Nos desprendimos del traje neumático y de la escafandra con el tubo del oxígeno, abrimos la escotilla y respiramos el aire marino. Me parecía inconcebible y grandioso a la vez, vivir así a la intemperie, sin otra protección que el firmamento. En medio de aquella enorme extensión de agua, con el viento golpeándonos la cara, nos sentíamos admirados como niños. Respirábamos y no pasaba nada, seguíamos vivos; ninguna inhalación ponzoñosa nos intoxicaba. Teníamos ante nosotros un planeta nuevo y maravilloso. Dirigimos el bote neumático hacia la playa, el agua estaba templada, su contacto no era desagradable. Fuimos hacia una cueva de los acantilados para ocultar el bote y nos desnudamos para enfundarnos unos sencillos trajes militares de camuflaje. Yo temblaba, tenía lágrimas en los ojos, y no lograba disimular mi emoción. Sofía me abrazó y allí mismo, olvidando toda precaución, nos besamos y dejándonos caer sobre la arena, hicimos el amor.Cuando salimos, el sol estaba mucho más alto, a lo lejos se veía una elevada cordillera de aspecto majestuoso. Desde la falda de las montañas hasta el confín mismo de la playa se extendía el bosque.
La realidad pintada.Idílico
Nos desprendimos del traje neumático y de la escafandra con el tubo del oxígeno, abrimos la escotilla y respiramos el aire marino. Me parecía inconcebible y grandioso a la vez, vivir así a la intemperie, sin otra protección que el firmamento. En medio de aquella enorme extensión de agua, con el viento golpeándonos la cara, nos sentíamos admirados como niños. Respirábamos y no pasaba nada, seguíamos vivos; ninguna inhalación ponzoñosa nos intoxicaba. Teníamos ante nosotros un planeta nuevo y maravilloso. Dirigimos el bote neumático hacia la playa, el agua estaba templada, su contacto no era desagradable. Fuimos hacia una cueva de los acantilados para ocultar el bote y nos desnudamos para enfundarnos unos sencillos trajes militares de camuflaje. Yo temblaba, tenía lágrimas en los ojos, y no lograba disimular mi emoción. Sofía me abrazó y allí mismo, olvidando toda precaución, nos besamos y dejándonos caer sobre la arena, hicimos el amor.Cuando salimos, el sol estaba mucho más alto, a lo lejos se veía una elevada cordillera de aspecto majestuoso. Desde la falda de las montañas hasta el confín mismo de la playa se extendía el bosque.