Tereixa Constenla
Nada mejor para sacudirse un sambenito que atacarlo de frente. El Ministerio de Defensa ha decidido que los consejos de guerra del franquismo salgan de las catacumbas y puedan ser consultados en Internet para evidenciar su afán de transparencia. La medida más inmediata será la incorporación de los nombres de 250.000 represaliados por el franquismo en juicios militares al portal de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, creado por el Ministerio de Cultura con la aspiración de convertirlo en la gran base de datos de la memoria histórica.
Nada mejor para sacudirse un sambenito que atacarlo de frente. El Ministerio de Defensa ha decidido que los consejos de guerra del franquismo salgan de las catacumbas y puedan ser consultados en Internet para evidenciar su afán de transparencia.
La medida más inmediata será la incorporación de los nombres de 250.000 represaliados por el franquismo en juicios militares al portal de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, creado por el Ministerio de Cultura con la aspiración de convertirlo en la gran base de datos de la memoria histórica. Entre los consejos de guerra ya digitalizados figuran los organizados contra personalidades de la II República como el socialista Julián Besteiro o el poeta Miguel Hernández.
La mayoría de los nombres (198.566) corresponde a personas encausadas por el ejército de Franco en las provincias de Madrid, Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real y Cuenca. El resto de registros se reparten entre Alicante (21.830), Albacete (16.323) y Castellón (13.407), según datos del director técnico del Archivo Histórico de la Defensa, Rogelio Pacheco.
Este archivo, con poco más de un año de vida, está digitalizando y restaurando expedientes -algunos se encuentran en pésimo estado de conservación- procedentes del Tribunal Militar número 1, con jurisdicción sobre 12 provincias. A día de hoy se ha completado la digitalización de los 9.000 expedientes de Castellón, una copia de los cuales se ha enviado a la provincia para acallar las críticas por el traslado de la documentación a Madrid. Para este año, tras los severos recortes presupuestarios, se disminuirá el ritmo, aunque los responsables del archivo confían en alcanzar el medio millón de nombres en su base de datos.
"La justicia militar ha sido impecable. No ha puesto ningún problema, son conscientes del legado que tienen y, por mucho que sea lamentable, quieren cumplir", sostiene Álvaro Martínez-Novillo, subdirector general de Patrimonio Histórico Artístico de Defensa, para disipar las dudas sobre la opacidad de la institución. En la presentación del portal de víctimas de la guerra y la dictadura, hace un mes, algunos investigadores y familiares criticaron la ausencia del material de los tribunales militares, donde se han custodiado los consejos de guerra desde 1936. "En cuanto nos lo pidan, los enviamos. Estamos pendientes de que nos digan qué es lo que quieren que colguemos allí. Sabemos que aportamos una información fundamental para el estudio de la represión de la justicia militar durante la guerra y la posguerra", asegura Martínez-Novillo.
En el Ministerio de Cultura, por su parte, se muestran "encantados" con la incorporación de las referencias militares al portal que arrancó como una suerte de memorial virtual. El director general de Archivos, Libros y Bibliotecas, Rogelio Blanco, ha destacado el éxito del portal, en el que se han efectuado más de 407.000 búsquedas en apenas un mes, y su carácter integrador. "A pesar de las críticas, no es partidista, están todas las víctimas como se puede ver con nombres como el de Ramiro de Maeztu o Muñoz Seca", argumenta.
Desde el portal sólo se accede al nombre y a la referencia que remite al archivo público donde se haya depositado el expediente. Al menos de momento no se pueden consultar los documentos íntegros en Internet.
"No hay ningún obstáculo para colgar las sentencias, puesto que son públicas, pero existen dudas legales sobre los sumarios donde figuran declaraciones de testigos", indica Martínez-Novillo. El portal de víctimas arrancó con 750.000 nombres, extraídos de expedientes depositados en algunos de los archivos estatales que dependen de Cultura.
A ellos se agregarán ahora los 250.000 que figuran en los consejos de guerra ya digitalizados por Defensa, aunque algunos casos estarán duplicados.