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La comida que pisamos

Durante siglos, las plantas silvestres supusieron una fuente de recursos complementarios para la población rural. De ellas se obtenían herramientas, medicinas, tintes, etc. pero también alimento. En los bosques, jardines y al borde de los caminos, crecen plantas totalmente comestibles, hoy en día olvidadas y en desuso.
Sobre el aprovechamiento de algunas de estas plantas que vegetan en nuestros alrededores os dejo este interesante vídeo de Josep Pàmies. Una valiosa información  sobre plantas silvestres que se pueden comer.

Cebollas brotadas

Ahora, a pesar de intentar mantener bien conservadas en un lugar fresco y seco, algunas de las cebollas de la cosecha anterior comienzan a emitir tallos. Alguna de las mas grandes se pueden resembrar para obtener semillas, siempre que no sean híbridas.
Pero, ¿qué hacer con el resto? ¿tirarlas?. Pues no, aunque comiencen a brotar aun se pueden aprovechar, y la mejor manera es picarlas, eso si eliminando los tallos y las partes dañadas, para después meterlas en bolsas en el congelador. Así las podremos ir usando según las vayamos necesitando para la elaboración de salsas y guisos,  que se harán  antes y quedando mas jugosos. Los tallos tambien se pueden consumir en ensaladas.
 Con los restos de la preparación anterior, pieles partes dañadas y tallos  así como con los bulbos ya muy pasados que no se pueden aprovechar, yo preparo un purín, al que también añado ajos, para utilizarlo en mis plantas del huerto frente al ataque de hongos y para repeler pulgones.

Mildiu del tomate

Comenzamos con la plantación  de tomates al aire libre ahora que empiezan a subir las temperaturas, sobre todo las nocturnas.  Un problema mas que habitual aquí en la cornisa cantábrica donde la humedad ambiental es alta, es el mildiu. Para ayudar a nuestros tomates frente a esta enfermedad producida por hongos del  género phytophtora os dejo algunos métodos ecológicos y de manejo.

Consejos para el tratamiento del Mildiu
Hemos constatado que el manejo del riego se vuelve fundamental a la hora de controlar la expansión. El estrés hídrico altera los mecanismos defensivos de la planta, asimismo, en suelos cuya flora microbiana está alterada también son más propensas las plantas a esta enfermedad (y a cualquiera).

El correcto manejo del riego y del suelo, con aportaciones periódicas de materia orgánica de buena calidad, como el humus de lombriz, se hacen muy necesarios para incrementar los diversos y complejos mecanismos de protección de las plantas.

Por otro lado, debemos buscar plantas, semillas y demás material resistente al patógeno.
Asimismo los extractos de plantas y de algas y otros tratamientos naturales consiguen aminorar e incluso controlar la enfermedad.

Tradicionalmente las sales de cobre en sus distintos compuestos han sido los productos utilizados para el control del mildiu. Sulfato de cobre, oxicloruro de cobre, caldo bordelés, hidróxido cúprico, etc.
También las decocciones, infusiones, fermentaciones (según cada planta) de cola de caballo, ortigas, manzanilla, saúco (sambucus nigra), son muy interesantes porque generalmente tienen dos mecanismos de actuación, uno directo y otro a través de la inducción a resistencia frente a enfermedades. También como nutrición foliar.
La búsqueda y selección de variedades locales de semillas (sobre todo de hortícolas) es muy importante a la hora del control de patógenos (como el mildiu), puesto que iremos seleccionando las variedades que mejor resisten. El intercambio de semillas entre agricultores de la zona ha sido siempre la garantía de variabilidad y viabilidad de las especies cultivadas por el hombre.
La utilización de compost maduros y de buena calidad, humus de lombriz, etc. que posibiliten la mejora del suelo y el combustible para la expansión de la vida microbiana, ese complejísimo mecanismo que es el verdadero artífice de la nutrición y de la salud de las plantas.
Espero os haya sido de alguna ayuda.

Un nuevo metodo de producir alimentos. La Acuaponia.

La acuaponia es una mezcla de hidroponia y acuicultura, es decir, cultivar plantas con el abono que producen los peces de criadero. Es un sistema ecológico y sostenible de producción de alimentos. Se crían animales acuáticos, como algunos tipo de peces (especialmente tilapias), cangrejos o camarones, al tiempo que se cultivan plantas en agua. En la acuicultura, los peces ensucian el agua con sus desechos. Pero, con la acuaponia, este agua se dirige al sistema hidropónico, donde es filtrado por las plantas que utilizan los nutrientes, de modo que el agua queda lista  y filtrada para volver a las piscinas donde viven los peces. Además, los sistemas son neutros en emisiones de carbono.
La acuaponia todavía se está investigando y necesita desarrollarse más para ser eficiente, pero puede tener un gran futuro para producir comida de una forma ecológica.
Si queréis saber mas sobre este interesante sistema podéis visitar Acuaponia. TV.

Tus propias semillas

Una de las alegrías del autocultivo es ver crecer las plantas provenientes de tus propias semillas. Esto nos hace más  autosuficientes y nos permite conservar variedades adaptadas a la zona.
El mundo de las semillas es apasionante, exige una gran dedicación y mucha concentración, pero mejora la biodiversidad de tu zona y preserva variedades seleccionadas durante miles de años. Además permite un ahorro de dinero a medio plazo.
Por ello,no estaría de mas consultar algún libro como El placer de obtener semillas, de Jérôme Goust.Este ejemplar, es de los libros más completos que hablan del tema. También os puede ayudar este manual de la Junta de Andalucia, Cómo obtener tus propias semillas: manual para agricultores ecológicos.
 Con un poco de esmero podrás guardar variedades con todo su vigor, legado de nuestros antepasados y qué debemos mejorar o al menos conservar para las generaciones venideras. Aunque nada que ver con el proyecto del Ártico, del que hablaba en la anterior entrada, estaremos poniendo nuestro grano de arena en la conservación de la biodiversidad agrícola.

Un arca de Noé para semillas

Una caja fuerte gigantesca construida en las entrañas de una montaña de una isla del Ártico almacenará semillas de las principales especies vegetales del planeta, que constituirán una especie de 'arca de Noé' verde en caso de que una catástrofe destruya la Tierra.
El depósito, de 800 m2 y situado a 300 metros en el interior de una montaña del archipiélago noruego de Svalbard, esta protegido por una puerta blindada, y muros de hormigón armado de un metro de espesor y osos polares. Albergará tres millones de muestras de semillas, entre ellas diferentes variedades de trigo y de patatas.
Las muestras están guardadas a una temperatura de -18 grados en un suelo permanentemente congelado, lo que garantizará su conservación durante cientos e incluso miles de años. En caso de fallo de los sistemas de refrigeración, el aire caliente no debería entrar durante varias décadas. La capacidad de germinación de las especies será regularmente examinada, para sustituir las semillas estériles.

Nabos, otra alternativa de otoño

Vamos a hablar ahora de otra de esas hortalizas que también ha ido desapareciendo de nuestras huertas y mesas. Bueno aquí en algunos lugares se sigue haciendo el tradicional pote de nabos ( en La Foz de Morcín existe al Cofradía de los Nabos, desde donde se elogia a este vegetal y se organizan jornadas gastronómicas con el nabo como protagonista), plato donde estos sustituyen a la patata, quizás como recuerdo de épocas anteriores al desembarco de esta en Europa. A partir de la Revolución Francesa se cultivaron más patatas y menos nabos en Europa hasta llegar a convertirse en un alimento casi olvidado.
Aunque cada día se planta menos, a pesar de sus interesantes cualidades;  el nabo pertenece a la familia de las Crucíferas, que engloba 380 géneros y unas 3.000 especies propias de regiones templadas o frías del hemisferio norte. La importancia de esta familia de hortalizas, a la que también pertenecen las coles y los berros, reside en que contienen unos compuestos de azufre considerados como potentes antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades.
Los nabos son muy útiles en la cocina, fáciles de cultivar y su temporada de consumo es larga. De esta hortaliza de raíz, hay unos que están listos para la cosecha en primavera y verano y se los denomina tempranos. Las variedades tardías, es decir, las que se recogen en otoño e invierno, tienen la ventaja de que se pueden conservar, cosa que no ocurre con los de primavera y verano que no se conservan bien.

Como sembrarlos: Si tiene la suerte de disponer de una cajonera fría, puede hacer una siembra de nabos durante el invierno. Necesitará profundizar en el suelo unos 15cm. como mínimo. Si no tiene la posibilidad de utilizar una cajonera, puede sembrar bajo campanas. Si su campana tiene forma de tienda, siembre una hilera; en el caso de hileras rectangulares, puede llegar hasta tres hileras, con 25cm. de separación entre ellas.

Para sembrar en el exterior, tendrá que esperar a bien entrado el otoño. Hágalo en hileras de 13mm. De profundidad y 30cm. de distancia. Siempre las semillas bien esparcidas a lo largo del surco o bien en grupos de 15cm. de distancia. Si quiere garantizarse un consumo continuado, haga siembras sucesivas durante el comienzo de la primavera, para que maduren verano.

Si la región en la que vive tiene ya un clima cálido y seco en las épocas de siembra, será mejor que no lo haga, ya que las semillas germinarían mal y las plantas no se desarrollarían como sería de desear. El calor y la falta de humedad son las circunstancias menos favorables para los nabos. De todas maneras tiene un recurso bastante bueno, que consiste en sembrarlos al abrigo de plantas más altas; los nabos recibirán entonces la sombra por lo menos gran parte del día.Riéguelos bien durante los períodos secos. A los nabos de verano, en especial, hay que “mantenerlos en movimiento”; esto quiere decir que, si tardan demasiado tiempo en madurar, tenderán a volverse fibrosos y leñosos, y esto supone que no valdrán para la alimentación humana.
Siembre las variedades de otoño e invierno durante pleno verano. Prepare surcos de 13mm. De profundidad y a 38cm. de distancia. Una buena idea es plantar estos nabos como cultivo consecutivo en la tierra que dejen libres las primeras patatas o los guisantes. Cuando sea posible manejarlas, aclare las plántulas a 20cm. de distancia. Estas variedades tardan un poco más en madurar que las anteriores y estarán en sazón, generalmente, desde principio de la primavera.
Si la cosecha nos ha ido bien, Arranque de la tierra las raíces que queden y guárdelas para suconservación en cajas con arena o tierra bien seca, o en un montón de paja en el huerto o en una bodega fresca. Deje aprox. unos 2-3cm. de tallo encima del nabo y recorte un poco las raíces, pero procurando no podarlas del todo.
En otras entradas os procurare dejar alguna receta para aprovechar esta deliciosa y sana hortaliza.

Conservar excedentes para ser autosuficientes

En ultimas entradas, a parte de cultivos, he ido incluyendo recetas y conservas con los productos del huerto.Y es que creo que la finalidad del hortelano autosufíciente es gozar, tanto él como su familia, de una dieta rica, variada y de buena calidad, a lo largo de todo el año. Pero la estacionalidad de muchos cultivos hortícolas no permite disponer durante todo el año de determinadas verduras y hortalizas frescas. Por otra parte, es frecuente que, en un momento dado, dispongamos de una abundante cosecha o producción que no podemos consumir en breve y que deseamos guardar para ir consumiendo poco a poco.
Por lo que esta seria la única forma de aprovechar mejor nuestros recursos y de depender menos del mercado. Lo que no es poco en los tiempos que corren.
Ademas del gusto de consumir nuestros propios productos.

Os dejo aquí un interesante manual para los que quieran profundizar mas en el tema.



Mermelada de calabaza

Las calabazas son plantas muy productivas y en ocasiones, sobre todo cuando la cosecha ha sido generosa, nos podemos ver desbordados y sin saber que hacer con tantos frutos. Pues aquí os dejo otra forma de aprovechar. tan versátil fruto, en la cocina.
Mermelada de calabaza, si, si, mermelada y ademas esta deliciosa.
Ingredientes:
  •  1 kg de calabaza, yo prefiero las naranjas y algo dulces, pero se puede hacer con las que  tengamos en el huerto.
  • 350 g de azúcar integral o 125 ml de sirope de ágave o un dedal de stevia, si pretendemos hacerla si azúcar. También podemos usar fructuosa pero no se la cantidad, (tendré que probar)
  • La piel de un limón y el zumo de medio.
  • 1 palo de canela
  • jengibre rallado

Pelar bien la calabaza. Trocear a cuadraditos  y colocarlos en una olla grande. Poner la piel de limón,el zumo,el jengibre, pelado y rallado, y la rama de canela. Añadir el azúcar. (Si usamos sirope de ágave o stevia debemos añadirlo al final de la cocción y se puede añadir un poco de pectina para que espese). Dejar unas horas para que salga el agua o mejor toda la noche, ( si hemos usado azúcar).
Poner la olla al fuego lento y remover constantemente hasta que esté a nuestro gusto de hecha. Se puede usar la batidora para que la mermelada quede más fina.
Guardar en botes y en la nevera o si queremos dejarlos para guardar más tiempo, hervir los botes media hora al baño María.
Esta mermelada de calabaza está muy buena simplemente con pan, pero también combina muy bien con carne asada o a la plancha, para rellenar unas empanadillas dulces o realizar numerosos postres.
Que os aproveche.
 Yo seguiré con la exaltación de esta hortaliza, en siguientes entradas, desplazada de nuestras mesas y huertos; la calabaza.Y es que ademas de dar mucho de sí y tiene muchos carotenos, muchas vitaminas y tiene propiedades antioxidantes.
En definitiva que nos queda calabaza para rato.

Tomates verdes


Aprovechando que la tarde esta lluviosa y que tengo algunos tomates que ya maduran mal, me voy a poner a hacer un chutney de tomates verdes.
El vocablo inglés chutney deriva de los vocablos hindi y urdu chatni. El chutney es una mermelada agridulce que se emplea para acompañar platos que se puede preparar con casi todas las frutas y verduras. Los principales componentes son el vinagre y el azúcar moreno, las especias y las frutas y/o verduras. Aquí os dejo esta receta extraída del blog Cau deCuina

Ingredientes para aproximadamente 3 botes pequeños:

• 1,5 Kg. de tomates verdes
• 2 manzanas verdes
• 1 cebolla grande
• ½ taza de pasas sultanas
• 2 tazas de azúcar moreno
• 2 tazas de vinagre de manzana
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de granos de mostaza
• 1 cucharada de granos de pimienta de Sechuan
• 1 cucharadita de pimentón dulce
• ½ limón


Preparación:

Trocear los tomates, quitándoles las semillas. Pelar y trocear las manzanas y regar con un chorrito de limón para que no ennegrezcan. Trocear la cebolla.

Verter todos los ingredientes en una cacerola de fondo grueso y ponerlo a fuego lento, removiendo, hasta que el azúcar se haya disuelto. Después subir el fuego hasta la ebullición y dejar más o menos 30 minutos a fuego medio vigilando en todo momento y removiendo. Bajar e l fuego y continuar cociendo por espacio de 1 hora, aproximadamente o hasta que se haya espesado. No hay que tapar la cazuela en toda la cocción y sobre todo, al final, remover a menudo para evitar que el chutney se queme o se pegue. Cuando esté hecho dejarlo reposar unos 8 minutos antes de ponerlos en los tarros.

Para la conserva , esterilizar los tarros y cuando aún estén calientes llenarlos con el chutney , cerrarlos y dejarlos boca abajo para que se forme el vacío. Otra forma consiste en poner los tarros en una olla con agua hirviendo de forma que queden cubiertos y dejarlos media hora.
Este chutney se conserva hasta 12 meses en un lugar seco y oscuro.

Yo voy a seguir revolviendo, no sea cosa de que se pegue. Espero que os animéis a probar con los últimos tomates de la temporada y que os aproveche.

Conservar tomates cherry

Los tomates cherry son muy productivos y a veces no damos a basto a consumirlos, así que teniendo cantidad hemos pensado en hacer conserva de tomates cherry en aceite de oliva, para así disponer de ellos cuando deseemos.

La elaboración es muy sencilla, lavamos los tomates los secamos y los cortamos por la mitad. Los disponemos en la bandeja de horno sobre papel de aluminio o sulfurizado y espolvoreamos, azúcar, sal, pimienta negra y tomillo, un hilo de aceite e introducimos en el horno a 100º C durante 2 horas aproximadamente. .

Una recomendación para participar en el ahorro energético es apagar el horno un ratito antes de que estén a tu gusto, dejando los tomates cherry en el horno y aprovechar así el calor residual.

Una vez que los tomates estén listos, déjalos enfriar y prepara los tarros de conserva, que deberán ser herméticos y estar esterilizados. Introduce los tomates cherry en los tarros y cubre con aceite de oliva. En este punto puedes añadir más orégano, tomillo, pimienta en grano o lo que desees.

Si quieres conservar los tomates cherry varios meses, deberás cocer los tarros al baño maría durante 20-30 minutos contando desde que el agua entra en ebullición.Además el aceite de los tarros será después un perfecto aliño para una ensalada.

Equilibrio



“Devuélvele al suelo tanto como le has quitado – y aún un poco más – y la

Naturaleza te recompensará con abundancia!”

- Alan Chadwick, 1909-1980, Maestro de Horticultura

Esperando por los tomates

Debido al mal tiempo que tuvimos durante la primavera y el inicio del verano nuestras tomateras van muy atrasadas. Ademas las nieblas y las lluvias de semanas anteriores han dejado algunas de nuestras plantas dañadas, daño que mediante podas y la aplicación de fungicidas a base de cobre y de plantas he ido minimizando; pero se ha traducido en un retraso en el crecimiento de los frutos.
Para ayudar ha recuperarse a los tomates deberemos seguir aplicando abono liquido de consuelda o fortificantes a base de algas,aunque quizás este año entremos en el otoño con bastantes frutos sin madurar. Para hacer que estos tomates que se quedan verdes por falta de horas de sol, suelo utilizar el truco de ponerlos con plátanos maduros acelerando así su maduración.Otra forma de conseguir el punto optimo para el consumo es envolver los tomates en papel de periódicos y situarlos en el alfeizar de la ventana.
Aunque los mejores son los madurados al sol, por eso esperemos venga un mes de agosto mucho mejor en lo que se refiere a la climatología.

Guardar semillas




Ahora que comenzamos a recoger los frutos de nuestro trabajo, nos veremos tentados a recolectar semillas de las variedades que mejor nos han resultado. Cosa perfectamente factible sino hablamos de variedades híbridas o que se hayan cruzado con otras variedades próximas.
Después de tener en cuenta una serie cuestiones y de recogerlas en un estado de madurez optimo, esta el tema de la conservación, para que estas conserven su poder germinativo.Para esto se deben guardar en un lugar protegidas de la luz y seco, vigilando que no sean atacadas por insectos, y una forma de conseguir esto sin usar tratamientos químicos es espolvorear ajo en polvo, como el que se usa en la cocina, en los lugares donde guardamos nuestras semillas. Ademas de alejar a los insectos el poder fungicida del ajo hara que se conserven mejor.

Desde principios hasta finales del verano: Tomillo, Orégano, Mejorana y Lavanda



Los insectos polinizadores como las abejas, sírfidos y muchos otros insectos voladores son absolutamente esenciales para la reproducción y la vida de las plantas, por lo que seria conveniente tener siempre flores atractivas para estos, nuestros aliados, en el jardín y alrededores del huerto.




Al inicio del verano inician su floración estas cuatro plantas atrayentes para las abejas de las que vamos a hablar,el tomillo el orégano, la mejorana y la lavanda. Las tres primeras son, sin duda,de las hierbas culinarias mas versátiles y mejores para todo tipo de platos , salsas y pizzas. Mientras que la lavanda tiene multitud de usos pudiendo tomarse en infusiones o añadirla a postres, usarse para confeccionar perfumes jabones y otros artículos de tocador. Pero las tres plantas atraen sin distinción a multitud de abejas que vienen a libar su néctar y haciendo que también polinicen nuestras hortalizas y árboles. Pero por si fuera poco no hay nada más relajante que sentarse un rato al lado de estas hierbas escuchando el zumbido de las abejas mientras sabemos que están ayudándonos con la cosecha

Berenjenas verdes













Tod@s que hayáis querido plantar berenjenas en la cornisa Cantábrica, habréis podido comprobar lo difícil de obtener una buena cosecha si no es dentro del invernadero,. Esto se debe a que los veranos no son lo suficientes calurosos para esta planta, sobre todo para las plantas de frutos grandes; yo he probado con plantas de fruto pequeño y se puede obtener un buen puñado de frutos por planta.
Aunque en mi empeño por cultivar esta planta de deliciosos frutos, por lo menos para mi gusto, este año he plantado una variedad procedente de Seed Savers Exchange, denominada Apple Green  por sus redondeados frutos de un color verde. Según me cuentan en su catalogo esta planta es ideal para zonas con veranos fríos y ademas su ciclo de cultivo es mas corto que el de otras variedades 70 días desde la siembra frente a los 85 y 90 de otras variedades. ya os iré contando que tal  se adapta.
Esta variedad  fue descubierta recientemente en 1964 por la Universidad de New Hampshire,  desconociéndose su cultivo al contrario de otras variedades muy cultivadas en todo el mundo.
Como con la berenjena podemos investigar variedades de otras hortalizas que se puedan dar mejor en nuestra zona que las comerciales que venden tiendas y viveros, es la única opción al perderse variedades tradicionales que si estaban adaptadas al clima del Cantábrico con veranos cortos.

Una casa comestible



Quien no desea tener un huero aunque fuese pequeño al lado de su casa, pues el estudio atelier gras ha creado "eethuis" o dicho de otra forma, una casa comestible porque sus paredes y tejados están diseñados en una estructura modular en forma de casa a partir de cajas de plástico, sacos de tierra con abono y semillas vegetales. Una casa que crece, varia de aspecto, es útil y cada una de sus partes puede ser reemplazada con facilidad. "Eethuis" nos anima a crear nuestro propio jardín comestible en nuestra propia casa.






Ubicada en los Jardines de Appeltern, la mayor atracción turística de la localidad neerlandesa de Wijchen

Aprovechar la fresas. Mermelada casera

 Al mejorar las temperaturas empiezan a madurar las primeras fresas de nuestro huerto una forma de aprovechar nuestra cosecha si es abundante es realizando esta deliciosa mermelada casera, receta del blog Albahaca y Canela.

Ingredientes:
- 1 kg de fresas lavadas y troceadas
- 500 gr de azúcar blanco
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 2 cucharadas de algún licor de fruta si se puede el de fresa potenciara el sabor
- un poco de agar-agar
Colocar las fresas en un cazo con azúcar y dejar reposando mínimo dos horas, removiendo de vez en cuando. Añadir el limón y el licor y poner al fuego. Remover constantemente hasta que empiece a hervir. Añadir el gelificante (agar-agar). Dejar cocer a fuego medio-bajo hasta que tenga la consistencia deseada. Llenar los tarros esterilizados, cerrar bien y dejar unos minutos boca abajo. También se pueden cocer los botes unos 20 minutos para que aguanten aún más al ser de esta forma esterilizados. Aunque si no es grande la cantidad o se va a consumir muy pronto podemos prescindir de dicha cocción.
Deliciosa en nuestros desayunos o para cubrir tartas, además de estar hecha por uno mismo nada que ver con las compradas.

Precursores


En el año 1864, en la ciudad alemana de Leipzig se creo la que hasta ahora se considera la primera asociación de hortelanos urbanos. Se fundó para reclamar espacios de juego y de aire libre para los niños, que dada la distribución de las ciudades de la revolución industrial eran escasos o nulos. Estos lugares de entretenimiento eran huertos para que cuidasen los niños, pero pronto se vio que era demasiada la carga de trabajo para ellos, pasando a hacerse responsables las familias de dichas parcelas. Poco a poco se fue extendiendo por otras ciudades de tal forma que se reconoció legalmente su obligatoriedad a incluir los huertos urbanos en las ciudades.
Fuente: Agricultura urbana: Un aporte a la rehabilitación integral. Nerea Morán

Ahorrando recursos


La clave de un huerto ecológico es que lo manejemos sin gastar recursos extra.
Para que el huerto sea ecológico debemos plantar especies que no demanden un trabajo extra de mantenimiento, ni un exceso de agua, nutrientes y energía. Las variedades rusticas y locales se adaptan mejor y son mas resistentes a las plagas y enfermedades, lo que conlleva un menor uso de quimicos en nuestra huerta.
Además debemos fertilizarlo con compost hecho por nosotros mismos, algas si vivimos cerca de la costa o preparados de plantas que crezcan en nuestra zona ya que eso le dará gran parte del carácter de ecológico. El compost lleva, básicamente, la materia orgánica que desechamos como ser vegetales, frutas, restos de comida etc. Con esto ademas contribuimos a la reducción de residuos. Los abonos verdes también nos ayudan a la fertilización y la mejora del suelo sin costes para el medio ambiente.
Como podéis ver nada que ver con esa agricultura industrializada que aunque se hace llamar ecologica produce en grandes invernaderos a costa de un gran gasto de agua y energía.