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La comida que pisamos

Durante siglos, las plantas silvestres supusieron una fuente de recursos complementarios para la población rural. De ellas se obtenían herramientas, medicinas, tintes, etc. pero también alimento. En los bosques, jardines y al borde de los caminos, crecen plantas totalmente comestibles, hoy en día olvidadas y en desuso.
Sobre el aprovechamiento de algunas de estas plantas que vegetan en nuestros alrededores os dejo este interesante vídeo de Josep Pàmies. Una valiosa información  sobre plantas silvestres que se pueden comer.

Mas sobre la consuelda

Antiguamente se usaba la consuelda (Symphytyum officinale) para soldar los huesos en caso de rotura, por su capacidad regeneradora.Su poder regenerador se debe a que promueve la rápida división de las células, acelerando su multiplicación.
 El Purín de Consuelda se aplica a las plantas para dinamizar su crecimiento, para favorecer la inducción de más frutos o flores (en cuyo caso se debe tratar antes de que éstos aparezcan), y para cicatrizar las heridas producidas por la poda, el pedrisco o cualquier adversidad. Esta planta extrae además gran cantidad de nutrientes del suelo aportandolos a nuestras plantas al regar con el purín o utilizarla como acolchado. 
Por su riqueza en K (potasio) debemos utilizarla en sustitución de los preparados de ortiga e n las plantas de fruto cuando estos empiecen a formarse.
Combinada con decocción de cola de caballo  se potencian los efectos fungicidas. 

 El purín se prepara como el ortigas, añadiendo 1kg de planta en 10l de agua de lluvia y revolviendo diariamente la mezcla durante unos 14-21 días. Después solo nos queda filtrar y diluir 1l en 20l de agua para su aplicación.
Para esta preparación también se utiliza la consuelda Rusa (Symphytyum x uplandicum) por su crecimiento mas rápido.Además con raíces que penetran hasta 3 metros de profundidad, la consuelda rusa es una planta altamente eficaz en la recolección de minerales y al ser un híbrido no se expande con la facilidad de otras especies mas invasivas.

Ahorrando recursos


La clave de un huerto ecológico es que lo manejemos sin gastar recursos extra.
Para que el huerto sea ecológico debemos plantar especies que no demanden un trabajo extra de mantenimiento, ni un exceso de agua, nutrientes y energía. Las variedades rusticas y locales se adaptan mejor y son mas resistentes a las plagas y enfermedades, lo que conlleva un menor uso de quimicos en nuestra huerta.
Además debemos fertilizarlo con compost hecho por nosotros mismos, algas si vivimos cerca de la costa o preparados de plantas que crezcan en nuestra zona ya que eso le dará gran parte del carácter de ecológico. El compost lleva, básicamente, la materia orgánica que desechamos como ser vegetales, frutas, restos de comida etc. Con esto ademas contribuimos a la reducción de residuos. Los abonos verdes también nos ayudan a la fertilización y la mejora del suelo sin costes para el medio ambiente.
Como podéis ver nada que ver con esa agricultura industrializada que aunque se hace llamar ecologica produce en grandes invernaderos a costa de un gran gasto de agua y energía.