Excesos que afectan la salud

Trabajar sin descansar no es sinónimo de productividad solo genera agitamiento.
Desgaste físico y psicológico son la consecuencia de los excesos que se comenten en nombre del trabajo. Pasar horas y horas pegados a la computadora, tecleando de manera casi compulsiva, sin   descansar las manos, el cuerpo, los ojos, en el mediano y largo plazo se convierte en la principal causa de estrés, dolores y contracturas musculares, ansiedad, cambios de humor.

La productividad no resulta de miles de horas de excesos. Resulta de pequeños trabajos, bien hechos, articulados y enfocados a alcanzar una meta. No es preciso rebanarse los sesos -como quien dice-, abandonar a la familia o a la pareja.

Una labor organizada, planificada, con una agenda de actividades prioritarias y eventos secundarios, son dejar por fuera las reuniones de departamento, permiten llegar a la meta sin caer enfermo porque el sistema inmune ya no pueda más debido a la sobrecarga. Y es que, efectivamente, el organismo resulta vulnerado en su capacidad para defenderse cuando es sometido a una carga exagerada de trabajo. Primero se siente fatiga, las horas de sueño se vuelven insuficientes. Luego, irritación de los ojos, dolor en la zona cervical.También, agarrotamiento de las manos, brazos y hombros, además de las piernas.El ausentismo laboral se incrementa debido a que los trabajadores requieren asistencia médica y en muchos casos, reposo.
Trabajar sin descanso no es sinónimo de productividad. Solo genera agotamiento
Doble tanda le toca a la mujer, quien normalmente se ocupa de las actividades domésticas y los hijos, al llegar a casa luego de la actividad en su sitio de trabajo. Aunque, en la actualidad, los hombres no escapan a las labores del hogar, compartidas con su pareja para poder salir adelante. Ni hablar de las personas que, por necesidad económica, deben dedicarse a una segunda o tercera actividad laboral. En estos casos, los días de descanso, como el fin de semana, se desvanecen como agua entre los dedos.

Descanso vital
Las vacaciones son el momento ideal para desconectarse del trabajo, oxigenarse, liberarse del estrés, compartir con la familia, viajar, respirar aire puro, dormir un poco más en las mañanas y además tomar el desayuno sin prisa. Una vez que llega el período de tomar las vacaciones laborales, lo recomendable es no postergarlas, pues el cuerpo requiere reposo, alejarse del entorno de la oficina, liberarse del horario unos días y relajarse. Solo así se podrán evitar, a largo plazo, afecciones de diversa índole que merman la salud.

El aprovechamiento de los momentos de ocio es una necesidad. Para lograrlo se requiere una actitud interior. Es preciso estar dispuesto a divertirse y, mejor aún, a lograrlo. Se puede aprender, a pesar de lo mercantilizado que está el tiempo de cada persona.

Aunque lo parezca, el trabajo no es la meta de la vida de las personas. Se trabaja para cubrir gastos, pagar deudas, subsistir, pero también para tener momentos de ocio y esparcimiento durante los cuales se puede compartir con la familia. Sin duda, el aprovechamiento del ocio ayuda a combatir las preocupaciones, ansiedad, obsesiones, mantiene a raya a la depresión y otros males que perjudican el equilibrio emocional.
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Marilin Pino A.
ELUNIVERSAL