La Guardia Civil halló en la escena del asesinato ADN del arrestado, que ya se vio implicado en el homicidio de un inglés en el Valle del Sol en 2005
22.05.13 - 02:44 -
La Guardia Civil está cerrando estos días los últimos flecos del asesinato de Francisco Lozano Puche, de 57 años, conocido en su Cieza natal como Paco, el de las golosinas. La Benemérita ha dado un paso crucial en la investigación de este crimen: la detención de uno de sus presuntos autores materiales. Según ha podido saber este diario, la Policía Nacional ha arrestado en Madrid a un joven, mayor de edad, que se encontraba en búsqueda y captura por parte del Instituto Armado después de que presuntamente su ADN apareciese en la escena del crimen. El arrestado estaba fichado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado porque, según fuentes ligadas a la investigación, se vio implicado en 2005 en el homicidio de un ciudadano inglés en el Valle del Sol, en la pedanía murciana de Gea y Truyols. Está previsto que este detenido, que ya ha sido interrogado por la Policía Judicial de la Guardia Civil, pase a disposición judicial en los próximos días.
Ésta es la octava detención que el Instituto Armado lleva a cabo en el marco de la investigación de este crimen, que conmocionó a los vecinos de Cieza. La Guardia Civil ha arrestado a ocho personas, cinco de ellas menores de edad, por estar presuntamente relacionadas con la muerte de Francisco Lozano, afectado por una discapacidad psíquica. Manuel L.G. fue el único arrestado que ingresó en prisión provisional el pasado mes de octubre. Este joven fue arrestado junto a su novia, Leire N.L., que quedó en libertad con cargos. En esta misma situación se encuentran los cinco menores presuntamente implicados en estos hechos como encubridores.
La muerte de Francisco Lozano conmocionó a Cieza porque éste era muy conocido en la localidad por regentar un quiosco de golosinas. La víctima, que tenía una discapacidad psíquica, residía solo en un primer piso, justo arriba de su tienda. Su cadáver apareció precisamente en ese inmueble situado en el número 21 de la calle Cadenas con evidentes signos de que sus asesinos «se habían ensañado», según explicó esos días el propio delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana. Al parecer, falleció asfixiado y su vivienda daba evidentes muestras de haber sigo registrada. Una unidad especial de la Benemérita, llegada desde Madrid, reforzó desde un primer momento la investigación, que ha sido conducida por la Policía Judicial de Murcia.