Sentido del humor


Lo que nos convierte en personajes ridículos es la seriedad con que tratamos el presente de cada momento: lo que hacemos, lo que sentimos, lo que decimos, lo que escribimos. El presente siempre lleva consigo una necesaria apariencia de importancia. Son pocas las personas que han superado eso y han pasado de ser personajes risibles a ser personajes que se ríen.
La risa no resuelve nada, pero disuelve algo, desata un nudo que si no se aflojara de vez en cuando terminaría por asfixiarnos.