Publicado en Sur
Jesús Hinojosa
El diario señala que los trabajadores que limpian de escombros la zona cero dieron con la embarcación el pasado martes y que ésta estaba enterrada a una profundidad de entre seis y nueve metros debajo de donde estuviera hasta el 11 de septiembre de 2001 el complejo del World Trade Center, construido en la década de los sesenta del pasado siglo.
El arquitecto Michael Pappalardo, de la empresa AKRF, una de las contratadas para la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para documentar los hallazgos históricos que puedan encontrarse en esa obra, corroboró el descubrimiento y dijo que el navío podría haber sido originalmente hasta dos o tres veces más largo de la porción encontrada.
Se trata del mayor descubrimiento arqueológico realizado en esta ciudad desde 1982, cuando se encontraron los restos de un buque mercante del siglo XVIII en unas obras de la calle Water, en el sur de Manhattan. "La embarcación al parecer data de mediados del siglo XVIII y ha estado ahí durante más de 200 años", señala el diario que subraya que los arqueólogos de la ciudad están maravillados por la importancia del hallazgo, muy cerca de donde, según un mapa de 1797, había un embarcadero y donde se proyectó construir un lago.
Pero también, dijeron los expertos, hay que actuar con rapidez para rescatar la nave, ya que su casco de madera, al no estar ya protegido por la tierra, "se deteriora rápidamente en su contacto con el aire", por lo que lo están recubriendo de barro.
La ausencia de sol y la lluvia que afecta a Nueva York estos días, sin embargo, favorece la conservación de la embarcación, indicó al diario el arqueólogo responsable de preservar el patrimonio histórico neoyorquino, Doug Mackey. Entre los restos, los trabajadores de la zona cero han encontrado también una gran pieza metálica semicircular perteneciente al barco y un zapato de cuero de la época.
Las palabras que pronunció en marzo el responsable de la Escuela de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Julio Navarro, durante la presentación del inicio de la segunda fase de excavaciones en la alcazaba del castillo, han resultado ser casi providenciales, a tenor del descubrimiento en un terreno de la Morería.
Y es que, tal y como este experto afirmara en su día, “la historia de las culturas que han ido ocupando Onda en diversos periodos puede conocerse mejor por lo que de ella revelen los hallazgos”.
EL DESCUBRIMIENTO // En este sentido, las excavaciones en el solar sobre el que se alzará la futura sede de Cáritas han dejado al descubierto los restos de una parte del jardín central de lo que fuera antaño una casa andalusí, junto al pequeño canal y andén perimetral que lo rodeaban, así como parte de los muros de sus crujías correspondientes. Hallazgos que sitúan un movimiento poblacional en la zona casi dos siglos antes de lo que se pensaba ahora.
Técnicos de la empresa ondense Arqueologia i Patrimoni han sido los encargados de realizar estas catas que han dirigido los arqueólogos Lorenzo Carballo y Joaquín Alfonso. Ambos señalan que en una primera intervención se halló material de los siglos XVII y XVIII, y al bajar la cota de excavación ya se identificaron las estructuras de data islámica.
Alfonso explica que esto aporta nueva luz a la evolución histórica y urbanística de la antigua medinat-Unda y, en concreto, sobre el asentamiento del arrabal de la Morería. “Si hasta ahora creíamos que se creó hacia 1248, en época bajomedieval, por los materiales y estructuras encontrados podemos decir que ya estuvo habitada antes, entre finales del siglo XI y el siglo XII, lo que demuestra la existencia de un arrabal andalusí previo al de la Morería”, subraya.
Por otra parte, estos hallazgos indican también que la primitiva vivienda de época almohade que allí se ubicaba pertenecía a una familia noble. Se da la circunstancia de que esta es la primera vez que se ha realizado una cata arqueológica en la Morería.En las obras de reurbanización de San Clemente ha aparecido una fuente antigua que ha supuesto una auténtica sorpresa. Y es que, como dice una de los arqueólogos del Ayuntamiento, Dolores Cerqueiro, "sabíamos que había varias piezas por la zona, pero todas están dentro de la antigua muralla de la ciudad. Ésta, sin embargo, se encuentra fuera, y eso es una novedad. No está documentada en los archivos ni en la cartografía histórica".
La fuente se encontró cuando las palas horadaban la rúa de San Clemente, justo en ese trozo de plaza en el que hace poco tiempo estacionaban los coches.
Se detectó enseguida "porque siempre hay un arqueólogo vigilando este tipo de trabajos", dice Cerqueiro. Así que el jueves, en cuanto apareció la primera piedra, se mandó parar a la excavadora", explica. "Al principio no se sabía qué podía ser: solo eran una piezas sueltas. El viernes ya pudimos apreciar que se trataba de una fuente, aunque aún no sabemos a qué época pertenece", dice.
Algunos obreros comentaron ayer que "el arqueólogo que vigila la obra señaló que tenía unos 400 años de antigüedad". Para Cerqueiro, sin embargo, "es imposible saber algo así tan pronto porque no conocemos qué planta tiene, ni cuál es su tipología. De momento está a la vista un tramo de escaleras, pero puede aparecer otro, o puede que veamos más adelante que tiene incluso un tercer acceso..."
'Modus operandi'. A partir de ahora, se seguirá un proceso "lento", dice la arqueóloga de Raxoi. "Primero se tienen que retirar manualmente, capa a capa, los dos metros de tierra que tiene encima la fuente", explica. Al mismo tiempo, "un arqueólogo se encargará de bucear en los archivos para ver si hay algún registro histórico que haga referencia a esta construcción, aunque ya habíamos estudiado toda la cartografía que hay desde el siglo XVI". Pero "esperemos que haya algo escrito sobre ella". "En tres o cuatro días podremos decir a qué época pertenece", afirma la experta.
Había trozos de cerámica. Junto a la fuente se han encontrado varios objetos de cerámica. Son restos de una antigua vajilla de barro, aunque están muy rotos y son tan escasos "que no nos sirven para datar a qué época pertenecen", dice la arqueóloga del Ayuntamiento.
Al otro lado de la muralla. Los historiadores sabían que había algunas fuentes dentro de la antigua muralla de Santiago, y que alimentaban incluso el foso que rodeaba el muro, pero ahora es la primera vez que se encuentra una fuente fuera de los límites de esa muralla.
De un manantial. La fuente recién descubierta se nutre de un manantial que nace allí mismo, en San Clemente, y que está obligando ahora a achicar agua continuamente.
La resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso de apelación interpuesto por los acusados y ratifica la sentencia en la que se condenaba a uno de ellos a una multa de 3.600 euros, al otro, de 2.700 euros; y a ambos al pago a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía de una indemnización de 12.000 euros por un delito de daños imprudentes.
La sentencia del juzgado de lo Penal de la capital consideró probado que la empresa representada por los acusados ejecutaba obras en la calle Dos Aceras de Málaga y en las excavaciones se encontraron restos arqueológicos, en concreto unos hornos alfareros, ya que la construcción estaba sobre dicho complejo, perteneciente al 'Arrabal de Funtanella'.
Esto llevó a una intervención arqueológica de urgencia, encargada a especialistas desde agosto de 2007, señala la resolución, en la que se apunta que, no obstante, en diciembre de ese año, aprovechando días no laborables "y con objeto de acelerar los trabajos", por parte de los acusados "se ordenó que continuasen las excavaciones sin control arqueológico alguno" en una parte.
De esta forma, seguía la sentencia, se causaron daños en el citado yacimiento, "limitándose a extraer restos de cerámicas y guardándolos en bolsas sin control alguno", con lo que "quedó dañada la estratigrafía y se perdieron posibilidades de investigación respecto a las cerámicas y demás elementos".
Ahora, el Tribunal de apelación comparte los indicios que fueron valorados por el juzgador y concluye que quedó descartado el expolio y que las operaciones realizadas "sólo favorecían a la empresa constructora, única interesada en acelerar la finalización de la excavación arqueológica a fin de iniciar la construcción que tenía prevista".
La Sala señala que los acusados "se valieron del trabajo de otras personas para realizar físicamente la acción, siempre bajo su dirección y, por consiguiente, con perfecto dominio funcional del hecho", y apunta que "hay prueba de cargo válida y suficiente" para la condena.
Aunque da por sentado que "no tuvieron intención ni voluntad" de causar los daños, como consideró el juez de lo penal, se condena por imprudencia, lo que se argumenta en "el conocimiento de que las obras podrían dañar el yacimiento, pero sin afirmarse que tal conocimiento fuera detallado como para decir que los acusados supieran que este resultado era altamente probable".
Entre las razones que la Plataforma Ciudadana alega para la impugnación, se encuentra el hecho de que en el proyecto de Construcciones Villegas SL, firmado por la arqueóloga Pilar Vallalta, se proponen una serie de sondeos arqueológicos no justificados, que no son procedentes para la protección de los restos y suponen la destrucción innecesaria de parte importante del yacimiento.
Para la Plataforma, de llevarse a cabo dichos sondeos, constituirían un nuevo intento de expolio, similar al que se intentó el pasado mes de diciembre, cuando se desmontó parcialmente un muro de uno de los palacios, en el que "participaron de forma activa algunas de las personas que ahora entrarían a trabajar en los supuestos trabajos de conservación".
Los expertos consultados por la Plataforma indican que la zahorra y la grava con los que se pretende cubrir el yacimiento son altamente corrosivos y pueden ser perjudiciales para los restos, mientras que la arena causaría menos daños.
En su comunicado, la Plataforma indica que "ha causado sorpresa comprobar que el escrito del Ayuntamiento presenta numerosas faltas de ortografía e imprecisiones, como la confusión a la hora de identificar los palacios que conforman el conjunto". "Lo que es una muestra más de la precipitación y falta de profesionalidad en la toma de decisiones, en los que sigue cayendo el consistorio murciano".
La Plataforma propone como alternativa que se deseche la firmada por Vallalta y se cubra el yacimiento con un sistema de techumbre, que permita la continuación de los necesarios trabajos de excavación y consolidación del yacimiento.