Al leer estas líneas yo ya estaré de vuelta en España. He dejado Berlín. Han sido dos años maravillosos, y cuando en Abril decidí que debía ponerle fin a este episodio de mi vida, me invadió un sentimiento de melancolía que no me ha abandonado desde entonces. He apurado todo lo que he podido mi estancia, y hoy ha llegado el momento de decir adiós.
¿Cómo resumir dos años tan intensos? Esta ciudad me ha cambiado, y he experimentado sentimientos y emociones que nunca habría encontrado en otro lugar. He conocido gente maravillosa, de las que guardaré su recuerdo y su calor el resto de mi vida.
Experiencias, crecimiento, amistades y amores. Emociones que no se pueden describir con palabras. Todo lo que pude hacer fue intentarlo desde el teclado, deseando que quien quiera que me leyera pudiera conocer un poco más de esta fascinante ciudad y de mí.
Un gran amigo me enseño a no alargar las despedidas, así que desde aquí solo me despido del blog. Ha sido una parte muy importante de mi estancia, donde he volcado lo que he ido conociendo, mis experiencias, mis inquietudes y, también de vez en cuando, mis manías y rabietas. Comenzó sólo como un medio de comunicación para mis viejos amigos y poco a poco me ha servido de canal para hacer nuevos. ¡Que ilusión hace cada comentario! ¡Que orgullo sientes cuando te felicitan por lo escrito!
Me he dejado infinidad de historias por contar, lugares interesantes y reflexiones. Pero ya no queda tiempo. Adiós Perdido en Berlín, te dejo tras haberme encontrado.
¿Cómo resumir dos años tan intensos? Esta ciudad me ha cambiado, y he experimentado sentimientos y emociones que nunca habría encontrado en otro lugar. He conocido gente maravillosa, de las que guardaré su recuerdo y su calor el resto de mi vida.
Experiencias, crecimiento, amistades y amores. Emociones que no se pueden describir con palabras. Todo lo que pude hacer fue intentarlo desde el teclado, deseando que quien quiera que me leyera pudiera conocer un poco más de esta fascinante ciudad y de mí.
Un gran amigo me enseño a no alargar las despedidas, así que desde aquí solo me despido del blog. Ha sido una parte muy importante de mi estancia, donde he volcado lo que he ido conociendo, mis experiencias, mis inquietudes y, también de vez en cuando, mis manías y rabietas. Comenzó sólo como un medio de comunicación para mis viejos amigos y poco a poco me ha servido de canal para hacer nuevos. ¡Que ilusión hace cada comentario! ¡Que orgullo sientes cuando te felicitan por lo escrito!
Me he dejado infinidad de historias por contar, lugares interesantes y reflexiones. Pero ya no queda tiempo. Adiós Perdido en Berlín, te dejo tras haberme encontrado.
A todos gracias por haberme leído.
Berlín, 31 de Julio de 2010