Recordatorio
La próxima vez que veas a una abeja, recuerda que es uno de los insectos responsables de uno de los procesos más importantes y fascinantes de la naturaleza: la polinización. Gracias a este proceso las plantas son fecundadas obteniendo semillas y frutos y por tanto alimentos. La seguridad alimentaria y la biodiversidad dependen, en gran medida de la polinización, un servicio ecológico gratuito y fundamental para el Planeta.
Desde hace años las poblaciones de abejas “domésticas” y de otros insectos polinizadores están sufriendo un descenso en sus poblaciones.
En los últimos inviernos, la mortalidad de las colonias de abejas melíferas en Europa ha sido, como media, del 20% llegando a 53% en algunos países.
Hay diferentes amenazas: el cambio climático, la pérdida y deterioro de hábitats, los cambios en el uso de los suelos, las prácticas intensivas de la agricultura industrial (monocultivos, herbicidas, plaguicidas, etc.), parásitos y enfermedades (Varroa destructor, Nosema ceranae) así como especies invasivas con las que tienen que competir.
De todas estas amenazas, destacan las consecuencias de la agricultura industrializada, y en particular, la aplicación de un conjunto de plaguicidas. Hay pruebas científicas contundentes que han determinado que los neonicotinoides y otros plaguicidas tienen un papel crucial en el descenso actual en las poblaciones de abejas. El glifosato también se baraja como uno de los productos dañinos para las abejas.
Que podemos hacer nosotros
El defender a las abejas y otros polinizadores pasa por que dejemos de usar esos productos dañinos, practicando una agricultura ecológica y respetuosa con el medio.Aumentar el consumo de productos de la colmena (miel, polen, propoleo, jalea real y cera). Son sanos y con ello apoyas a los apicultores y por lo tanto a las abejas. La apicultura es una de las actividad humanas más sostenible. Ademas de sembrar en nuestros jardines y huertos, flores y plantas, que atraigan y sirvan de alimento a dichos aliados. Recordar que son seres cruciales para la vida en la tierra.
“Si las abejas desaparecieran de la faz de la Tierra, al hombre le quedarían únicamente cuatro años de vida”. Albert Einstein