(Fuente: T. Oller)
Recientemente hemos podido leer como las operadoras (agrupadas en Retel), ante la presión social y la falta de lugares para colocar sus antenas, ahora se han puesto la piel de cordero (fuente: El Periódico de Aragón). Son tales las dificultades de las operadoras para encontrar espacios, que les da lo mismo utilizar edificios históricos (fuente: Eduardo Collado).
Pero no dejemos de centrarnos en que la operadoras son empresas de ganar mucho dinero, y que, para ello, van a utilizar todos los medios a su alcance, como los lobbies o grupos de presión.
El libro Conspiraciones tóxicas (Ediciones Martínez Roca-Grupo Planeta), nos da una visión sobre estos lobbies de las industrias más contaminantes, sobre las oscuras relaciones de las grandes empresas y el poder político en España y en la Unión Europea. ¿Saben las compañías telefónicas que las radiaciones de los teléfonos y sus antenas pueden causar la muerte?
La explicación está en los grupos de presión: sólo en el ParlamentoEuropeo hay 15.000 lobbistas de las grandes compañías. Estos grupos de presión fomentan la especulación sobre el agua o los bosques, la construcción de refinerías petroquímicas o centrales térmicas (caso deExtremadura entre otros), contaminar el aire como hace la industria cerámica del Levante. Este libro muestra la trastienda del poder político y económico; auténticos gobiernos paralelos en la sombra que la ciudadanía desconoce y que manejan nuestro medio ambiente y nuestra salud.