Nuevo capítulo de las maravillosas aventuras burocráticas en Germania. Ya me costó hacer el maldito anmeldung (y su ummeldung correspondiente), cuando ya me ha tocado la madre de todos los papeleos: buscar trabajo.
Yo estaba algo emocionado incluso, porque hace un año, en International Law, el profe se
Esta historia comienza cuando me mandaron el contrato de prácticas. Me pedían copia de mi DNI, tarjeta sanitaria (europeda), número de la seguridad social y certificado de nacimiento (Geburtsurkunde). ¿Para qué demonios quieren mi certificado de nacimiento? Porque en Alemania se lleva el sistema de doble chequeo de documentación, esto es, que debes presentar dos documentos oficiales diferentes para asegurar que tú eres realmente tú.
Yo: Oiga, que mi certificado de nacimiento está en un juzgado en Elche, y hace como 23 años que no me paso por allí.
Profesor: Pues mala suerte chaval, tendrás que ir a buscarlo.
Yo: ¿Y no les vale si les traigo a mi madre, certificando que es la madre que me parió?
Al final, mareándolos un poco me de dejaron presentar el pasaporte en vez del puñetero certificado. Pero tócate las narices. Al menos tenía todos los demás papeles en regla, o eso pensaba.
Tipa de la oficina: Uy, te falta la Lohnteuerkarte.
Yo: ¿Lo qué?
TDLO: La tarjeta donde se apuntan tus impuestos, de este año y del siguiente.
Yo: Jueerrr... ya empezamos.
Pues nada, visitilla a la Bürgeramt a pedir la Lohnteuerkarte. Algo no me gustaba de ese nombre, ya que teuer significa “caro”. Pero bueno, me armo de paciencia, me fumo un cigarro antes de cruzar las puertas de la Bürger y me preparo para lo peor.
Me siento delante de un tío que hablaba como si tuviera algo entre los dientes, le paso el pasaporte y le pido la maldita Lohnteuerkarte.
Pollaenboca: ¿Cuantof tiempof llevaf en Alemania?
Yo: Pues mas de un año ya, oiga.
PEB: Efo fon maf de finco mefef.
Yo: Pues si, muy agudo.
PEB: Puef tienef que darfte de alta en el regiftro de inmigrantef.
Le dije que no, que según tengo entendido al ser español no necesito zarandajas de esas. Y el tío empieza a echar una chapa de medio hora de la que no entendí un pijo, para finalmente preguntarme ¿pero tu eres de España, verdad? Y yo, que veía mi pasaporte con ESPAÑA escrito en letras grandes y doradas en la portada en su mano, le dije que sí ahogando más ira reprimida.
En fin, aún no tengo muy claro que pasó allí, pero aparte del papel que había ido a buscar, tenía otros 4 que tengo que llevar a 4 sitios distintos de Berlín o yo que sé.
Vuelvo a entregar los papeles.
TDLO: Muy bien, ahora necesito tu Rentenversicherungsausweis (os juro que lo dijo de carrerilla sin que se le trabara la lengua). Para que nos entendamos, eso es tu número de la seguridad social.
Yo: Sin problemas, se lo traigo apuntado, que la tarjeta la tengo en España.
TDLO: No nos vale. Tiene que ser tu número alemán.
Yo: La madre que os parió y cumplimentó vuestro Geburtsurkunde...
Me meto en la página del ministerio y veo, con gran alegría en mi corazón que se puede pedir a través de internet, sin tener que hablar con mas caraperros, pollasenboca ni otras gentes de malafollá. Pero mi alegría es efímera como un botellín de cerveza, ya que necesito el número para mañana (olé mis güebos, por cierto) y tardarán 4 semanas en mandarmelo.
Johannes, compañero del lab: No te preocupes colega, que si vas en persona a la oficina te lo hacen antes en el Schnellservice.
Yo: Ya, pero eso de Schnell ¿es realmente rápido?
JCDL: Tu confía en mí.
En esto pasó el profesor, y cuando le comenté esto, se fue jurando en hebreo, que para un alemán es jodido.
Voy para la Deutsche Rentenversicherung, un cojo edificio de una manzana de grande y más de 14 plantas, que está al lado de mi casa. “La madre que me parió (y no me hizo el Geburtsurkunde)” pienso.
Me vuelvo a armar de valor, me fumo otro cigarro y para dentro. Me cuentan que tengo que ir a la planta 3, donde tienen el Schnellservice. Llego y me encuentro una cola de 40 personas en la ventanilla normal, y NADIE en el Schnellservice. Aquello era surrealista. Me acerco a la señorita de la ventanilla.
Yo: Buenas, que venía a hacerme el Renten-como-se-diga-ausweis. Soy español y...
Señorita: Sin problemas, dame tu pasaporte...(empieza a escribir El Quijote en el ordenador y media hora más tarde levanta los ojos).
Señorita: Toma chaval, tu Versicherungsnummer. Te mandamos la tarjeta en 3 o 4 semanas.
¡Toma ya Schnell! Menos mal que no se llamaba servicio lento, que sino para cuando me la den ya estoy criando malvas.
Total, que tengo 4 kilos más de papeles a añadir a la colección de “papeles alemanes importantes”. Empiezo a pensar que si los pierdo me será mejor suicidarme que volver a por todos uno por uno.
Lo mejor de todo es que si ganas menos de cierta cantidad de dinero en Alemania, ninguno de estos papeles es necesario. Sobrepaso ese mínimo por 87 céntimos. Tócate los testikeles.