La entrada nos costó 20€, y empezaba a la 1 (un poco pronto para mi resaca, pero bueno). El programa constaba de 4 categorías de competición: dos de BMX y dos de skate, una de cada en pista urbana indoor y en vert (plataforma en U).
Nunca había visto una competición de este tipo en vivo, y son bastante impresionantes. Me gustó particularmente la de pista urbana, con los concursantes dando saltos entre plataformas, giros de 360º grados y volteretas en el aire a lomos de una bici o de tablas que parecía que la tenían pegada a los pies. Ahora, cuando se caían al suelo se metían unas galletas de campeonato y se levantaban al instante, a seguir dándole.
Tocaron 3 grupos: Sugarplum Fairy, No Fun At All y The Offspring. Los dos primeros pasables: Sugarplum Fairy son jovencicos y no lo hacían mal, pero No Fun At All me decepcionaron un poco. Ya los conocía de antes y no pensaba ni que estuvieran tan cascados ni que el cantante tuviera tan poca voz.
Pero amigos míos, The Offspring fue otra cosa. Tocaron más de 2 horas sin descanso, todo canciones del Ixnay, Smash y Americana, salvo 3 de los últimos discos. Casi les perdono el Conspiracy Of One por este recital. La peña se volvía loca, haciendo pogos en cada canción y coreando hasta la última estrofa de las canciones. ¿Quien dijo que los alemanes son sosos?
Molo un montón y nos lo pasamos de coña. Este artículo va dedicado a todos con los que desee ir a un concierto de los Offspring, os eché de menos ayer.
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