El Ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ya ha hablado con las operadoras. Están pensando realizar cambios de frecuencias para la telefonía móvil, ocupando la banda analógica que quedará libre tras la marcha de la televisión a la banda digital de la TDT. En cambio, el Ministerio no ha abierto ninguna vía de diálogo con las múltiples organizaciones y expertos que vienen pidiendo la defensa de la salud frente a la saturación del espacio radioeléctrico, junto con una investigación previa de cómo afectan estas nuevas ondas a los seres vivos.
Por el momento, el único partido que ha tomado algo de iniciativa, que sepamos, en el Congreso de los Diputados, es Izquierda Unida, que ha preguntado recientemente al Gobierno:
- ¿Tiene previsto el Gobierno modificar en la próxima legislatura la normativa estatal en materia de protección sanitaria en lo referente a los niveles exposición de los ciudadanos a las Radiaciones Electromagnéticas (REM)?
- ¿Se compromete el Gobierno a adecuar los valores máximos de exposición a las recomendaciones emanadas de la Conferencia Internacional de Salzburgo de 2000, fijadas, con carácter general, en 0,1 μW/cm²?
- ¿Fijará el Gobierno en la presente legislatura unas distancias mínimas entre las estaciones base de telefonía móvil y las zonas habitadas y/o los llamados lugares sensibles como centros educativos, sanitarios, residencias de la 3ª edad o guarderías infantiles?
A ver qué responde el Gobierno...