Una rosa.

Este poema apareció esta tarde en el buzón de María dentro de un sobre con matasellos de Venecia .
La imagen del amor como una rosa
abre sus encendidas ilusiones
y sobre el tallo esbelto resplandece
su oscura primavera deseada;
el naciente reflejo de su sombra
nubla el claro contorno de la vida
y nos absorbe su letal aliento
cual la luz a la cautiva mariposa.
Alas llevo rondando el escondido
deseo de mi amor, ansiosas alas
me sirven como un velo trasparente
ante el divino rostro que enamora,
y en la locura de ese vuelo incauto,
quemándome las alas cual se ajan
las dulces vestiduras de mis sueños.
¿Me acerco al ser extraño que está abriendo
sus abismadas aguas de belleza,
o cada vez más cerca de su vida
me alejo del misterio deseado?
Juan Gil-Albert