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Sembrar berenjenas



El semillero es un área de terreno seleccionada y preparada para depositar las semillas. Pero para las plantas que precisan de calor para su germinación, como las berenjenas y pimientos, es mejor sembrarlas en recipientes dentro de casa o detrás de una ventana.

La siembra de las berenjenas se realiza a partir de este mes de febrero o marzo. Si queremos hacer el plantón en casa, deberemos buscar un recipiente (podemos reutilizar bricks de leche, tarros de yogurt etc.) o bandeja suficientemente hondo y realizar algunas perforaciones en el fondo, que deberán servir como sistema de drenaje. El siguiente paso será llenar el recipiente con un sustrato de buena calidad para plantar que deberá estar suficientemente abonado con compost muy hecho o humus de lombriz.

A continuación, debemos sembrar las semillas de berenjena espolvoreándolas en la superficie de la bandeja o recipiente. Cubriendo las semillas con una fina capa de arena de sílice de grano no muy grueso o con vermiculita como hacen algunos profesionales. Una vez cubiertas las semillas riégalas cuidadosamente para que el agua no quede encharcada.

Deberás ir regando frecuentemente pero no de manera abundante, ya que las plántulas podrían pudrirse o contraer enfermedades por el exceso de agua. Acuérdate de mantener las bandejas en un lugar abrigado y cálido o en invernadero para facilitar su nacimiento.





Cuando los brotes hayan alcanzado una altura de unos 7-8 cm deberás sacarlos de la bandeja con precaución para no estropear las raíces. Haciendo un primer trasplante a recipientes individuales para favorecer un mayor sistema radicular antes de ser trasplantadas en el huerto. Las plantas antes de ser puestas en el exterior, deberán aclimatarse sacándolas durante el día y volviéndolas a guardar durante la noche hasta que pase el riesgo de heladas y la tierra del huerto empiece a caldearse.

Les coses de la seronda


Hablábamos de la entrada del otoño y de que hacer en estas épocas de frio. Aquí os dejo algunas de las maneras de aprovechar lo que nos de la tierra y para compartir con amigos y vecinos como se hacia en las aldeas.
Ir a recoger setas y castañas, que después cenaremos juntos o repartiremos. En Asturies hoy en día perdura esta tradición y en estos momentos en cada pueblo, aldea, barrio..ya sea de mar o montaña se están realizando los amaguestos o magestos que consiste en asar las castañas para comerlas después, acompañadas de sidra natural recién hecha. Mientras vecinos y amigos cambian impresiones, cantan o bailan.En que hicimos ayer había músicos tocando canciones tradicionales "in live".
Hoy y con un poco de ritmo pos-fiesta. nos pusimos con la elaboración de sidra entre varios amigos. Y como podéis ver en las fotos el tan preciado mosto empezó a correr. Recompensa por el trabajo realizado.
A partir de ahora paciencia y a dejar hacer a las levaduras su labor.




Que hacer en noviembre

Aunque nuestro huerto parezca permanecer en un ligero letargo, sigue su curso aunque ralentizado por la merma de horas de sol. Esta bajada de ritmo la notamos en que se reduce la frecuencia de riegos y abonados, la diversidad de cultivos también es menor, y prácticamente desaparecen los problemas asociados a las plagas, pues el frío no tiene muy buena acogida entre los insectos.Pero aun pueden aparecer ciertas enfermedades, que no debemos descuidar, como las asociadas al exceso de humedad en el suelo.
Aprovechando estos días antes de que apriete el frío en diciembre podemos sembrar ajos (por San Martín), escarolas,espinacas, lechugas de invierno, guisantes y habas. También es temporada de canónigos,rabanitos, rucula y hierbas orientales con los que hacer más variadas nuestras ensaladas.
Sembraremos también zanahorias, cebolletas y cebollas a poder ser en días de raíz. Comienza la temporada de añadir compost a los bancales que no tengan cultivos.
Aunque menos si queremos siempre hay algo que hacer.


Ya es primavera


El invierno se despide de nosotros, dando entrada a la primavera, por lo que las temperaturas comienzan a subir y nos permiten comenzar de nuevo la temporada en nuestro querido huerto.
Ya se nos estaba haciendo largo ese tiempo invernal que nos mantuvo alejados de nuestras plantas, pero por fin la buena noticia, a partir de ahora ya podemos comenzar a cultivar y plantar una buena cantidad de hortalizas al aire libre, siempre y cuando no venga una helada tardía que nos deje sin cosecha.Por eso os daré a continuación una serie de plantas que son más duras y que prosperarán al exterior a pesar de lo cambiante, en lo que a lo meteorológico se refiere, de estas fechas.
Acelgas, habas, remolachas, espinacas, rábanos, cebollas, nabos, algunas coles de primavera, las patatas tempranas., también algunas lechugas, zanahorias y chirivías pueden cultivarse al aire libre, sin ninguna preocupación al tratarse de plantas resistentes.
Ademas de estos cultivos al exterior podemos comenzar a sembrar en el interior o en nuestro invernadero, las plantas más exigentes en calor como pimientos y tomates, para que una vez llegado el mes de abril o mayo, trasplantarlas al huerto.

Ahorrando recursos


La clave de un huerto ecológico es que lo manejemos sin gastar recursos extra.
Para que el huerto sea ecológico debemos plantar especies que no demanden un trabajo extra de mantenimiento, ni un exceso de agua, nutrientes y energía. Las variedades rusticas y locales se adaptan mejor y son mas resistentes a las plagas y enfermedades, lo que conlleva un menor uso de quimicos en nuestra huerta.
Además debemos fertilizarlo con compost hecho por nosotros mismos, algas si vivimos cerca de la costa o preparados de plantas que crezcan en nuestra zona ya que eso le dará gran parte del carácter de ecológico. El compost lleva, básicamente, la materia orgánica que desechamos como ser vegetales, frutas, restos de comida etc. Con esto ademas contribuimos a la reducción de residuos. Los abonos verdes también nos ayudan a la fertilización y la mejora del suelo sin costes para el medio ambiente.
Como podéis ver nada que ver con esa agricultura industrializada que aunque se hace llamar ecologica produce en grandes invernaderos a costa de un gran gasto de agua y energía.

Carencia de magnesio




En climas muy húmedos o veranos muy lluviosos, elementos del suelo como el hierro y el magnesio pueden ser arrastrado a capas mas profundas. Entonces las hojas muestran un tono amarillento entre las nervaduras de las hojas, empezando por las puntas de y progresando hacia adentro entre las venas.Las venas sin embargo siguen siendo algo verdes, esto es muy importante para no confundir esta deficiencia con otras.En otoño estas hojas caen antes de tiempo. Los niveles bajos de Mg en las plantas forrajeras, como los pastos y la alfalfa, pueden causar problemas al ganado. Si los animales consumen forrajes bajos en Mg pueden sufrir hipomagnesemia o tetania de los pastos, la cuál es una deficiencia de los niveles Mg en la sangre
Otra de las causas más frecuentes de la carencia magnésica en el suelo es el exceso relativo de Potasio y los abonos con N en forma de amonio. Por lo tanto no es conveniente abusar de abonos demasiado ricos en estos compuestos.
Para corregir graves deficiencias se puede usar Sulfato de Magnesio. Un remedio tradicional y sencillo para reponer el magnesio consiste en regar las raíces y las hojas con epsomita (MgSO4 · 7H2O) Una forma natural del sulfato de magnesio. Diluyendo 220 gr de esta sal en 10 litros de agua.
El control del ph del suelo, mediante el aporte de dolomita en suelos ácidos y abonos como los procedentes d algas marinas pueden evitar , sin que tengamos que acudir a remedios químicos la falta de magnesio en nuestras plantas. Además las rocas silíceas (2 - 10 % de MgO) y el pathenkali (8 % de MgO), que aportan cantidades notables de magnesio, también se emplean en agricultura biológica .

Huertos ojo de cerradura

Este es el concepto de huertos ojo de cerradura o en mandala, que he descubierto rebuscando por la red, ideales para crear sistemas eficientes de cultivos hortícolas y además con una gran belleza artística.
El huerto en ojo de cerradura
es una técnica empleada en el cultivo de huertos en climas secos, aunque pudiese servir para zonas mas húmedas al aislar los cultivos del exceso de agua en el suelo. Son una forma especial de bancales de cama alta con forma circular y un acceso al centro. Se delimitan con un muro y en el centro hay una cesta hecha con palos unidos con fibras vegetales o alambres que contiene estiércol y otros desechos orgánicos (principalmente alimentarios) que sirven como abono. Una idea que llama la atención por su sencillez y eficacia,pero que para encontrarla, hemos de irnos nada menos que en lo más profundo de África, concretamente en la zona de la gran sabana africana que atraviesa de parte a parte África desde las zonas de selva tropical a África del Sur y a lo ancho desde Namibia a Uganda.


Aquí hay una versión cama levantada.

Enlace

Y si os animáis a crear uno, aquí una presentación en inglés de los pasos a seguir:

http://www.cowfiles.com/resources/ppt/Keyhole_Garden_UK.ppt

También podéis visitar el siguiente blog con la descripción de los pasos a seguir en castellano:
http://felixmaocho.wordpress.com/2011/01/09/9587/

El clima ayudó a tumbar Roma

Publicado en Público
Javier Salas

La caída del Imperio Romano dejó huella en los árboles de Europa Central. Y no es porque Atila y los suyos se divirtieran haciendo muescas en la corteza de los troncos por cada centurión derrotado, sino por una evidencia más perdurable: los anillos de los robles. Estos aros, que delatan la forma en que se ha desarrollado un árbol, han sido los renglones sobre los que han escrito los investigadores del Instituto de Investigaciones Forestales de Suiza para hacer un trabajo de arqueología climática en regiones del centro de Europa.

Sus hallazgos, publicados por Science, abarcan los últimos 2.500 años, pero los descubrimientos más llamativos han surgido al cotejar sus muestras con las circunstancias políticas y sociales que vivió el Viejo Continente durante las invasiones bárbaras. Este periodo, que desembocó en la caída del Imperio Romano de Occidente, estuvo marcado por masivas migraciones de pueblos germánicos -aunque no únicamente- pero también por decisivos cambios del clima, según se describe en este estudio.

Los investigadores estudiaron el grosor de los anillos de hasta 9.000 artefactos antiguos hechos con madera de roble -como mobiliario, edificaciones históricas, obras artísticas y herramientas- para leer la evolución del clima de esos periodos. Una información que cotejaron con fuentes bibliográficas recogidas pro testigos de la época, que confirmaron que sus análisis son correctos. "El incremento de la inestabilidad climática entre los años 250 y 600

coincidió con la desaparición del Imperio Romano de Occidente y con la agitación social de las grandes migraciones", aseguran los científicos.

Así, el estudio señala que a lo largo del siglo III se vivió en Europa una dura época de sequías y aumento del calor combinadas, de una década a otra, con etapas de importantes precipitaciones y descensos bruscos de las temperaturas continentales. Bruscas variaciones que se reflejarían en interrupciones de la producción de alimentos tras las cosechas y en una creciente inestabilidad socio-económica.

"La hegemonía o declive de civilizaciones del pasado han estado asociadas a cambios del clima, en especial por efectos relacionados con el abastecimiento de agua, la producción agrícola, la salud y los conflictos civiles", defienden los investigadores suizos.