El viento y el fuego se la juegan al FIB


El viento ha arruinado la segunda jornada del FIB Heineken, que ha tenido que suspender la mayor parte de los conciertos programados para el viernes.

El primer aviso lo dio un golpe de viento en el escenario principal a las 19.00 horas. Era el turno de Cooper, que tuvo que retrasar su concierto media hora. Pero empezó a golpear fuerte. Y las rachas de hasta 75 kilómetros por hora acabaron por arruinar el final de la actuación de Paul Weller, que terminó diez minutos antes de lo previsto. Hasta el momento sólo Nacho Vegas, The Paris Riot, nudozurdo y Cooper habían pisado las tablas del festival. Es decir, los 45.000 asistentes sólo pudieron ver cinco de los 25 conciertos que estaban programados para ayer.

La salida del festival se convirtió en un caos. Acrecentado por un incendio que se había declarado en las inmediaciones del recinto y que a las 2.00 de la madrugada aún mantenía algunos focos. Tras el anuncio de la suspensión las 45.000 personas, como zombies entre el viento, tuvieron que buscarse la vida para acceder a sus hoteles, con varias carreteras cortadas, y para llegar a los cámpings que se habían convertido en una nube de polvo espeso.

La organización no ha dado todavía detalles de si se realizarán hoy los conciertos suspendidos. The Horrors, Maxïmo Park, Christina Rosenvinge, Joe Crepúsculo o Los Planetas tendrán que esperar. J tenía razón.