Guadix-Baza.
-El Instituto de Paleocología Humana y Evolución Social ha concluido en un informe reciente que los homínidos llegaron a Orce y a Atapuerca por el clima.
-No, nosotros no barajamos condiciones climáticas que hicieran que los humanos llegaran a Europa. Más bien planteamos que fuera a causa de la competencia entre diferentes grupos humanos que hicieron que los recursos en África disminuyeran. Por ello algunas comunidades requirieron la expansión y la búsqueda de otros recursos. Pensamos que fue esto lo que llevó a los humanos hacia Europa y Asia.
-¿Y si esa crisis de recursos fuera causada por el clima?
-Eso es algo que habrá que demostrarlo. Lo que sí es cierto es que el clima en Europa es distinto al de África, es un clima con estacionalidades; no hay zonas tropicales... Todo esto tiene su importancia. Pero, dentro de Europa, por otra parte, la zona mediterránea es la más templada, estable y rica.
-¿Será difícil o imposible encontrar restos humanos en Orce?
-No. No es imposible. Si en el este de África se han encontrado numerosos restos humanos, también en la zona de Orce deben encontrase. Hace falta una investigación sistemática, no cejar en el trabajo, hacerlo de forma continua, anualmente, sin interrupciones y con la participación de un equipo amplio y bien adiestrado. Eso es lo que se requiere.
-Respecto al fragmento craneal que apareció en Venta Micena y que dividió a la comunidad científica internacional, ¿cuál es su opinión? ¿Hay un gran número de expertos que defienden aún la teoría de Gibert de que ese fragmento pertenece al primer hombre de Europa ?
-Son muy pocos los expertos que mantienen que ese fragmento craneal sea un resto humano. La mayoría de los expertos de España y a nivel internacional están convencidos de que se trata de otro tipo de animal, de un herbívoro. Por lo tanto, la mayoría está en esa posición. Y yo, aunque no soy experto en fósiles humanos, sí que tengo mucha confianza en los compañeros y colegas de muchas universidades con las que he trabajado y sigo haciéndolo y todos ellos señalan que no es humano.
-¿Ha trabajado usted con Gibert? Creo que alguno de los compañeros de su equipo forman ahora parte del suyo.
-En su momento tuve relación con Josep Gibert , pero fue una relación muy corta y no trabajamos nunca juntos aunque nos conocíamos. En este nuevo proyecto lo que hemos hecho es recoger el trabajo realizado por numerosos investigadores, algunos de los cuales están en nuestro instituto de investigación de Tarragona, al tiempo que hemos mantenido en el equipo a la gente que últimamente ha estado trabajando en el proyecto de Orce. Evidentemente ellos siguen.
-¿Qué opinión le merece la labor que desempeñó el paleontólogo?
-Siempre he defendido que la labor, en su momento, de Gibert fue pionera. Permitió poner a Orce en el mundo. Los dos yacimientos en los que vamos a trabajar, Barranco León y Fuente Micena 3, son el legado de Gibert y aunque él se equivocara, todos lo hacemos y estamos sometidos al error. El hecho de que en algún momento se equivocara no significa que no hiciera nada bien. Todo lo contrario.
-Lo cierto es que tuvo su impacto.
-Sí, socialmente ha tenido su impacto y científicamente ha puesto en manos de la comunidad un yacimiento paleontológico importante como Venta Micena, aunque no tiene presencia humana, y dos yacimientos con presencia humana como Fuente Nueva 3 y Barranco León. Ese es su legado. Y a mi me parece que querer mantener la discusión está ahora fuera de lugar.
-¿Considera que a veces las decisiones políticas a la hora de autorizar o no algunas excavaciones se escapan o no tienen una base científica o, por el contrario, es algo que está muy medido?
-La sociedad está gobernada por los entes políticos y por la administración, son lo que deben administrar el patrimonio. El patrimonio no es competencia de agentes privados ni es propiedad de nadie en particular, sino de los estados. En todo el mundo es así, no sólo en occidente. Es el Estado el que distribuye las competencias para realizar la actividad científica. Esa es la realidad y hay que mantenerla. No podemos, desde posiciones privadas, encasillarnos en contra de la administración, lo que sí hay que exigir es que esa administración mantenga sus criterios, principios y, sobre todo, una investigación de calidad.
-Un deseo para Orce.
-Que se mantenga el trabajo, que no se pare ni haya más tramos anuales sin excavación, seamos nosotros u otros los responsables. Decidir eso es competencia de la administración en función de la calidad de los equipos. Nosotros hemos sido capaces de presentar un equipo competente y potente y esa es la razón por la que nos han cogido para esta tarea.