Una impresionante tormenta de granizo, por fortuna concentrada en un área de unos diez kilómetros cuadrados y acompañada de abundante agua -lo que redujo notablemente los efectos del hielo-, castigó a las 17.40 horas de ayer el campo de La Matanza. Los daños para los extensos cultivos de cítricos han sido muy desiguales y son aún difíciles de calcular, pero tendrán graves consecuencias para la próxima cosecha de algunos agricultores. En La Matanza, donde a lo largo del día se recogieron hasta 14,4 litros por metro cuadrado, se alcanzó en esos momentos una intensidad máxima de 195,2 litros a la hora. En el caso urbano de Santomera, donde se recogieron 20,2 litros, la tromba de agua caída a mediodía fue todavía mucho mayor, con una intensidad de 411,4 litros a la hora, récord desde mayo de 2008, última fecha desde la que se dispone de datos exactos.