Regar nuestros frutales


Con la llegada del verano suben las temperaturas y baja la humedad ambiental, menos estos días aunque falta hacia la lluvia, y por lo tanto aumenta la evaporación del agua en el suelo. Aunque aquí en el norte no hay costumbre de regar los árboles frutales cada verano llueve menos por lo que en periodos de escasas precipitaciones seria necesario el aporte de agua de riego, si bien los árboles resisten mejor el estrés hídrico en verano que en primavera debido a la parada vegetativa de verano, una falta de riego puede influir en la formación de yemas fructíferas para el año siguientes.
Las necesidades medias de un frutal son de unos 5l/m al día, aunque estas cantidades dependen de el tipo de suelo y la humedad ambiental. La frecuencia también depende de la capacidad de retención del suelo, uno arenoso se regara mas a menudo que uno mas arcilloso, aunque se suele hablar de dos riegos por semana en periodos secos.
El mejor agua para estas labores es el agua de lluvia, por eso el recoger y almacenar el agua de las precipitaciones nos proporcionara el liquido necesario para los riegos y de forma gratuita.