Como algunos ya sabrán, estoy pasando este cálido mes de Diciembre en España, ya que me he tenido que venir a esperar a que me den una fecha para presentar el proyecto final de carrera (me tendrían que haber dicho la fecha antes del 1 y ya estamos a 9...).
El caso es que gozo de bastante tiempo libre y tampoco quiero descuidar el blog, así que voy a hablaros de un lugar en el Pirineo aragonés, y al que subo de cuando en cuando: Biescas.
Este pequeño pueblo pirenaico se encuentra situado a la entrada del Valle de Tena, lo que la hizo un punto estratégico ya desde tiempos de los romanos. Dedicada a la agricultura y la artesanía, ahora se ha convertido en un centro turístico en una zona privilegiada, tanto por la belleza de los parajes que la rodean como por su cercanía a las estaciones de esquí de Formigal y Panticosa.
Desde el blog quiero compartir algunas de las fotos que hice este pasado puente de la Inmaculada. Espero que os gusten.
Subida a la Iglesia de San Salvador de Biescas
Acequia. Esta foto la hice con una velocidad de obturación muy lenta, diafragma abierto al mínimo, sensibilidad mínima y cámara en el suelo (no tenía el trípode). No sale movida y el agua aparece como una especie de niebla.
Fuente en el camino a "Las señoritas de Arás", unas formaciones rocosas. El agua de los manantiales naturales de esta zona es tan pura que se puede beber sin problemas.
Mi padre, yo y un poco de photoshop.
Vistas del Valle de Biescas.
Plaza del Ayuntamiento de Biescas