El 50% de los puestos de trabajo en Estados Unidos está generado por empresas que tienen menos de cinco años de vida. Impulsar el crecimiento de estos negocios es el objetivo de este organismo que dirige este emprendedor convertido en asesor empresarial.
Para Sean Greene el éxito de un negocio depende de la ejecución. “No hay escasez de ideas. Existen muchas en el mercado, pero la mayoría de los fracasos se producen por un error en la puesta en marcha.
Hay que tener el tiempo, la energía y los recursos necesarios para que esa idea se convierta en realidad”. Director de inversión de Small Business Administration (SBA) del gobierno de Estados Unidos, está al frente del Small Business Investment Research (SBIR), uno de los programas de innovación más ambiciosos del gobierno americano que proporciona más de 2.000 millones de dólares en financiación para las pymes cada año.
Apostar por el desarrollo de este tejido empresarial es una obligación para este país, “son las empresas de nueva creación las que generan el 50% de los puestos de trabajo”, aclara Greene, uno de los expertos de la Fundación de la Innovación Bankinter.
Menciona además otro dato aplastante para justificar la importancia de las pymes en la economía de Estados Unidos: “Compañías que no superan los
cinco años de vida han creado 40 millones de empleos en los últimos veinte años.
Casi representa la totalidad de los puestos”. En el país americano se crea una media de 600.000 nuevas empresas al año, y en 2010 esta cifra cayó hasta las 450.000 por los efectos de la crisis. “Hasta que cumplen el primer lustro el crecimiento de las que sobreviven es exponencial. Su papel en la creación de empleo es crucial”.
Ayudas para emprender
Entre las estrategias para el fomento de las pymes que desarrolla el organismo que dirige Greene destacan dos. La primera tiene que ver con los préstamos bancarios. “Nosotros incentivamos a las entidades para que realicen préstamos a aquellas organizaciones de nueva creación que lo soliciten. En la mayoría de los casos son negocios con potencial, pero sin la solidez suficiente para acceder a una financiación. Ahí es donde mediamos para la ampliación de esas condiciones”.
En segundo lugar menciona el plan de inversión de SBA que se realiza en colaboración con firmas de private equity: “Igualamos la cuantía de esas aportaciones desde el gobierno. En ningún caso decidimos las empresas susceptibles de recibir esta inyección de capital.
Son los gerentes de los fondos los que, en función de sus parámetros y estrategia empresarial, deciden en qué organizaciones invertir”. De esta manera, SBA consigue capitalizar la inversión privada en las pymes.
En los últimos dos años, la Administración Obama ha lanzado 17 incentivos fiscales para las pymes, “algunos dirigidos a los inversores y otros para mejorar el flujo de caja de las pequeñas empresas en los primeros años”.
En el último año este organismo ha estimulado 17.000 millones de dólares en préstamos bancarios para pymes y ha promovido el desembolso de 1.800 millones de dólares procedentes de inversores privados. El reto de SBA es estimular el espíritu emprendedor de alto crecimiento, un desafío que, según Greene, se consigue movilizando al sector privado.
Una de las iniciativas gubernamentales es dar visibilidad y alto perfil a los emprendedores. Algunos de ellos son seleccionados para visitar la Casa Blanca y compartir con el presidente y otras personalidades de distintas áreas su proyecto. Porque, como añade este experto, consolidarse en el tiempo es el objetivo de cualquier pyme: “Los emprendedores tienen que seguir adelante a pesar de las barreras y nunca deben aceptar un no por respuesta. Existen m
uchas definiciones de los nuevos empresarios, pero me quedo con una: ‘Un emprendedor es aquella persona que hace más de lo que se pensaba que era posible, con menos de lo que todos pensábamos que era necesario’”.
Greene reconoce que es un trabajo muy duro pero también muy satisfactorio. “Requiere adaptación, pasión por el producto o el servicio y estar centrado en el cliente final para crear valor. El plan de negocio y los precios tienen que evolucionar en el tiempo para dar una respuesta a un problema real”. Ante la pregunta de si es más sencillo ser emprendedor que empresario, el director de SBA prefiere al primero porque “innova e intenta cambiar lo establecido.
Siempre es más interesante que consolidarse como compañía”. Quizá fue esta una de las razones que le llevó a desprenderse de su empresa Away.com, una firma de viajes online que vendió a Orbitz. “Cuando vendes tu compañía hay muchas partes interesadas... pero a los mejores emprendedores no les motiva el dinero, sino ser capaces de cambiar el mundo o un sector”.
Greene también fue cofundador de Rock Creek Ventures y LaunchBox Digital, una firma de inversión de fase semilla en Washington. Este empresario apunta que entre los sectores punteros para emprender en
Estados Unidos están las energías renovables, la educación, la salud o la biotecnológica.
Hable de su proyecto con Obama
¿Quiere compartir su nuevo negocio con Barack Obama? Varios emprendedores han tenido la oportunidad de visitar la Casa Blanca y presentar su empresa al presidente de Estados Unidos. Esta iniciativa, que ha desarrollado la US Small Business Administration, es una de las que más ha conseguido atraer el interés de los nuevos empresarios que, además de dar a conocer su idea han tenido la oportunidad de compartirla con otras personalidades.
El SBA también invita a estos encuentros a mentores de emprendedores. La selección de los mismos se hace a partir del programa Champions of Change y a través de las propuestas de los nuevos empresarios. En la última edición fueron doce los afortunados, después de cribar cientos de solicitudes. Esta iniciativa se suma al esfuerzo del país americano para potenciar las pymes, de hecho Obama aprovecha sus viajes para visitar a los emprendedores y comprobar su trabajo in situ.
Publicado por http://www.expansion.com
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Para Sean Greene el éxito de un negocio depende de la ejecución. “No hay escasez de ideas. Existen muchas en el mercado, pero la mayoría de los fracasos se producen por un error en la puesta en marcha.
Hay que tener el tiempo, la energía y los recursos necesarios para que esa idea se convierta en realidad”. Director de inversión de Small Business Administration (SBA) del gobierno de Estados Unidos, está al frente del Small Business Investment Research (SBIR), uno de los programas de innovación más ambiciosos del gobierno americano que proporciona más de 2.000 millones de dólares en financiación para las pymes cada año.
Apostar por el desarrollo de este tejido empresarial es una obligación para este país, “son las empresas de nueva creación las que generan el 50% de los puestos de trabajo”, aclara Greene, uno de los expertos de la Fundación de la Innovación Bankinter.
Menciona además otro dato aplastante para justificar la importancia de las pymes en la economía de Estados Unidos: “Compañías que no superan los
cinco años de vida han creado 40 millones de empleos en los últimos veinte años.
Casi representa la totalidad de los puestos”. En el país americano se crea una media de 600.000 nuevas empresas al año, y en 2010 esta cifra cayó hasta las 450.000 por los efectos de la crisis. “Hasta que cumplen el primer lustro el crecimiento de las que sobreviven es exponencial. Su papel en la creación de empleo es crucial”.
Ayudas para emprender
Entre las estrategias para el fomento de las pymes que desarrolla el organismo que dirige Greene destacan dos. La primera tiene que ver con los préstamos bancarios. “Nosotros incentivamos a las entidades para que realicen préstamos a aquellas organizaciones de nueva creación que lo soliciten. En la mayoría de los casos son negocios con potencial, pero sin la solidez suficiente para acceder a una financiación. Ahí es donde mediamos para la ampliación de esas condiciones”.
En segundo lugar menciona el plan de inversión de SBA que se realiza en colaboración con firmas de private equity: “Igualamos la cuantía de esas aportaciones desde el gobierno. En ningún caso decidimos las empresas susceptibles de recibir esta inyección de capital.
Son los gerentes de los fondos los que, en función de sus parámetros y estrategia empresarial, deciden en qué organizaciones invertir”. De esta manera, SBA consigue capitalizar la inversión privada en las pymes.
En los últimos dos años, la Administración Obama ha lanzado 17 incentivos fiscales para las pymes, “algunos dirigidos a los inversores y otros para mejorar el flujo de caja de las pequeñas empresas en los primeros años”.
En el último año este organismo ha estimulado 17.000 millones de dólares en préstamos bancarios para pymes y ha promovido el desembolso de 1.800 millones de dólares procedentes de inversores privados. El reto de SBA es estimular el espíritu emprendedor de alto crecimiento, un desafío que, según Greene, se consigue movilizando al sector privado.
Una de las iniciativas gubernamentales es dar visibilidad y alto perfil a los emprendedores. Algunos de ellos son seleccionados para visitar la Casa Blanca y compartir con el presidente y otras personalidades de distintas áreas su proyecto. Porque, como añade este experto, consolidarse en el tiempo es el objetivo de cualquier pyme: “Los emprendedores tienen que seguir adelante a pesar de las barreras y nunca deben aceptar un no por respuesta. Existen m
uchas definiciones de los nuevos empresarios, pero me quedo con una: ‘Un emprendedor es aquella persona que hace más de lo que se pensaba que era posible, con menos de lo que todos pensábamos que era necesario’”.
Greene reconoce que es un trabajo muy duro pero también muy satisfactorio. “Requiere adaptación, pasión por el producto o el servicio y estar centrado en el cliente final para crear valor. El plan de negocio y los precios tienen que evolucionar en el tiempo para dar una respuesta a un problema real”. Ante la pregunta de si es más sencillo ser emprendedor que empresario, el director de SBA prefiere al primero porque “innova e intenta cambiar lo establecido.
Siempre es más interesante que consolidarse como compañía”. Quizá fue esta una de las razones que le llevó a desprenderse de su empresa Away.com, una firma de viajes online que vendió a Orbitz. “Cuando vendes tu compañía hay muchas partes interesadas... pero a los mejores emprendedores no les motiva el dinero, sino ser capaces de cambiar el mundo o un sector”.
Greene también fue cofundador de Rock Creek Ventures y LaunchBox Digital, una firma de inversión de fase semilla en Washington. Este empresario apunta que entre los sectores punteros para emprender en
Estados Unidos están las energías renovables, la educación, la salud o la biotecnológica.
Hable de su proyecto con Obama
¿Quiere compartir su nuevo negocio con Barack Obama? Varios emprendedores han tenido la oportunidad de visitar la Casa Blanca y presentar su empresa al presidente de Estados Unidos. Esta iniciativa, que ha desarrollado la US Small Business Administration, es una de las que más ha conseguido atraer el interés de los nuevos empresarios que, además de dar a conocer su idea han tenido la oportunidad de compartirla con otras personalidades.
El SBA también invita a estos encuentros a mentores de emprendedores. La selección de los mismos se hace a partir del programa Champions of Change y a través de las propuestas de los nuevos empresarios. En la última edición fueron doce los afortunados, después de cribar cientos de solicitudes. Esta iniciativa se suma al esfuerzo del país americano para potenciar las pymes, de hecho Obama aprovecha sus viajes para visitar a los emprendedores y comprobar su trabajo in situ.
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