Desconsuelo amoroso


"El medio más seguro de no llegar a ser muy infeliz, es no pretender ser muy feliz".

Carlota ha venido esta tarde bastante descompuesta. ¿De dónde - se pregunta desconsolada- ha sacado ella, ese deseo repentino de hacer eterno lo pasajero?.

- Qué me autoriza a poner en una cara hermosa, en un cuerpo sexi, ese caudal tan enorme de emociones y expectativas. El amor es como el fuego que devora los leños de los que nace, la concentración en el objeto amado y el afán de posesión, son siempre los venenos que terminan por matarlo.
- También yo,-dije- he tenido que aprender a la fuerza, que nada hay indiferente a la pasión, se puede gozar con una nadería y se sufre con menos todavía.
- Cuando no la agitan las pasiones mi vida es aburrida, incluso insulsa. Pero cuando la agitan, tarda bien poco en volverse dolorosa. Temo que las únicas personas felices, sois aquellas a las que os ha correspondido una demasía de intelecto. Sobre todo, si las circunstancias os permiten llevar, junto a la vida real, una vida intelectual o artística, que os ocupa y entretiene continuamente de manera no dolorosa y sin embargo muy viva.
- Quizá sea todo mucho más facil... Habrá que creer lo que decía Ramón Gómez de la Serna: “La felicidad consiste en ser un desgraciado que se sienta feliz"