Septiembre movilizado
(Fuente imagen: HoyTecnología)
Las empresas de distribución comercial (fuente: Colpisa) pretenden entrar en el mercado de la telefonía móvil como Operador Móvil Virtual (OMV). Siguiendo la pauta que marcó Carrefour en octubre de 2006, con la infraestructura de la operadora Orange, Eroski pretende hacer lo mismo con Vodafone y El Corte Inglés con la infraestructura de Telefónica Móviles. A todos ellos también se les unirán, de vuelta de las vacaciones de verano, tanto British Telecom y la OMV de Globalia, Pepe Mobile. (Fuente: Expansión)
Con más de 48 millones de líneas de telefonía móvil (107,69% de la población total, según CiberSur) y más de 3,5 millones de cambios de operador durante 2006, las nuevas OMV van a tener una cuota de mercado muy restringida. La única forma que van a tener de ganar mercado va a ser mediante el sistema de portabilidad o buscando nuevos nichos (como Lebara Mobile y Happy Móvil, de The Phone House, con los inmigrantes o bien como hacen los propios operadores con los niños). Los cálculos más sensatos apuntan a la portabilidad un 8% de cuota de mercado a finales de este año. Y eso que tan sólo en junio de 2007 las operadoras se intercambiaron un total de 300.146 números de telefonía móvil. En los 6 primeros meses del año ya llevamos 2.241.442 móviles que se pasan de uno a otro operador. Así que ahora habrá más parejas en el baile.
Lo que no ha provocado este desembarco de nuevas operadoras es el descenso de las tarifas de las llamadas a través de móvil, que los expertos confiaban que estuviese entre un 15% a un 25%. Parece que es un tema virtual.
Sin embargo, las operadoras siguen incrementando sus beneficios (ahora alquilando a las OMV sus infraestructuras), sobresaturan el mercado y presionan a los ciudadanos para que pongamos SUS antenas en nuestros tejados, a pesar de la existencia de riesgos para la salud por parte de las emisiones, ya que se establecen para ellas medidas de protección y límites a su exposición (Recomendación 4ª del Consejo de la Unión Europea, de 12 de julio de 1999 y Real Decreto 1066/2001, de 28 de septiembre).
Al final somos los ciudadanos los culpables de sus averías y sus problemas para obtener más ingresos...