La palabra es plata, la memoria oro.



"El amor propio impide que quien nos adula, sea el mayor de nuestros aduladores"




Todo evoluciona en la vida y en el amor, excepto nuestra vanidad.Nos pasamos los días y los años deseando ser amados por lo que somos y por como pensamos El atajo para convencernos de esta absurda idea, es creer que en el mundo es posible encontrar un alma gemela, alguien tan parecido a nosotros que de inmediato aprecie nuestras cualidades. La idea del alma gemela, tan difundida por el cine, tiene efectos perniciosos sobre las relaciones de pareja. Pues con ella, se transfiere al otro, la responsabilidad de conocer nuestros deseos, sin ni siquiera, tener que explicárselos y hacérselos entender.No es cierto, que el silencio sea oro; en las relaciones afectivas: no escuchar, no ver, no decir, son actos de hostilidad hacia el ser amado. “La palabra es plata y la memoria es oro". Comprometerse afectivamente, significa querer saber y estar dispuesto a compartir. Retener información sobre la otra persona, es la moneda de cambio del interés y del compromiso efectivo.