El sábado estuve con unos escoceses que decían que Alemania es el país más americanizado de Europa. Los alemanes que estaban en la sala (y yo mismo) les afeamos el comentario, viniendo precisamente de unos hijos de la Gran Bretaña.
Familia típica según Botero
Aunque no les falta parte de razón. No creo que los alemanes esten americanizados. Sí es cierto que, sobre todo desde que está Merkel de canciller, se van acercando más al modelo capitalista gringo. Pero no iban por ahí los tiros, sino por los restaurantes de comida rápida. Hay McDonalds y BurgerKings a patadas. En las estaciones de S Bahn hay casi siempre uno cerca; ¡en Alexanderplatz hay tres McDonalds! Y no sólo en plan restaurante como los de España, sino pequeños de recoger las hamburguesas y seguir tu camino.
De todos modos, pasan bastante desapercibidos. Porque hay algo mucho peor, una auténtica plaga que encuentras en cada esquina de Berlín. No puedes andar más de 5 minutos sin sentir su olor, sin ver 2 o 3: los kebabs.
¡Y es que hay miles! Cualquiera que haya pasado más de media hora en esta ciudad lo puede asegurar. ¡Están por todas partes! El rollo de "carne" de "cordero" típico, girando alrededor de la parrilla eléctrica, es una imagen grabada a fuego en mi retina por cada vez que sentí el pinchazo del hambre y sólo tenía unas monedas sueltas en el bolsillo.
Porque otra cosa no, pero es barato. Eso le repito a mi organismo cada vez que lo vuelvo a castigar con un kebab. Los precios varían entre los 3 € y el 1'50. Cualquiera que pague más esta siendo timado. Cualquiera que pague menos es un incosciente.
El tamaño del bocadillo es generoso. Le suelen añadir lechuga, cebolla, tomate y pepinillo. Además tienes tres salsas: la blanca, la naranja y la roja. ¿De qué están hechas? Nadie lo sabe, pero la roja pica un poco.
Este plato corona la comida más vendida de Alemania. Les pirran los kebabs a los alemanes; no sólo porque realmente no saben mal, sino porque, según dicen, es un alimento muy completo. Dicen también que fué inventado por un inmigrante turco en Berlín, mientras los turcos aseguran que en Turquía no los venden.
De todos modos, no solo de kebab vive el hombre. En general, los puestos de kebabs se encuadran en lo que esta gente llama "Imbiss", que traducido al español, sería algo así como tentenpie o comida entre horas. Las tapas alemanas, vamos. Podemos encontrar, además de lo ya mecionado, los chinabox (una caja llena de fideos chinos y cosas indeterminadas), los trozos de pizzas para llevar (genial invento) y las curryburst, segundo pilar alimenticio de la comida basura de Berlín.
Este plato es de lo más sencillo. La genialidad está en servir una Bratburst (salchicha a la parrilla) con ketchup y curry en polvo. Se puede acompañar de un panecillo y/o patatas fritas (con aún más curry). Fue inventado también en Berlín, y está tan ligado a la ciudad, que le abrieron un museo hace poco (¡y cuenta con un simulador de Curryburst!).
Así que ya veis amigos, te puedes poner hasta arriba de comida basura en Berlín. Tal vez los escoceses no iban tan desencaminados. ¿Que habrá ocurrido con la dieta alemana, sana y tradicional?
Por cierto, si comes muchos kebabs, curryburst y bebes mucha cerveza...
¡Esto te pasará!
(Gracias Osama por el retoque)