El GEZ o cómo empecé a evadir impuestos

Ayer me llegó una carta a casa. Normalmente sólo se acuerdan de escribirme el banco y la compañía de internet (estos últimos sobre todo desde que decidieron unilateralmente cobrarnos 13 € más al mes by the face). Pero esta vez eran unos nuevos: la gente del GEZ.

¿Y qué es el GEZ? Es un acrónimo de Gebühreneinzugszentrale. Para los que no sepan alemán, significa “Oficina principal de tasas” y se pronuncia Geburhzgdsljhsaaldbkhle. Dicha oficina se encarga de recaudar fondos para financiar las radios y televisiones públicas de Alemania.

¿Y por qué me han escrito y , lo que es mas grave, podría ser este hecho mínimamente interesante para ti, querido lector? Pues es que estos señores pretenden cobrarme el impuesto sobre radio y televisión. ¡Impuesto sobre radio y televisión! ¡Pero serán mangantes estos! Atención a lo que me pone en la carta:

Estimado Señor S. C. (hijosdeputa, para cobrarme los impuestos si que saben escribir bien mi nombre)

Nos ponemos en contacto con usted para informarle que no hemos podido encontrarle en nuestras bases de datos, si bien usted esta empadronado en Berlín. (…) Le recordamos que debe registrar en nuestras oficinas cada aparato de la lista a continuación, y deberá abonar las cantidades indicadas para cada caso:

Radio, PCs, PDAs, MDAs, UMTS y su puta madre: 5,76 € mensuales

Televisión 17,98 € mensuales.

En caso de estar en posesión de cualquiera de estos aparatos y no haberlos registrado, podría ser objeto de una denuncia por la que debería pagar una multa de 1000 €.

Atentamente GEZ

Tal vez me esté precipitando con la historia. En resumidas cuentas, cada ciudadano de Alemania poseedor de cualquiera de los aparatos de la lista debe pagar este impuesto mensual, salvo estudiantes y parados. La gracia está en que este impuesto, en vez de descontártelo de la nómina, debes ser tú el que voluntariamente mueva el culo para registrarse y pagar con una sonrisa de nalga a nalga.

Y claro, ahora vienen los espabilados. Si no me registro ¿no pago? Pues si y no, y aquí es donde entran las leyendas urbanas. Según cuentan, esta gente tiene empleados que se dedican a ir por las casas comprobando los que pagan y los que no, intentando colarse en los pisos con las excusas más inverosímiles o, incluso, mirando por las ventanas desde la calle para ver si tienes algo. Así que recuerda las sabias palabras de tu madre ¡nunca abras la puerta a desconocidos! La mayoría de los estudiantes no pagan nada de nada, aunque les lleguen cartas de aviso una detrás de otra.

Valga como ejemplo esta historia que encontré por internet:

Varias amonestaciones llegaron a la Parroquia católica de Santa Walburga, en las afueras de Münster, instando de forma imperativa a la Sra. Walburga St, que registrara sus aparatos de radio y televisión como lo marca la ley y pagara el importe correspondiente, de lo contrario sería castigada con una multa de hasta 1.000 euros.

El Padre de la parroquia, Karl Terhorst, se tomó las cosas con humor. Comprendiendo que a los recaudadores se les había pasado la mano, decidió responderles como lo haría la patrona si viviera. En el nombre de la Santa Walburga envió una carta a la oficina recaudadora, Gebühreneinzugszentrale, GEZ, dirigiéndose a ella como si fuera también una dama:

Estimada Sra. Gebühreneinzugszentrale:

"Nací en el año 710, cuando aún no había radio y televisión. Puedo entender que en tiempos de estrechez, se sigan las pistas de todo evasor. Pero el que ya no tengan reparo en poner en la mira ni a los santos, eso sí me hace sentir algo triste".

La Santa Patrona se mostró sin embargo cooperativa, diciendo estar dispuesta a hacer sacrificios, tal vez los creyentes podrían evitar que terminara en la cárcel. En todo caso, concluye su misiva invitando a la señora recaudadora a visitarla. "Tal vez podríamos aclarar el asunto en este tranquilo lugar, pues me parece que ahí en su GEZ, todo transcurre con prisas".

(Visto en DB-World.de)

Los muy cachondos de GEZ publicaron la carta y todo:

Traducido significa “Encontramos a todo el mundo, tarde o temprano”

Lo mejor de todo es que este impuesto se justifica en su página web como “una forma de traer los mejores programas de televisión sin anuncios”, cuando finalmente tienen un montón de publicidad y programas como “Gran Hermano”. Me pregunto qué pasaría si pusieran un impuesto de casi 20 € en España por ver la TV. La revolución.

PD: No quiero despedirme sin pedir perdón por esta temporada de sequía en el blog (pero ando liadísimo) y sin dejar de recomendar el nuevo blog de Joao Walker: Con una hora menos y dos copas de más.