Badeschiff

Los que no se fijan demasiado en las cosas dirían que Berlín no tiene playa, que está demasiado lejos del mar. Pero amigos, resulta que eso es totalmente falso desde que pusieron en la ciudad el Badeschiff.

Se trata de una piscina colocada en medio del río, el Spree, construida con el casco de un antiguo barco de transporte y elevado como medio metro del nivel del río. Junto a esta, dos plataformas de madera con tumbonas y una playa artificial completan el lugar.

Ayer, aprovechando que fue el día más caluroso del verano (unos impresionantes 32 ºC, que hicieron que los berlineses se pusieran rojos como langostinos), me fui con un par de amigos a pasar la tarde y darnos un baño.

Bueno, me costo como una hora encontrar una tienda que vendieran bañadores (no es el producto estrella que digamos) y para allá en bici, que Berlín es una ciudad donde los conductores respetan a los ciclistas, y estos son los que no respetan nada. Es una ciudad completamente tomada por los ciclistas, que van por los carriles bicis, por la acera o por la calzada como los reyes del asfalto, saltándose semáforos y pasos de peatones. Si preguntas te dicen simplemente que tienen prioridad. Y qué queréis que os diga, que podrían hacer lo mismo en España, porque para el frío que hace, el que no va en transporte público usa la bici, y en Berlín hay menos tráfico que en mi pueblo.

Badeschiff

A ver si empiezo a ir más a que me de el sol. Menos mal que en Alemania estar mas blanco que la leche no llama la atención an agosto.

La entrada al Badeschiff son 3 euros, pero los muy cucos no te dejan entrar nada de comida ni de bebida, y te requisan las botellas aunque estén vacías. Ya dentro sirven comidas y bebidas. La cerveza de trigo de medio litro, 3,50 €, caro para Berlín. Pero bueno, no siempre te tomas una cerveza en una playa a las orillas del Spree.