Tolerancia

Delphos: Tesoro de los Atenienses
Para educar en la tolerancia, no se debería fomentar continuamente el entusiasmo por lo propio frente a lo ajeno, como si “lo nuestro” de un absoluto se tratara. Creo que nuestras más sagradas costumbres, incluso la propia religión, por muy arraigada que esté en la nación que domina, deberían mostrarse como algo relativo. A fin de cuentas, la religión es un producto cultural humano, como la lengua, el arte y el estado. Como estos, son diversas las religiones de los pueblos y ninguna es más verdadera que otra. Todas las representaciones de “lo divino” por verdaderas y hermosas que nos parezcan, son – por expresarlo de algún modo- mera aproximación a una realidad inenvistigable.