Publicado en El Diario Montañés
José Luis Pérez
Las obras ejecutadas en la localidad de Santiurde de Toranzo por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria para la ampliación de una carretera regional han puesto al descubierto restos arqueológicos de una necrópolis medieval junto a la iglesia de San Jorge. Un excursionista, que contempló como vecinos del pueblo rebuscaban en el corte que habían dejado las máquinas y en el que se aprecian al menos tres inhumaciones y restos de huesos, avisó de la destrucción del patrimonio arqueológico a la Guardia Civil. La denuncia de inmediato se tramitó al Ayuntamiento y al departamento de arqueología de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.
Tras la lógica paralización de los trabajos de desmonte con maquinaria pesada, se trasladaron hasta el lugar técnicos de Cultura para documentar el hallazgo arqueológico y analizar el alcance de la destrucción. Ayer se realizaron fotografías del corte, se analizaron las estratigrafías y se recogieron huesos humanos.
A expensas de estudios en profundidad, se trata de una necrópolis de lajas que puede datarse en época medieval, entorno al siglo XII, y que fue ubicada, como es habitual, en las inmediaciones del templo de San Jorge. Esta iglesia es una de las más antiguas del valle: está documentada ya en el siglo XI y custodia un retablo del siglo XVIII, versión historiada de la imagen de la Virgen de Guadalupe, pintada en México por José Ibarra en 1740.
Este tipo de cementerios medievales son muy comunes en Cantabria, sobre todo en el entorno de templos románicos. Se trata de tumbas que habitualmente no tienen ajuar y que excepcionalmente están asociadas a estelas funerarias de factura muy rústica.
Los arqueólogos de Cultura ahora emitirán un informe y requerirán al departamento de Obras Públicas que contrate un arqueólogo para que haga el estudio de lo hallado, siga las obras y documente la existencia de un posible osario