(Por Pedro Belmonte, Ecologistas en Acción)
El desarrollo de dispositivos informáticos y no-informáticos conectados ha supuesto el crecimiento de la instalación de tecnologías basadas en las radiofrecuencias y microondas que permiten la conexión inalámbrica entre distintos ordenadores y/o portátiles. La tecnología WiFi, ofrece la posibilidad de conexiones rápidas a través de señales de radio sin cables o enchufes. Las tecnologías Bluetooth, WiFi, PDAs, WiMAX tienen el denominador común de referirse a tecnologías que permiten la comunicación de voz y datos sin utilizar cables.
Estas tecnologías (tecnologías wireless o inalámbricas) están reemplazando a los cables de conexión. Las redes inalámbricas tipo Bluetooth, con un alcance de 100 metros o los sistemas WiFi, de un alcance superior, donde podemos estar permanentemente conectados. Todos estos sistemas emiten campos electromagnéticos de microondas pulsantes similares a la telefonía móvil. [...]
El problema fundamental son los niveles de emisión/inmisión de microondas a los que estamos expuestos, y las emisiones de los sistemas WiFi se sumarán a las emisiones de los sistemas de telefonía móvil y, especialmente, en los grupos de edad sensibles como personas mayores o niños/as cuando se instalan estos sistemas, por ejemplo, en centros de enseñanza, unido al problema de una exposición continua a estas emisiones de los trabajadores/as de determinadas empresas. Uno de los riesgos emergentes en el ámbito laboral europeo, son los campos electromagnéticos, riesgos físicos identificados como más peligrosos en un reciente Informe del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. [...]
La Universidad de Lakehead, en Ontario, Canadá, ha eliminado las conexiones WiFi. [...] El 20 de julio de 2007, el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, señalaba que como medida de precaución son preferibles los sistemas de transmisión de datos por cable como alternativas a los sistemas WiFi. Se recomendaba a escuelas y centros de enseñanza que, si era posible, se evitase los sistemas WiFi. En septiembre del año pasado, la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) alertaba sobre las radiaciones de los sistemas WiFi. En noviembre de 2007, El Comité de Higiene y Seguridad (CHS) de la Dirección de Asuntos Culturales de la ciudad de París ha votado la propuesta que reclama una moratoria para la implantación del WiFi en bibliotecas y museos hasta haber constatado los efectos sanitarios del WiFi”. La propia Biblioteca Nacional de Francia acaba de renunciar al WiFi este mismo mes, para dar acceso a Internet.[...]
Las antenas WiFi se pueden comprar por Internet y por lo tanto su radiación es más incierta que la de las estaciones base de telefonía móvil. En la práctica, nadie regula dichas potencias ni el número de usuarios 'on-line', y cualquiera puede montar una estación base en su casa. Un panorama realmente caótico si consideramos sus riesgos.
Es necesaria por tanto una moratoria en su implantación, al menos en centros de enseñanzas, bibliotecas públicas y universidades y edificios públicos y su sustitución, también en ambientes laborales en ambientes laborales, por sistemas ADSL de cableado coaxial o fibra óptica.
El desarrollo de un mayo control sobre los niveles de emisión/ inmisión de las antenas y sistemas WiFi es una labor concreta de administraciones locales, regionales y las inspecciones territoriales de telecomunicaciones que eviten la proliferación caótica que han supuesto los anteriores despliegues de las redes de telefonía móvil.
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