Las excavaciones en El Monastil descubren una alfarería romana de 2.050 años de antigüedad

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P. Guzman

Los trabajos que durante los últimos seis meses se han estado realizando en el yacimiento arqueológico de El Monastil, en Elda, han sacado a la luz una alfarería romana de más de 2.000 años de antigüedad. Concretamente, se han localizado dos nuevos hornos cerámicos, así como un amplio conjunto de moldes y herramientras de alfarero. El hallazgo constituye un conjunto singular, muy poco usual en la Comunidad Valenciana, tanto por su valor científico como por su estado de conservación, según destacó ayer el arqueólogo municipal Juan Carlos Márquez, codirector junto a Antonio Poveda del proyecto para la recuperación del yacimiento arqueológico, una de las joyas del patrimonio de la ciudad de Elda.

En la misma zona donde han sido localizados los hornos, en la parte baja del yacimiento, se han hallado miles de piezas cerámicas, un conjunto único que pasará a formar parte de la colección del Museo Arqueológico de Elda. Las investigaciones preliminares ya han permitido determinar que este complejo alferero tuvo un valor muy singular en el Valle de Elda. La alfarería romana tiene más de 2.000 años de antigüedad y habría estado activa durante unos setenta años, según las primeras estimaciones de los arqueólogos.

Los trabajos desarrollados en los últimos seis meses por parte de un equipo de 22 personas, bajo la dirección de técnicos de la concejalía de Patrimonio Histórico, han permitido asimismo llevar a cabo la restauración de otras seis de las viviendas que conforman la pequeña ciudad enclavada en el sector más alto del yacimiento. En total, en esta zona fueron descubiertas en un estado de casi desintegración 71 viviendas, de las que ya se habían podido recuperar 20. La pequeña ciudad, atravesada por una calle de unos noventa metros de longitud, se divide en dos: el barrio norte y el barrio sur. Hasta el momento, en trabajos de recuperación anteriores, se había priorizado la restauración de las viviendas del barrio norte, por su mayor riesgo de desintegración al encontrarse esta zona más expuesta al viento. Las seis viviendas que se han restaurado ahora son las primeras sobre las que se actúa en el barrio sur, según concretó el arqueólogo municipal.

Una vez terminada esta primera fase del proyecto -concretamente, los trabajos terminarán este próximo martes-, la intención es poder retomar las actuaciones entre los meses de octubre y noviembre. Para ello, el Ayuntamiento eldense ya ha solicitado a la Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo una ampliación de la subvención de 254.137 euros concedida a través del Servef, que ha permitido en estos meses la contratación de 22 desempleados (18 peones y 4 técnicos), para el desarrollo de los trabajos. La actuación ha contado asimismo con una aportación municipal de 41.ooo euros. El proyecto prevé, en diversas fases, avanzar en la recuperación del yacimiento de cara a su futura apertura como parque arqueológico. La pretensión de los arqueólogos es así poder reanudar las actuaciones cuanto antes, aunque todo dependerá de las posibilidades de financiación.

Además de los trabajos de excavación y restauración, el proyecto contempla la mejora arquitectónica de los accesos. Para ello, se ha construido un camino de acceso a la parte alta del yacimiento, una escalera de unos 56 metros de longitud, cuya complicación técnica ha requerido un importante esfuerzo y varias modificaciones del proyecto sobre la marcha al tener que adaptarse al cerro.

La primera iglesia cristiana del Valle
Sin duda, uno de los hallazgos más singulares realizados en el yacimiento arqueológico de El Monastil fue la iglesia paleocristiana, un templo de 1.400 años de antigüedad que podría haber sido sede episcopal. Se trataría de la primera iglesia cristiana del Valle de Elda, e incluso de la provincia, constituyendo en su momento todo un islote cristiano, según destacó ayer el arqueólogo Juan Carlos Márquez. El edificio estaba prácticamente en ruinas y fue rehabilitado en 2008. Para poder apreciar su estado, se han instalado unas plataformas sobre la parte más alta del yacimiento. En el templo se encuentra lo que en principio los arqueólogos consideran que podría ser una pileta bautismal, aunque tampoco se descarta que sea una tumba.