Hará cosa de mes y medio, mi universidad alemana nos mandó a todos los Erasmus un email invitándonos a una excursión a una región del este de Alemania llamada Spreewald. No me termino a acostumbrarme a esta previsión con tanto tiempo que tienen los alemanes. En un principio les dije que sí que iba y me olvidé del tema.
Ya hace 2 semanas nos pidieron que pagásemos la excursión: 10 € con todo incluido: viaje en ten, en barco allí y la comida. Pasé del tema porque no ve venía nada bien: tengo que trabajar bastante estos días con el tema del proyecto y no quería perder un día entero. Pero hete aquí que el miércoles me mandan otro email: o pagas los 10 € y te vienes, o pagas 31 por los costes que les han supuesto a ellos tu reserva. La madre que los parió, que estos no te pasan ni una.
Hora del encuentro: 8 de la mañana en una estación de tren, viernes. La noche anterior mis compañeras de piso se había ido de fiesta, pero antes de hacerlo se había chuflado unos cuantos cubatas en casa. Y yo, que soy muy educado, no dejé que bebieran solas.
Total, que allí estaba yo, a las 8 de la mañana, de resaca y habiendo dormido no más de 5 horas. Mientras esperábamos me entero que el tren sale a las 9. ¿Para qué demonios nos hacen quedar con una hora de antelación? Pues la respuesta es clara: otros años la gente llega más de media hora tarde, casi siempre los españoles. Hay que jodese.
¿Y a donde nos llevaron? Spreewald es una región, formalizada por la UNESCO como reserva de la biosfera. Su origen viene de los primeros pobladores de estas regiones de Alemania, cuyos descendientes aún viven como sus ancestros: cultivan la tierra, tienen granjas, no usan electricidad, casas de madera y una antigua lengua parecida al polaco. Sorbios es el nombre de esta extraña minoría de Alemania.
De este curioso aparato nos dijeron que servía para guardar los peces vivos, bajando la caja de madera al agua. Pero sigo pensando que es para manterner las cervezas frías
Una vez que llegamos a la zona, nos dieron una vuelta en barca por los canales que comunican las casas de los pueblos. Luego nos llevaron a un museo que nos contaba la forma de vida de esta comunidad y, por último, un restaurante con comida típica de la zona.
Parada de autobús, esto es, canoa empujada con palo
La verdad es que al final fue una excursión entretenida y enriquecedora. Aquí dejo un link a la wikipedia (en inglés) acerca de ellos: http://en.wikipedia.org/wiki/Spreewald
Y bueno, a la vuelta un poco de fiesta. Esta vez tocaba la facultad de derecho de la universidad Humboldt. Anécdota de la noche: mi colega Javier, de la delegación mexicana, solo tenía un billete de 5€ para pagar la entrada, que eran 4. Como no le podían dar cambio, le ofrecieron ponerle el sello de barra libre. A partir de ahí se convirtió en nuestro suministrador de cerveza. Cuando llevaba sacadas más de 20, los del bar empezaron a sospechar…