Muchas veces se da más importancia a la estética de la cocina que a la funcionalidad.
El diseño idóneo debe ser lo más práctico posible, según las actividades que allí se realizan durante el día y conforme a las posibilidades reales del espacio con el que se cuenta.
Ante todo, conviene planificar adecuadamente la distribución del espacio, a fin de acceder fácilmente a cada una de las zonas de trabajo y a los electrodomésticos de uso más frecuente.
Áreas de trabajo
La disposición triangular de las distintas zonas de actividades representa el diseño clásico de la cocina funcional.
Ofrece un uso eficiente de las áreas de preparación de alimentos, cocción y limpieza/lavado, al permitir que nos desplacemos cómodamente entre una zona y otra. Sin embargo, este esquema no siempre es aplicable dadas las características de cada espacio.
Preparación de alimentos
El área debe estar ubicada entre la zona de limpieza/lavado (cuyo centro es el lavaplatos) y la de cocción (con la cocina/horno como elemento principal).
Comprende el refrigerador, la despensa y un mesón o parte del tope de la cocina para la preparación propiamente dicha de los alimentos.
El mesón debe tener una altura de entre cinco y 10 centímetros por debajo del codo flexionado y soportar líquidos calientes, golpes y cierto peso. Los materiales más resistentes son el acero inoxidable, el granito y la madera.
Conviene reservar un lugar para colocar electrodomésticos como la licuadora o el procesador de alimentos y disponer allí de varios tomacorrientes.
Si el espacio es amplio una isla central aporta una zona independiente para preparar la comida.
Cocción
Las hornillas, el horno y el microondas conforman esta área, si bien este último puede estar en otra zona de la cocina aunque no tan alejado. El diseño debe tener en cuenta un espacio auxiliar junto a la cocina/horno, con una superficie resistente al calor para apoyar ollas y otros utensilios calientes sin problema. Además, debe contar con un sistema de extracción para eliminar el humo y los olores; las campanas son prácticas y aportan un elemento decorativo.
Limpieza y lavado
La elección y ubicación del lavaplatos es la prioridad en el diseño de esta zona donde se lavan los alimentos, la vajilla y los utensilios. Puede tratarse de un fregadero con una sola ponchera o un diseño con dos integradas, dependiendo del espacio y las necesidades. Debe estar a unos cinco centímetros por debajo del codo flexionado, y necesita un espacio libre de unos 60 cm a un lado para colocar el escurridor de platos.
Tipos de cocina
Dependiendo del espacio disponible, la distribución puede tomar varias formas.
Lineal
La solución perfecta para espacios reducidos y estrechos. La cocina/horno, el lavaplatos, la nevera, los gabinetes y los electrodomésticos están dispuestos en una misma pared. Para acortar las distancias entre las distintas áreas conviene colocar el lavaplatos en el medio. Es preciso dejar un espacio cómodo para que las personas puedan moverse con soltura.
En paralelo
Este diseño permite aprovechar el espacio al máximo y es ideal para lugares largos y anchos. Las zonas de trabajo están dispuestas en forma paralela en ambas paredes laterales, con un espacio mínimo de pasillo de 1,20 metros que facilite el desplazamiento y para que los muebles enfrentados puedan abrirse sin problemas.
Conviene tener del mismo lado las áreas de cocción y limpieza y en el otro la zona restante, con miras a reducir el riesgo de accidentes durante las faenas.
En forma de L
Esta distribución maximiza el aprovechamiento del espacio y reduce las distancias entre las distintas zonas. Es ideal para cocinas que están abiertas a un comedor u otra área amplia.
Es uno de los diseños más populares, pues al dejar un espacio abierto permite colocar una mesa y varias sillas para recibir a familiares y amigos
Diseño en U
Perfecto para cocinas rectangulares y amplias.
Al ubicar el lavaplatos en el fondo de la "U" y la cocina y la nevera en los laterales -pero no enfrentadas- se crea un espacio amplio en el que podemos movilizarnos con libertad.
Con una isla central
Este diseño aporta una mayor capacidad al espacio disponible en la cocina. Puede funcionar como una zona adicional para guardar ollas, sartenes y otros utensilios, como área de trabajo, para agregar las hornillas y el horno, además de mesa central para tomar el desayuno.
No solo optimiza el funcionamiento, también añade un valor estético que resalta la apariencia de la cocina.
- Alimentos. En la despensa y algunos gabinetes deben guardarse los alimentos secos y no perecederos que vengan en botellas, latas o bolsas y que no requieran refrigeración como leche o jugos larga duración, aceites, panes, alimentos deshidratados; arroz, pasta, harinas y mermeladas. Una vez que se haya abierto la mayoría de estos artículos, conviene guardarlos en la nevera para que se conserven refrigerados. Los productos de uso poco frecuente o los comprados en cantidad pueden guardarse en la despensa, los gabinetes inferiores, los superiores o los de difícil acceso.
Servio Viloria
Especial para El Universalservioviloria@hotmail.com